El Supremo condena al m¨¦dico que atendi¨® a una chica apu?alada y absuelve al acusado

El Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia de la Audiencia de Barcelona que absolvi¨® al acusado de apu?alar a una menor y conden¨® al m¨¦dico que atendi¨® a la v¨ªctima. El 2 de octubre de 2002, Nadia G., de 16 a?os, caminaba por una calle de Terrassa cuando se le acerc¨® un hombre que le asest¨® una pu?alada en la zona lumbar con un cuchillo de 13 cent¨ªmetros de hoja, caus¨¢ndole lesiones en un ri?¨®n y el h¨ªgado.

La joven consigui¨® llegar a casa de su abuela, a la que dijo que desconoc¨ªa al agresor. Trasladada a un hospital, fue atendida por Alberto J. S. M., quien, tras realizarle una "exhaustiva exploraci¨®n f¨ªsica" y comprobar que la herida no sangraba externamente, le coloc¨® un drenaje y adopt¨® un tratamiento conservador, no quir¨²rgico hasta ver los resultados de otras pruebas. Varias horas despu¨¦s y tras empeorar el estado de la joven, decidi¨® intervenir quir¨²rgicamente. La operaci¨®n constat¨® que junto a una lesi¨®n renal detectada, exist¨ªa una laceraci¨®n del h¨ªgado con abundante hemorragia interna que provoc¨® la muerte de la paciente.

Como presunto autor del apu?alamiento fue detenido un vecino de la joven, Francisco M., de 46 a?os, al que se le atribuy¨® una relaci¨®n clandestina con la menor. Pas¨® en prisi¨®n preventiva dos a?os y dos meses pero la Audiencia de Barcelona le absolvi¨® por falta de pruebas. El Supremo confirma la absoluci¨®n porque no hubo testigos que les vieran juntos y la v¨ªctima dijo que no conoc¨ªa a su agresor.

Sin embargo, el m¨¦dico fue condenado por una falta de imprudencia profesional a una multa de 1.200 euros y a indemnizar a los padres de la joven con 60.000 euros, porque aunque su actuaci¨®n al principio fue correcta, cuando la joven empeor¨® y se decidi¨® a operar ya era tarde.