Detenidos en Colombia los principales l¨ªderes de los grupos paramilitares
Uribe pidi¨® a los jefes que se entregaran a cambio de no ser extraditados a EE UU
Los m¨¢ximos dirigentes de las organizaciones paramilitares fueron detenidos ayer en comisar¨ªas de polic¨ªa en varias ciudades de Colombia. No qued¨® claro, sin embargo, si fue una detenci¨®n o una entrega acordada, como dijo Salvatore Mancuso, uno de ellos. "Vengo a entregarme; es un compromiso con mi conciencia y con la paz", dijo Mancuso a los periodistas en la entrada de la comisar¨ªa de Monter¨ªa, su ciudad natal en el Caribe colombiano.
El presidente, ?lvaro Uribe, fue quien dio la orden. Seg¨²n ¨¦l, las detenciones son un esfuerzo para sacar adelante el proceso de paz con estos grupos, responsables de actos de barbarie. Con ellos en la c¨¢rcel, como dijo el ministro del interior, Sabas Pretel, el proceso gana credibilidad ante la opini¨®n nacional e internacional.
El pasado martes, en un hecho inusual, Uribe pidi¨® a trav¨¦s de un comunicado a los paras ubicarse de inmediato en lugares "dignos, sobrios y austeros". Ayer repiti¨® lo mismo y a?adi¨® que deben ser sitios controlados por las autoridades carcelarias. A cambio, les ofreci¨® mantener la promesa de no extraditarlos a Estados Unidos. Muchos de ellos tienen all¨ª cuentas pendientes con la justicia por narcotr¨¢fico.
El proceso de paz se enmarca en la llamada ley de justicia y paz. Esta ley, vigente desde hace un a?o pero nunca aplicada, qued¨® alterada por un fallo emitido hace cinco meses por la Corte Constitucional, que limita los beneficios en favor de los paramilitares que se entregaran previstos en la ley. Esta decisi¨®n gener¨® tensi¨®n entre los cabecillas de las organizaciones paramilitares que, durante m¨¢s de una d¨¦cada, se dedicaron a erradicar mediante el terror todo lo que oliera a comunismo.
Para resolver la crisis, el Gobierno intent¨® restablecer estos beneficios mediante un decreto; un borrador difundido por la prensa gener¨® reparos de EE UU y de la fiscal¨ªa por ser demasiado laxo con los paras. Varias ONG consideraron que el decreto s¨®lo pretend¨ªa burlar la sentencia de la Corte Constitucional y aplicar la ley tal como la aprob¨® el Congreso.
Para los especialistas en Derecho constitucional, los paramilitares deben pagar reparaciones a sus v¨ªctimas y no pueden ampararse en la figura de la sedici¨®n. La verdad es que estos hombres, que han dejado de manera voluntaria sus armas en los ¨²ltimos dos a?os, se paseaban campantes desde hace meses por todo el pa¨ªs exhibiendo todo tipo de lujos. Mientras, sus v¨ªctimas, la mayor¨ªa campesinos a los que despojaron de sus tierras, sobreviven hacinados en las grandes ciudades.
Para el analista Le¨®n Valencia lo ocurrido ayer puede tener dos lecturas. Una que se trate de aplacar el malestar norteamericano, y otra que el Gobierno piense acatar el fallo de la Corte Constitucional y prefiera tener a los jefes paras controlados para evitar su reacci¨®n.
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