Agua ilegal, personas legales

Como de costumbre, Juan Urbano estaba leyendo el peri¨®dico, a la hora del desayuno, en una terraza del parque del Oeste; y al ver dos de las noticias del d¨ªa, que hablaban de los casi 20.000 pozos il¨ªcitos que hay en Madrid y de la propuesta del Gobierno para que los extranjeros con permiso de residencia y trabajo puedan votar en las elecciones municipales, se puso a reflexionar sobre la palabra "ilegal". Y lo primero que se le vino a la cabeza fue una frase del poeta Vicente Huidobro: "El adjetivo, cuando no da vida, mata." Lo bueno de la Literatura con ele may¨²scula es que consigue que todas cosas que son verdad dentro de los libros, tambi¨¦n lo sean fuera.

"Es decir", pens¨® Juan en su papel de fil¨®sofo a tiempo parcial, "que cuando se habla de pozos ilegales, se da vida porque se descubre un delito; pero cuando se habla de personas ilegales, se mata porque se insulta, se criminaliza, se degrada". Pues claro, c¨®mo puede ser considerado un ser humano "ilegal" por el simple hecho de tener un pasaporte de otro pa¨ªs y cuando de lo ¨²nico que huye es del hambre y lo ¨²nico que busca es algo que poder comer. Qu¨¦ disparate.

Cuando se habla de personas ilegales, se mata porque se insulta y se criminaliza

A los que abren pozos no autorizados en Madrid nadie les llama ilegales, porque en su mayor¨ªa son espa?oles, pero el robo que cometen, mermando unas reservas de agua que el Canal de Isabel II guarda para casos de extrema necesidad, puede tener consecuencias dram¨¢ticas, como lo son todas las que conducen a la palabra "sequ¨ªa" o a la palabra "sed".

Y lo cierto es que los ladrones de agua son la gota que nos faltaba para dejar vac¨ªo el vaso, cuando la contaminaci¨®n brutal que sufre nuestro planeta est¨¢ llenando el mundo y nuestro pa¨ªs de bosques quemados, r¨ªos y embalses secos o costas asediadas por las medusas, entre otros males mayores y menores. En la Comunidad de Madrid, las reservas de los pantanos est¨¢n por debajo del 50% y han perdido, desde que comenz¨® este verano, 65 millones de metros c¨²bicos. Y seg¨²n denuncian organizaciones verdes como Adena o Ecologistas en Acci¨®n, los responsables de la pol¨ªtica auton¨®mica no se esfuerzan demasiado en localizar y cerrar los pozos, qui¨¦n sabe si porque el reguero de agua tambi¨¦n ir¨ªa a parar, como de costumbre, a alguna trama de especulaci¨®n inmobiliaria. O sea, que entre los irresponsables conocidos y los salteadores desconocidos, nos estamos quedando sin agua en la superficie y tambi¨¦n sin aguas subterr¨¢neas.

La idea del Gobierno de que los inmigrantes con los papeles en regla puedan votar en las elecciones municipales del a?o que viene es tan l¨®gica que, aunque parezca incre¨ªble, tiene, m¨¢s o menos, el apoyo de todos los grupos parlamentarios. Los agoreros ya dicen que los partidos lo hacen s¨®lo por buscar un pu?ado de votos, pero ¨¦sa es, sin duda, una extra?a pega: "?Acaso no es ¨¦sa su funci¨®n, ofrecer programas y lograr votos?", se pregunt¨® Juan Urbano mientras apuraba su caf¨¦ y se re¨ªa al recordar la indignaci¨®n de un candidato que en las anteriores municipales lleg¨® a exclamar, en una emisora de radio: "?Est¨¢n politizando las elecciones!".

Hasta el momento, ya pueden elegir a sus alcaldes y concejales, adem¨¢s de poder presentarse en las listas para ser elegidos ellos mismos, los residentes que han adoptado la nacionalidad espa?ola, los ciudadanos de la Uni¨®n Europea y los de Noruega, que es el ¨²nico pa¨ªs no comunitario con el que el Gobierno ha firmado un convenio de reciprocidad. Ahora se quiere que puedan hacerlo todos aquellos que tienen un empleo y pagan sus impuestos en Espa?a.

Juan pens¨® que cuando esa ley existiese estar¨ªa m¨¢s cerca el d¨ªa en que la palabra "ilegal" s¨®lo persiguiera a los delincuentes de cualquier nacionalidad que, por ejemplo, roban las reservas de agua de Madrid, y nunca m¨¢s a quienes s¨®lo buscan una vida en nuestro pa¨ªs y tienen derecho a participar en la construcci¨®n de nuestro y su destino.

Qui¨¦n sabe, a lo mejor es una presidenta o presidente de la Comunidad nacido en Argentina, Colombia o Marruecos el que, en el futuro, acaba con los pozos fraudulentos.

La Democracia es eso, no una simple palabra.