Beirut, 'la nuit'
El 20 de agosto de 2004, La Fura dels Baus lleg¨® con el barco 'Naumon' a la capital de L¨ªbano. ?ste es el cuaderno de bit¨¢cora de aquel viaje.
El 20 de agosto del a?o 2004 atracamos el Naumon en el puerto de Beirut. La traves¨ªa hab¨ªa durado 12 d¨ªas, el barco hab¨ªa zarpado el 8 de agosto del puerto de Santander y, despu¨¦s de descender por el Atl¨¢ntico hasta el Estrecho y cruzar de lado a lado el Mediterr¨¢neo, la nave hab¨ªa llegado finalmente a las costas de L¨ªbano. De camino, el Naumon hab¨ªa sido interceptado por un submarino americano en aguas internacionales, cerca de Creta: -?Ad¨®nde vais?
-Al puerto de Beirut.
-?Qu¨¦ carga llev¨¢is?
-No llevamos carga, ?en este barco hacemos teatro!
Se hizo silencio:
-?Esperen un momento!
Imagino al pobre oficial consultando a sus superiores:
-Aqu¨ª un barco que dice no llevar carga y hacer teatro, ?qu¨¦ hago?
-?Seguro que no lleva armas para Hezbollah? ?Qu¨¦ aspecto tiene?
-En su casco lleva escrito Naumon en varios alfabetos... en ¨¢rabe, en hindi, en griego, en hebreo, en chino... ?qu¨¦ extra?o!
Pasaron unos tensos minutos hasta que al final nos dej¨® continuar el viaje hacia las tierras que inventaron el primer alfabeto fenicio, origen de nuestro alfabeto occidental. Ya en el puerto de Beirut, atracamos frente al hotel Holiday Inn, un fantasmag¨®rico rascacielos abandonado que hab¨ªa sido destrozado por la guerra y en el que, seg¨²n Tom¨¢s Alcoverro, corresponsal durante 30 a?os, en este edificio la batalla hab¨ªa sido sangrienta, planta por planta, habitaci¨®n por habitaci¨®n, ya que el hotel estaba justo entre los dos frentes.
Ya el primer d¨ªa tuvimos un problema: siempre que queremos hacer un macroespect¨¢culo, pedimos a la organizaci¨®n 80 voluntarios, y all¨ª s¨®lo hab¨ªa ocho o nueve. "No problem!", dijeron. Y despu¨¦s de llamar por tel¨¦fono, en una hora tuvimos a un regimiento de soldados dispuestos a todo. Eran j¨®venes reclutas que hac¨ªan el servicio militar obligatorio; el capit¨¢n les prometi¨® una semana de permiso si actuaban con nosotros. Tambi¨¦n vino la cantante libanesa Tina Abou Ch¨¦bel, primero a hablar, despu¨¦s a ensayar, sub¨ªa al m¨¢stil de proa y cantaba desde all¨ª. Los numerosos transe¨²ntes del paseo mar¨ªtimo se agrupaban para verla, a ella, a nuestras marionetas c¨®smicas y a los reclutas con sus uniformes de camuflaje colgados creando la coreograf¨ªa "castellera" de un cedro gigante a 50 metros de altura. En cada ensayo hab¨ªa m¨¢s expectaci¨®n, cuando Tina desde lo alto del m¨¢stil empezaba a cantar y a mover su cintura, el p¨²blico empezaba a dar palmas y m¨¢s palmas. En el primer ensayo hab¨ªa unas cien personas, en el segundo mil, el primer d¨ªa de actuaci¨®n fueron 10.000, el segundo 20.000 y si hubi¨¦ramos actuado un tercero habr¨ªan sido 30.000 espectadores.
"Este espect¨¢culo no era nada elitista, el pueblo lo ha amado, estaba encantado, estaba maravillado, iba de emoci¨®n en emoci¨®n. A los libaneses les gusta tener el sentido de la mediterraneidad y de estar unidos por un mismo mar", dijo Miguel ?ngel Carriedo, por aquel entonces embajador de Espa?a en L¨ªbano. Vinieron gentes de todo el pa¨ªs, aprovechando los autobuses que la organizaci¨®n puso gratuitamente a su disposici¨®n, especialmente palestinos de varios campos de refugiados del sur. "Soy palestino y deseo con todas mis fuerzas que esto lo puedan hacer alg¨²n d¨ªa en Palestina. Me gustar¨ªa que la filosof¨ªa de este espect¨¢culo la pudieran ver y apreciar los jud¨ªos, s¨ª, me gustar¨ªa que los jud¨ªos y sus hijos pudieran verlo y seguro que muchas cosas cambiar¨ªan", dijo Jemil Omar, un joven alto y muy delgado. Curiosamente, nuestros actores invitaron al espect¨¢culo a unas chicas del hotel, pero ¨¦stas no vinieron porque no se acabaron de creer que fuera gratuito. "?En L¨ªbano nada es gratuito!", nos dijeron. F¨¢tima Hawi, una mujer con un pa?uelo en la cabeza, nos dijo entusiasmada: "Espa?a es muy conocida, es la mejor tierra del mundo porque los ¨¢rabes estuvieron siete siglos y ahora forma parte de Europa y es lo mejor que le pod¨ªa pasar. Est¨¢ entre el mundo occidental y el oriental".
Muchos familiares vinieron a ver a los reclutas. "Es nuestro hijo, hace dos meses que no lo hab¨ªamos visto y pienso que mientras que est¨¦ en este barco no estar¨¢ pegando tiros por ah¨ª...". Abdel Fattah, un empresario, nos dijo: "Estoy muy contento de que hayan elegido esta ciudad para su espect¨¢culo. Es un s¨ªntoma de la recuperaci¨®n de Beirut como una ciudad muy importante del Mediterr¨¢neo". Seguro que el pobre hombre no imaginaba el futuro que aguardaba a esta ciudad. Zarpamos de Beirut la noche del 30 de agosto, vimos sus luces alejarse poco a poco... Desde entonces tenemos a Beirut, la nuit, resplandeciendo en nuestros corazones.
Pero ahora amargamente nos preguntamos: ?cu¨¢ntos de nuestros j¨®venes actores reclutas deben seguir vivos?, y ?cu¨¢ntos de los 30.000 espectadores palmeros deben estar muertos, heridos o desplazados? Por el puerto todav¨ªa deben resonar las palabras del poema de Rafael Argullol que, traducidas al ¨¢rabe, utilizamos en nuestra naumaquia: "El infierno somos nosotros cuando callamos frente al infierno". En el pa¨ªs del cedro no hay nada gratis, excepto la muerte. Habr¨¢ que volver pronto a rendirles homenaje, ellos son y ser¨¢n los eternos tripulantes del Naumon.
Younes Bachir (T¨¢nger, 1968) es actor y Carlos Padrissa (Balsareny, 1959) es codirector de La Fura dels Baus. Ambos dirigen el proyecto Naumon.
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