Una decisi¨®n que quema
Costas reconoce que las barbacoas merman la calidad de las playas pero reh¨²sa limitarlas
La Demarcaci¨®n de Costas de Andaluc¨ªa-Atl¨¢ntico emprender¨¢ en septiembre una ronda de contactos con el Ayuntamiento de C¨¢diz y con colectivos ciudadanos para buscar soluciones al importante impacto medioambiental que supone la concentraci¨®n de barbacoas que anualmente se celebra en las playas gaditanas tras el Trofeo Carranza. Esta administraci¨®n ya ha amagado con prohibir el evento en dos ocasiones este verano. La primera, en mayo, cuando emiti¨® una normativa por la cual se prohib¨ªa en el litoral gaditano cualquier actividad ajena a los usos habituales de la playa. Poco despu¨¦s, matiz¨® la norma: quedaban excluidos los eventos "tradicionales".
Hace s¨®lo diez d¨ªas, un t¨¦cnico de Costas anunci¨® sanciones para quienes encendieran fuegos fuera de la playa Victoria, donde comenz¨® esta costumbre. Sin embargo, el jefe de Costas en C¨¢diz, Federico Fern¨¢ndez, rectific¨® inmediatamente. La limitaci¨®n a una playa se convert¨ªa s¨®lo en "un deseo de futuro". Ahora, Costas plantea "consensuar con el resto de administraciones y entidades" medidas paliativas, pero ha descartado por completo la idea inicial de prohibir la concentraci¨®n. "Hay quien ha sugerido permitir la fiesta pero pedir a la gente que traiga la comida de su casa, ya que los restos de carb¨®n vegetal son los m¨¢s dif¨ªciles de eliminar; convertir la noche en un ejemplo de reciclaje o tratar de batir un r¨¦cord en disminuci¨®n de volumen de basura", propone Fern¨¢ndez. Este a?o, los m¨¢s de 160.000 asistentes han generado 140 toneladas de residuos. Una impactante cifra que, sin embargo, supone un 15% menos de la basura recogida en 2005, cuando acudieron a las barbacoas 250.000 personas.
El Ayuntamiento tampoco quiere abanderar ninguna campa?a contra la fiesta e insiste, a?o tras a?o, en la eficacia de los dispositivos especiales de limpieza, pese a que ecologistas y expertos insisten en que estos trabajos no evitan que contaminaci¨®n de la playa persista durante d¨ªas. El Consistorio hace campa?as en los medios de comunicaci¨®n, coloca carteles informativos en la entrada de la playa, pero se desmarca cada vez que huele alguna medida impopular. "El Ayuntamiento no tiene nada que ver con esto, este equipo de gobierno no ha prohibido nada, han sido los socialistas", repiti¨® en varias ocasiones el teniente de alcalde y responsable de Playas Enrique Garc¨ªa Agull¨® cuando Costas anunci¨® que acotar¨ªa el espacio.
De hecho, ni los ecologistas, los m¨¢s fervientes opositores a las barbacoas, se atreven a pedir la prohibici¨®n. "Con las dimensiones que han adquirido, ser¨ªa una batalla perdida", reconoce Lola Illescas, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n. Sin embargo, exigen a las administraciones medidas para minimizar el da?o medioambiental y, a los participantes, "m¨¢s colaboraci¨®n".
Tambi¨¦n en otras zonas del litoral andaluz se producen concentraciones masivas en las playas en determinadas fechas, aunque los ayuntamientos no han dudado en regular los usos. En M¨¢laga, las barbacoas est¨¢n reguladas de forma precisa por una ordenanza municipal que entr¨® en vigor en julio de 2004, informa Pilar ?lvarez. S¨®lo se permiten en la noche de San Juan, el 24 de junio, en la del preg¨®n de Feria y en la procesi¨®n de la Virgen del Carmen, el 16 de julio, "en aquellas playas a las que afecte". El texto proh¨ªbe cocinar en la playa de 8.00 a 10.00 y a menos de seis metros desde la l¨ªnea de pleamar. S¨®lo se puede cocinar en las parrillas dispuestas por el Ayuntamiento sin usar "artilugios" propios.
La cuesti¨®n se complica para celebrar una moraga en un punto de la costa malague?a sin instalaciones municipales. Los organizadores deber¨¢n enviar una semana antes de la fiesta un escrito al Ayuntamiento con el DNI del responsable, la fecha y hora de la celebraci¨®n, la ubicaci¨®n y el n¨²mero aproximado de asistentes.
En Almer¨ªa, el ¨¢rea de Salud y Consumo se vio obligada a "recordar" a comienzos de agosto que las barbacoas no est¨¢n permitidas en los arenales, informa Mar¨ªa Jos¨¦ L¨®pez D¨ªaz. Ante las quejas de los ba?istas debido a la proliferaci¨®n de barbacoas en las distintas playas urbanas, se han instalado carteles recordando que no est¨¢n permitidas y que existe una "vigilancia especial" de la Polic¨ªa Local. La concejal delegada, Mar¨ªa Mu?iz, explic¨® que las playas urbanas "soportan una fuerte presi¨®n de uso y la obligaci¨®n de las instituciones, especialmente de la Direcci¨®n General de Costas, que es el organismo encargado de tutelar estos espacios tan fr¨¢giles, es atender al inter¨¦s general para que la actuaci¨®n de unos pocos no pueda evitar el disfrute de la mayor¨ªa en un espacio p¨²blico, lo que nos obliga a establecer ciertas restricciones".
Menos arenales
La costa andaluza perder¨¢ 50 metros de l¨ªnea de playa en el pr¨®ximo siglo, seg¨²n el responsable del grupo de Puertos y Costas de la Universidad de Granada, Miguel ?ngel Losada Rodr¨ªguez. Los puntos m¨¢s cr¨ªticos, seg¨²n el experto, est¨¢n localizado en la costa de Lepe (Huelva), la playa de La Barrosa en Chiclana de la Frontera (C¨¢diz) y el tramo oriental comprendido entre el r¨ªo Guadalfeo y la localidad de Adra (Almer¨ªa).
El grupo est¨¢ elaborando un estudio sobre los flujos hidrodin¨¢micos y biogeoqu¨ªmicos entre el Atl¨¢ntico y el Mediterr¨¢neo, que permitir¨¢ disponer de m¨¢s informaci¨®n para actuar en la zona costera. El retroceso de la playa, seg¨²n Losada, es un proceso "natural" y "propio del calentamiento del planeta", seg¨²n un comunicado de la Junta. El estudio cuenta con 141.000 euros de ayuda de la Consejer¨ªa de Innovaci¨®n, Ciencia y Empresa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.