Treinta nuevos millones de ¨¢rboles y tres patas para ?frica
El valor de Wangari Maathai podr¨ªa cifrarse en 30 millones. Treinta millones de ¨¢rboles. Desde que cre¨® el Movimiento Cintur¨®n Verde en 1977, la actual viceministra de Medio Ambiente de Kenia ha contribuido al crecimiento de 30 millones de ¨¢rboles en este pa¨ªs. No se trata de jardiner¨ªa. En 2004 Maathai fue la primera mujer africana en recibir el Premio Nobel de la Paz por "su contribuci¨®n al desarrollo sostenible, la democracia y la paz". Es lo que ella llama "las tres patas del taburete africano". Al plantar ¨¢rboles en miles de pueblos keniatas se frena la erosi¨®n del suelo, se implica a las mujeres en la gesti¨®n diaria de su comunidad, y se evitan los conflictos al favorecer el di¨¢logo entre los ciudadanos. Desde Nairobi nos llega por tel¨¦fono la voz risue?a y casi juvenil de una en¨¦rgica mujer de 66 a?os.
"Siento mucho los incendios de Galicia, y quiero felicitar a los bomberos y a la gente que arriesga su vida apagando los fuegos"
"A las mujeres, que trabajan la tierra y cuidan de los ni?os, es muy f¨¢cil explicarles por qu¨¦ hay que cuidar el medio ambiente"
Pregunta. Ha recibido el Premio Nobel de la Paz por su trabajo desde el Movimiento Cintur¨®n Verde. ?Medio ambiente es sin¨®nimo de paz?
Respuesta. Los dos est¨¢n muy vinculados. No se trata s¨®lo de medio ambiente. Nuestro trabajo establece un v¨ªnculo muy estrecho entre la gesti¨®n de nuestros recursos por las mujeres, el buen gobierno y la paz. Tenemos que gestionar nuestros recursos de manera sostenible, compartirlos de manera equitativa, y s¨®lo puedes hacer esto si llevas a cabo un buen goberno. As¨ª previenes los mecanismos que encienden los conflictos entre la gente. Creo que lo que reconoci¨® el Comit¨¦ Nobel es que tambi¨¦n hay que trabajar para evitar los conflictos, en lugar de fabricar la paz despu¨¦s del conflicto. Suelo utilizar una comparaci¨®n con el taburete africano tradicional. El taburete tiene tres patas. La primera es la paz, la segunda la buena gobernaci¨®n y la ¨²ltima, la gesti¨®n sostenible de los recursos naturales.
P. Lleva cuatro a?os como diputada y viceministra de Medio Ambiente. ?C¨®mo pasa uno de la lucha pol¨ªtica en las asociaciones a la pol¨ªtica institucional?
R. Estar en el Gobierno es muy diferente de lo que yo hac¨ªa. Antes estaba involucrada en la sociedad civil, y me dedicaba sobre todo a criticar al Gobierno y a exigirle buenas pr¨¢cticas [Kenia fue gobernada entre 1979 y 2002 por el autoritario Daniel Arap Moi y Mathai que reclamaba elecciones libres fue encarcelada varias veces por el r¨¦gimen]. Ahora, en el Parlamento estoy en la posici¨®n inversa: soy quien tiene que elaborar la ley.
P. ?Tuvo que abandonar sus ideales al enfrentarse a la pol¨ªtica real?
R. No. El reto es traer nuestros valores a las instituciones. Si est¨¢s dentro del sistema puedes dar claves a los pol¨ªticos para que practiquen un buen gobierno, para que promuevan la justicia social y se hagan cargo de los problemas de los que habla la sociedad civil. El objetivo principal es mejorar la calidad de vida de la gente.
P. ?Es f¨¢cil para una mujer estar en el Parlamento keniata?
R. Kenia sigue estando dominada por los varones. S¨®lo hay 18 mujeres entre los 220 diputados. Somos demasiado pocas. Aunque intentamos tener un impacto, es muy dif¨ªcil trasladar cuestiones que son muy importantes para las mujeres.
P. ?Cree que Kenia est¨¢ preparada para elegir a una mujer como presidenta del pa¨ªs?
R. Es una cosa que ya han intentado varias mujeres, y ha habido respuestas muy positivas. Las mujeres tienen que seguir ejerciendo sus responsabilidades, siendo parlamentarias y ministras. Pero la cultura sigue determinando el voto, incluso el de las mujeres.
P. ?Le queda tiempo para hobbies?
R. S¨ª, leo, y me gusta pasear por los bosques. Como soy diputada, tambi¨¦n me gusta visitar a la gente de mi circunscripci¨®n, hablar con ellos y ver cu¨¢les son sus problemas.
P. ?Pero eso es trabajo!
R. Es parte del trabajo, pero es muy distinto de lo que hago todos los d¨ªas en el Parlamento.
P. ?Y ahora est¨¢ leyendo un libro?
R. S¨ª, estoy leyendo El C¨®digo Da Vinci. Estoy muy al principio. Pero he o¨ªdo mucho hablar del libro, as¨ª que me salto pasajes.
P. ?Cu¨¢ndo lo lee?
R. Justo antes de dormir, hasta que me caigo del sue?o, as¨ª que no voy muy r¨¢pido. Pero pregunto a mis amigos: "?Qu¨¦ pasa despu¨¦s de eso?".
P. ?Los ¨¢rboles y las mujeres tienen algo en com¨²n?
R. Mucha gente lo dice. Yo creo que tenemos que seguir investig¨¢ndolo para ver sus coincidencias. Pero, obviamente, en nuestras sociedades, en las que las mujeres trabajan la tierra, y son las que cuidan de los ni?os, es muy f¨¢cil explicar a las mujeres por qu¨¦ hay que cuidar el medio ambiente. Creo que es m¨¢s f¨¢cil que explic¨¢rselo a los hombres. Ellas entienden inmediatamente que no haya le?a, la falta agua o la escasez de comida. Los hombres tambi¨¦n pueden sentirse afectados, pero creo que ellas son especialmente receptivas cuando se les habla de medio ambiente.
P. ?Se ha enterado de los incendios de Galicia?
R. S¨ª. De hecho, estoy preparando una carta para la vicepresidenta
[Fern¨¢ndez de la Vega], quien nos visit¨® el pasado marzo en Kenia. Me afectan mucho esos incendios, lo siento much¨ªsimo. Pero quiero felicitar a los bomberos y a la gente que arriesga su vida intentando apagar estos fuegos.
P. ?Usted cree que los ¨¢rboles crecen mejor si se habla con ellos?
R. Nunca lo he probado. A lo mejor ellos s¨ª alguna vez. Hay gente que dice que los ¨¢rboles s¨ª oyen a la gente o la m¨²sica. No lo s¨¦. Yo les doy agua.
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