La gran victoria del entusiasmo primerizo

La orquesta de j¨®venes Gustav Mahler, creada por Claudio Abbado hace 20 a?os, fue la gran triunfadora de la edici¨®n 2005 de la Quincena Musical. Lo han revalidado. Hay algo diferente: su energ¨ªa. Sus instrumentistas tienen menos de 26 a?os y ganas de comerse el mundo. Si se canaliza su entusiasmo con una adecuada direcci¨®n, el resultado puede ser espectacular. Anteayer lo fue. Ten¨ªan un maestro de 31 a?os que brill¨® en unas piezas para orquesta de Webern expuestas con meridiana claridad. La realizaci¨®n fue meticulosa y puso en bandeja el lucimiento de Susan Graham, en unas canciones de Alban Berg expuestas con naturalidad y hasta con sencillez, pero sin renunciar a la complejidad. No ven¨ªan acomodaticios, sino a batirse el cobre.

Su lectura de Shostakovich -Sexta sinfon¨ªa- evidenci¨® la excelente ductilidad de la orquesta. Philippe Jordan demostr¨® ser un director purasangre. Brillante hasta la lujuria, detallista en la construcci¨®n de atm¨®sferas, controlador de din¨¢micas, aparentemente intuitivo y profundamente racional. Caramba con el muchacho. Barenboim ha sido listo al ficharlo como director invitado de la Staatsoper unter den Linden de Berl¨ªn.

Cap¨ªtulo aparte merece el elevado n¨²mero de espa?oles (15) en la orquesta. Algo serio ha cambiado en la musical de este pa¨ªs que ahora puede presentar equipos de instrumentistas en orquestas juveniles que sirven de cantera para las grandes formaciones continentales. Es un cambio de tendencia en la sociolog¨ªa musical espa?ola de consecuencias todav¨ªa por valorar.