El paso de Calder¨®n

El derechista y candidato del gobernante Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), Felipe Calder¨®n, est¨¢ a un paso de ser proclamado presidente de M¨¦xico por el Tribunal Electoral, una instituci¨®n de reconocida solvencia e independencia. El fallo de la alta instancia sobre 375 impugnaciones, que sigue a uno anterior por el que se desestim¨® la inviable petici¨®n de su principal rival, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, l¨ªder del izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD) de hacer un nuevo recuento total, ha dejado las cosas como estaban: Calder¨®n, primero, y L¨®pez Obrador, segundo, con algo m¨¢s de un tercio de los votos cada uno y separados por tan s¨®lo 0,58 puntos; es decir, lo mismo que tras los resultados provisionales. Sin embargo, el hecho de que en la revisi¨®n de los recursos el tribunal haya variado la atribuci¨®n de m¨¢s de 227.000 votos entre cinco candidatos -es decir, casi la misma diferencia que separa a Calder¨®n de L¨®pez Obrador- indica que hubo m¨¢s fallos de los estimados en un principio, y otorga la raz¨®n a quienes ped¨ªan al menos recuentos parciales.

Al Tribunal Electoral le queda a¨²n pronunciarse sobre la validez general de los comicios antes del pr¨®ximo 6 de septiembre; y, en caso afirmativo, como es previsible, pese a las protestas del candidato del PRD, proclamar vencedor al l¨ªder del PAN. Esto obliga a ambos a replantearse sus posiciones. Calder¨®n debe ser consciente de que, aunque ha ganado, lo ha hecho por la m¨ªnima, y que si bien su partido es el que m¨¢s esca?os tiene en el Congreso, necesitar¨¢ ampliar su base para poder gobernar. Y L¨®pez Obrador, ex alcalde de la capital, tiene que deponer su rebeld¨ªa civil. Lo ocurrido en M¨¦xico no tiene comparaci¨®n con lo que en su d¨ªa pas¨® en Ucrania o en otros pa¨ªses en los que el poder hizo trampas colosales y se vio forzado a reconocerlo despu¨¦s, gracias, sobre todo, a la movilizaci¨®n popular. El pa¨ªs americano no se puede permitir estafas electorales ni una calle soliviantada. Necesita unidad y sentido com¨²n. Es tiempo de dar por cerrados estos comicios.

L¨®pez Obrador ha considerado que se le ha usurpado la presidencia, y para denunciarlo utiliza palabras demasiado gruesas como "golpe de Estado". No hay nada en la decisi¨®n del Tribunal Electoral para mantener esa tesis, ni el recurso se ha ganado porque uno u otro tuviera mejores abogados o estrategia, como le ocurri¨® a Bush frente a Kerry en 2004. Su idea de una protesta permanente y un Gobierno paralelo sostenido en una discutible indignaci¨®n popular no es viable. Lo que debe hacer es reconocer la derrota y dedicar sus energ¨ªas a que el PRD influya desde el Congreso sobre unas pol¨ªticas que deben hacer de la lucha contra la desigualdad social una prioridad.