Artista genial, bebedor, payaso
Meto dentro de un bombo todos los nombres de artistas que murieron a causa del exceso de bebida y saco un nombre al azar: el pintor Jackson Pollock. Por razones que nada tienen que ver con la l¨®gica, se ha considerado el alcohol como una posible fuente de inspiraci¨®n creativa. Cualquiera habr¨¢ notado esa sensaci¨®n, cuando despu¨¦s de un par de copas sientes que la mente se te ensancha y que solemnes chorradas suenan, debidamente regadas, como las m¨¢s brillantes sentencias.
Algunos bebedores con inquietudes encuentran en los bares el paisaje ideal para algo que les parece inspiraci¨®n y que, a la ma?ana siguiente, resulta ser un campo de batalla, generalmente perdida. Si se acaba pasando m¨¢s tiempo en el bar que a pie de obra, la obra se resiente tanto como el h¨ªgado. Ocurre, adem¨¢s, que algunos artistas extraordinarios murieron a causa del alcohol y muchos de sus seguidores malinterpretan su legado y creen que empinar el codo puede ser un camino de acercamiento a sus ¨ªdolos, como si el alcoholismo heavy y la excelencia art¨ªstica tuvieran una relaci¨®n causa-efecto.
Si, pese a todos los avisos, uno insiste en mezclar alcohol y creaci¨®n, deber¨¢ evitar riesgos como los que acabaron con Jackson Pollock. En la monumental biograf¨ªa sobre el pintor que escribieron Steven Naifeh y Gregory White Smith se cuenta qu¨¦ papel tuvo el alcohol en el torrente de circunstancias que llevaron a Pollock a una autodestrucci¨®n tan espectacular como pat¨¦tica. La Cedar Tavern de Nueva York fue el escenario elegido para muchos de sus excesos y, en general, el whisky y la cerveza marcaron las reacciones de un car¨¢cter que tend¨ªa a la groser¨ªa y a la pelea. Dicho de otro modo: Pollock ten¨ªa mal vino.
Probablemente por eso, beb¨ªa para angustiarse a s¨ª mismo y a los suyos (an¨¦cdota: unos amigos le reciben de madrugada, le ofrecen una habitaci¨®n para dormir la mona y, al poco rato, le sorprenden de pie, meando sobre el colch¨®n incendiado, intentando apagar las llamas). Pollock muri¨® borracho al estrellar el Oldsmobile V-S que conduc¨ªa contra un ¨¢rbol. Otros artistas, en cambio, han sabido llevar su afici¨®n a la bebida de un modo bastante m¨¢s sensato y sin renunciar a ninguno de sus efectos secundarios. El premio Nobel de Literatura Czeslaw Milosz, por ejemplo, pudo vivir para reflexionar sobre esta cuesti¨®n en su libro Abecedario, diccionario de una vida: "Lo peor del alcohol es que nos convierte en payasos. Luego nuestro ojo sobrio se encarga de proyectar en nuestro interior esas im¨¢genes de nuestra embriaguez, que destruyen el alto concepto que ten¨ªamos de nosotros mismos. Sin embargo, se puede aprender de esa verg¨¹enza, ya que nos recuerda que podemos poner en peligro nuestros logros de la forma m¨¢s est¨²pida",
C?CTEL: Ritz Fizz
Un chorrito de Amaretto y uno de zumo de lim¨®n colado, un chorrito de curasao azul, champ¨¢n fr¨ªo y un p¨¦talo de rosa. Mezclar el Amaretto, el zumo de lim¨®n y el curasao en una copa. Agregar el champ¨¢n y decorar con un p¨¦talo de rosa. Na zdrowie! (?Salud!, en polaco).
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