Un viverista de Elche se niega a destruir una palmera infectada por el picudo

El agricultor ilicitano Jos¨¦ Luis Ant¨®n, propietario de una finca con 400 palmeras, se niega a que los t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Agricultura arranquen un ejemplar de la variedad canariensis infectado por el picudo rojo. La finca se encuentra a tres kil¨®metros del lugar donde hace un a?o se origin¨® el primer foco de la plaga, en la pedan¨ªa de Daim¨¦s, y su due?o asegur¨® ayer que ya ha saneado la palmera fumig¨¢ndola.

Jos¨¦ Luis Ant¨®n asegura que no hace falta arrancar la palmera atacada por el picudo en su finca porque ya la ha tratado y ahora est¨¢ limpia. Hace m¨¢s de un a?o, seg¨²n relat¨®, otro ejemplar situado en una finca de la Sierra del Molar, al sur de Elche, tambi¨¦n se infect¨® y tras tratarla ¨¦l mismo, hoy en d¨ªa la palmera est¨¢ "perfectamente".

Este agricultor, propietario de un vivero que se dedica a la comercializaci¨®n de los ¨¢rboles m¨¢s emblem¨¢ticos de Elche, entre otras especies, asegur¨® que los t¨¦cnicos "est¨¢n haciendo una carnicer¨ªa destruyendo palmeras que con cuidados podr¨ªan salvarse", porque hay tratamientos de fumigaci¨®n "que son efectivos" y que ¨¦l est¨¢ aplicando cada quince d¨ªas con buenos resultados. El caso de la palmera afectada lo achaca a un descuido: "Alargu¨¦ m¨¢s de dos semanas el tratamiento y por eso se infect¨®". En su finca tiene unas 400 palmeras de unos diez a?os que miden ya casi un metro. Est¨¢ previsto que hoy o ma?ana lleguen las m¨¢quinas de la empresa contratada por la consejer¨ªa para arrancar la palmera, aunque Jos¨¦ Luis Ant¨®n espera que los t¨¦cnicos entren en raz¨®n al comprobar que el ejemplar no tiene rastro del picudo.

Sin embargo, sabe que tiene las de perder porque la ley establece que hay que arrancar cada ejemplar infectado. El picudo es un insecto muy agresivo y los huevos que la hembra pone en el tronco son muy dif¨ªciles de detectar hasta que eclosionan. Seg¨²n la versi¨®n oficial, nada acaba con el picudo salvo la destrucci¨®n de la palmera. Pero este agricultor ilicitano asegura que se est¨¢n equivocando. "Est¨¢n tomando el camino m¨¢s r¨¢pido. Con paciencia, las palmeras se pueden limpiar", asegur¨®.

El viverista, que vende sus ejemplares sobre todo en Andaluc¨ªa, lamenta que desde que se declar¨® la plaga del picudo nadie quiera palmeras de Elche, cuando antes eran muy apreciadas como elemento decorativo vegetal en lugares p¨²blicos y privados. Ant¨®n calcula que ha perdido el 50% de las ventas, y ahora sobrevive gracias al cultivo de otros productos, como los c¨ªtricos. Otros viveristas compa?eros suyos est¨¢n en la misma situaci¨®n, o incluso peor. "Aunque no tengan picudo en sus fincas, la plaga nos ha llegado a todos por que ha perjudicado mucho la imagen de la palmeras de Elche", subray¨®. Un vecino suyo vend¨ªa anualmente entre 2.000 y 3.000 palmeras a Canarias. "Este a?o no ha vendido ni 300", incide el agricultor.

La plaga del picudo ya ha obligado a destruir 3.500 palmeras desde que se detect¨® en Elche hace ahora un a?o. El primer caso apareci¨® en la pedan¨ªa de Daim¨¦s, pero en la actualidad ya hay cinco focos declarados en el t¨¦rmino municipal. El ¨²ltimo, en el barrio de Altab¨ªx, es el primero en el casco urbano. Los dos ejemplares del palmeral hist¨®rico se han arrancado junto con el resto de palmeras del jard¨ªn del antiguo cuartel de la Guardia Civil.