Mucho cambio

Esta es una Vuelta extra?a. En cualquiera de las ¨²ltimas grandes vueltas, la primera etapa seria de monta?a llegaba despu¨¦s de unos cuantos d¨ªas de etapas denominadas llanas -muchas de eso no tienen nada, aunque no haya en ellas ning¨²n puerto de entidad-. Entonces, cuando llega esa primera etapa decisiva, a muchos se les llena la boca con lo del cambio de desarrollo, que nunca es tal. Lo que s¨ª que es cierto es que las sensaciones propias sobre la bici son muy diferentes moviendo un 54x11 (plato y pi?¨®n), que es lo que movemos en el llano, que un 39x23, que es lo que llevaba yo anteayer en la Covatilla (craso error, ech¨¦ en falta el 25 aunque de ¨¦sta aprender¨¦). Muchos no son capaces de evaluar su estado de forma hasta que no cogen un poco de ritmo con el plato peque?o. Por eso algunos escaladores temen tanto al primer d¨ªa de monta?a, por el cambio de cadencia en las piernas. En realidad nada cambia en la bici, pero el tipo de esfuerzo es radicalmente diferente.

Y tras un cambio otro. Esto es un tiovivo, vamos a hacer buenos los postulados de Her¨¢clito. Ayer, nuevamente etapa llana despu¨¦s de un d¨ªa de alta monta?a. Y ma?ana -hoy cuando me lean- vuelta a las alturas, al temible Morredero. As¨ª que uno ya no sabe a qu¨¦ atenerse, se nos van a volver locas las piernas. Ayer la cuesta m¨¢s seria fue un puente sobre una v¨ªa de tren o sobre una autov¨ªa, no pude ni siquiera verlo. Una etapa llana de las de verdad, con -afortunadamente- poco viento con el t¨ªpico gui¨®n de una escapada nacida ya muerta. Se anula al fugado a pocos kil¨®metros de meta, comienza la tensi¨®n, los nervios y codazos pertinentes para coger una buena posici¨®n; ¨²ltimas curvas tomadas de un modo pel¨ªn kamikaze y victoria de un buen velocista -hay aqu¨ª unos cuantos- en un disputado sprint. Esto s¨ª que no cambia.

Y el s¨¢bado, o sea ma?ana, nuevo cambio. Una etapa nuevamente llana (tan s¨®lo un peque?o puerto puntuable) que nos llevar¨¢ a Lugo atravesando el cicl¨ªsticamente desconocido interior de Galicia. Y el Domingo vuelta a cambiar, vuelta a la alta monta?a, esta vez asturiana, en lo que parece ser la etapa reina de esta edici¨®n de la Vuelta. Quiz¨¢ la etapa que te¨®ricamente tiene m¨¢s visos de convertirse en tr¨¢gica. Los antecedentes son claros, nos remiten a la etapa de Pajares del pasado a?o, la de la exhibici¨®n de los Liberty que supuso la derrota de mi compa?ero Menchov. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Esperemos que para bien, porque tal y como est¨¢ el ciclismo, cambiar para mal se est¨¢ haciendo cada vez m¨¢s complicado, el list¨®n est¨¢ muy alto. En fin, que hasta ma?ana, que algo no cambia: yo seguir¨¦ ah¨ª.