Una dosis de 'hip-hop' para digerir el arte abstracto

El museo londinense Tate Modern, el m¨¢s visitado de Europa, ha abierto una brecha en la escena musical conectando bandas de vanguardia con las obras de arte moderno y contempor¨¢neo que se exhiben en su sede al sur del T¨¢mesis. Cada m¨²sico debe componer una pieza inspirada en un trabajo concreto de un artista de su elecci¨®n. Ocho han aceptado ya el reto, entre ellos The Chemical Brothers, cuya m¨²sica puede escucharse desde ayer frente a una escultura de bronce de Jacob Epstein. Es el ¨²ltimo invento para atraer a la instituci¨®n al p¨²blico joven.

Es habitual ver en museos y galer¨ªas a visitantes observando un cuadro con cascos en los o¨ªdos. La voz an¨®nima del auricular les explica la procedencia de la obra, su ubicaci¨®n en el contexto de la historia del arte y los objetivos perseguidos por su creador. Las instituciones responden as¨ª a la sed de informaci¨®n de un sector del p¨²blico que desconf¨ªa quiz¨¢ de su propia capacidad de reaccionar emocionalmente ante una obra de arte. El Museo Tate Modern quiere estimular las emociones de los espectadores, de los m¨¢s j¨®venes sobre todo, volcando m¨²sica en los dispositivos de audio. Ha pedido a ocho bandas y cantantes -desde rockeros a raperos- que interpreten con m¨²sica de nueva creaci¨®n aquellos cuadros, esculturas o instalaciones que m¨¢s les inspiran.

Frente a Torso in metal from the Rock Drill, escultura de Jacob Epstein, resuena desde ayer un tema musical compuesto por The Chemical Brothers. Es la respuesta de la reputada pareja del tecno ingl¨¦s a esta pieza mutilada, impotente y vulnerable que Epstein hizo tallar en bronce en reacci¨®n a la I Guerra Mundial. "Aqu¨ª est¨¢ la siniestra figura de hoy y del ma?ana. No humanidad, sino el terrible monstruo de Frankenstein en el que nos hemos convertido", dijo en su d¨ªa el maestro estadounidense. The Chemical Brothers se fijaron en el torso porque, seg¨²n dijeron esta semana, "parece tan din¨¢mica, poderosa y moderna. Pudimos imaginar m¨²sica en cuanto la vimos".

Cada mes se lanzar¨¢ una nueva interpretaci¨®n musical. No hay uniformidad estil¨ªstica en sus autores salvo por el denominador com¨²n de que todos ellos atraen a una audiencia relativamente joven. The Chemical Brothers son, probablemente, los m¨¢s establecidos. A Graham Coxon se le conoce masivamente por su anterior vida con Blur, pero viene conquistando un estatus de culto en su trayectoria en solitario. The Long Blondes ficharon hace menos de un a?o con una discogr¨¢fica pero su pop art, con sencillos como Weekend without make up (Un fin de semana sin maquillaje), arrasa entre los veintea?eros.

Estelle triunfa con su hip-hop con aroma soul; el colectivo urbano Roll Deep, que antes contaba con Dizzee Rascall entre sus integrantes, reina en la escena garage londinense. Klaxons, otro de los grupos que han aceptado el reto de la Tate, tambi¨¦n se decanta por el hip-hop. No es casual la presencia de tanto rapero entre los seleccionados para poner m¨²sica a obras de Anish Kapoor, Man Ray, Andy Warhol, Donald Judd o Cy Twombly.

La Tate Modern recibe m¨¢s de cuatro millones de visitantes al a?o. Pero echa en falta a j¨®venes de 15 a 25 a?os entre su audiencia. Y a ellos se dirige la nueva iniciativa. "Escuchar una canci¨®n en el contexto de la obra de arte que inspir¨® la misma es fant¨¢sticamente esclarecedor. Permite apreciar el profundo impacto que la obra ha tenido en los m¨²sicos y tambi¨¦n la correlaci¨®n que existe entre la m¨²sica y el arte", coment¨® Will Gompertz, director de medios del Tate en la presentaci¨®n del proyecto.Frente a una escultura de Epstein suena un tema compuesto por The Chemical Brothers