Ballenas juguetonas en la costa
Septiembre y octubre son los mejores meses para observar los cet¨¢ceos desde tierra en Hermanus
Quedan entre 3.000 y 4.000 en los mares del hemisferio sur. En el hemisferio norte ya no hay, v¨ªctimas de la caza indiscriminada que se inici¨® en el siglo XVIII. Son las ballenas francas, tambi¨¦n llamadas southern right whales (right porque eran las ballenas correctas a cazar, dado que son lentas y flotan sin problemas una vez muertas). Protegidas desde 1935, en la actualidad se han convertido en un reclamo para la poblaci¨®n pesquera de Hermanus, a una hora y media de Ciudad del Cabo, a cuya bah¨ªa acuden cada invierno (entre julio y noviembre en Sur¨¢frica) a emparejarse y reproducirse.
En septiembre, Hermanus celebra un festival dedicado a los grandes cet¨¢ceos, que pueden contemplarse sin problemas desde los acantilados del pueblo y sin necesidad de tomar ning¨²n barco que los pueda molestar en sus actividades acu¨¢ticas.
Hermanus se precia de ser el mejor lugar del mundo para la observaci¨®n de las ballenas desde tierra y se aprovecha para ello de la curiosidad innata de los grandes mam¨ªferos, que se acercan a los acantilados o al puerto para espiar a los espectadores: se proyectan en vertical y asoman sus enormes cabezas una y otra vez. Hacen todo un alarde de poder¨ªo f¨ªsico y se sumergen de nuevo para golpear el agua con sus colas; nadan en paralelo al gent¨ªo, o suspenden en el aire sus entre 40 y 80 toneladas para dejarse caer luego en el mar de forma estrepitosa.
La ballena franca puede medir entre 14 y 18 metros y pesa una media de 54 toneladas. Durante el verano emigra a las aguas del Ant¨¢rtico para alimentarse, y en invierno se acerca a las costas surafricanas a emparejarse, reproducirse o instruir a los ballenatos. Sus gestaciones son de un a?o y los individuos pueden vivir entre 90 y 100 a?os. Lo m¨¢s caracter¨ªstico de la especie son sus callosidades, de color blanco, situadas principalmente en la cabeza y que adoptan diferentes formas para cada individuo.
La poblaci¨®n de Hermanus tiene 45.000 habitantes durante el a?o, pero esta cifra se duplica durante el festival, que este a?o se celebra entre el 22 y el 25 de septiembre, por lo que para aquellos que prefieran acercarse a las ballenas con tranquilidad tal vez no sean las mejores fechas. Los meses de septiembre y octubre son los mejores, y en la bah¨ªa de Walker se llegan a concentrar entre 150 y 200 ballenas. Se recomienda, para huir del bullicio y poder encontrar un buen lugar en los 12 kil¨®metros de acantilados de la localidad, levantarse pronto por la ma?ana, cuando los cet¨¢ceos son especialmente activos y el mar est¨¢ m¨¢s tranquilo. El festival a¨²na m¨²sica, teatro, actividades deportivas y exposiciones, y supone tambi¨¦n una oportunidad para conocer el trabajo de decenas de artistas que operan desde la poblaci¨®n y abren sus galer¨ªas y talleres para la ocasi¨®n. De especial importancia es el Whale Caller, que se supone que es capaz de atraer a las ballenas con su cuerno hecho de algas secas. Para los que se f¨ªen menos de la conexi¨®n especial del Whale Caller con los leviatanes, se pone a disposici¨®n del p¨²blico un tel¨¦fono de informaci¨®n que hace un seguimiento de las ballenas y de sus movimientos (312 26 29, una vez en Hermanus). Asimismo, un autob¨²s lleva a los interesados a las tradicionales zonas de avistamiento. En la bah¨ªa de Walker, donde se encuentra Hermanus, se ofrecen asimismo viajes en barco para ver a las ballenas, pero por lo general su precio es elevado y no ofrece la misma satisfacci¨®n que el hecho de que sean las ballenas las que, al azar, elijan acercarse de forma natural.
Entre el mar y la monta?a
Hermanus es una poblaci¨®n pesquera, pero la actividad ha cedido su primac¨ªa al turismo, como se puede apreciar en una visita -recomendable- a su antiguo puerto, en el que se han situado algunos de los mejores restaurantes de la zona. Encontrar alojamiento, cafeter¨ªas o buenos restaurantes no es un problema. La poblaci¨®n, situada entre el mar y la monta?a, tambi¨¦n supone un lugar ideal desde el que realizar excursiones (la reserva natural de Fernkloof, en las inmediaciones, ofrece 40 kil¨®metros de senderos y caminos en las monta?as) y se encuentra en una zona prol¨ªfica en vi?edos, por lo que es id¨®nea para los amantes de rutas del vino, de las que la pen¨ªnsula del Cabo est¨¢ repleta.
La oficina de turismo de Hermanus funciona razonablemente bien y facilita informaci¨®n, alojamiento y reserva on line, y un gran n¨²mero de establecimientos hoteleros ofrecen sus servicios en Internet (www.sa.venues.com, www.hermanus.co.za). Desde Ciudad del Cabo se puede alquilar un coche (circulan por la derecha, salir por la N-2 hasta llegar a la R-43 que conduce a Hermanus) con facilidad y la gran mayor¨ªa de hoteles ofrecen traslados desde y hasta el aeropuerto. Si el contemplar ballenas se elige como una actividad complementaria a realizar desde Ciudad del Cabo, diferentes compa?¨ªas organizan visitas de un d¨ªa.
Oficina de turismo de Hermanus (www.hermanus.co.za y 00 27 28 312 26 29)
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