Venezuela salda sus deudas con los emigrantes espa?oles
M¨¢s de 3.000 trabajadores espa?oles retornados empiezan a cobrar pensiones en aplicaci¨®n de un convenio de 1988
Enma Tasc¨®n y Jes¨²s Garc¨ªa regresaron hace una d¨¦cada a Espa?a en busca de una jubilaci¨®n en su tierra natal, despu¨¦s de media vida de trabajo en Venezuela, donde se casaron en 1980. Trajeron consigo "buenos recuerdos", una hija y 16 a?os de cotizaci¨®n a los Seguros Sociales, en el caso de Enma, y 26 en el de Jes¨²s.
Hoy, estos dos emigrantes retornados disfrutan del retiro entre su casa de Le¨®n y un peque?o huerto en las afueras. Desde que cumplieron los 65 a?os -Enma tiene 66, y Jes¨²s, 68- se benefician de una pensi¨®n de jubilaci¨®n por los a?os cotizados a la Seguridad Social espa?ola. Pero los pagos correspondientes a Venezuela estaban pendientes. "Present¨¦ la solicitud ante los Seguros Sociales cuando cumpl¨ª los 65", asegura Enma. "Y ya ha pasado m¨¢s de un a?o sin cobrar ni un bol¨ªvar". Jes¨²s no recibe la pensi¨®n venezolana desde hace casi cuatro.
Quienes hayan cotizado durante 15 a?os percibir¨¢n unos 180 euros mensuales
La deuda se remonta a 18 a?os atr¨¢s, cuando en 1988 Espa?a y Venezuela firmaron el Convenio Bilateral de Seguridad Social, que beneficia a los ciudadanos espa?oles que trabajaron y cotizaron en ambos pa¨ªses. Pero el pasado 31 de julio el Gobierno venezolano anunci¨® que proced¨ªa a saldarla. "Hab¨ªa una demora con Espa?a que los anteriores Gobiernos nunca hab¨ªan cumplido", expone Iv¨¢n Espinosa, viceministro venezolano de Seguridad Social.
As¨ª que 3.140 emigrantes retornados, siempre que hayan presentado la solicitud de la pensi¨®n antes de diciembre de 2005 y cumplan con los requisitos -como haber cumplido los 60 a?os en los hombres y los 55 en las mujeres, edades de jubilaci¨®n en Venezuela- est¨¢n de enhorabuena. De ellos, 1.995 percibir¨¢n una pensi¨®n vitalicia mensual de 216,62 d¨®lares (unos 180 euros) en 13 pagas anuales por haber cotizado en aquel pa¨ªs -o parte en Espa?a- durante m¨¢s de 750 semanas (algo menos de 15 a?os). Los 1.145 restantes, que no llegaron a ese plazo, recibir¨¢n un pago ¨²nico para paliar la ausencia de pensiones no contributivas en Venezuela. Ese pago corresponde al 10% de las cotizaciones acumuladas por los que no superan el m¨ªnimo exigido.
Al igual que Jes¨²s y Enma, Jorge, un barcelon¨¦s de 69 a?os, forma parte de los que contribuyeron durante m¨¢s de 750 semanas. En concreto, trabaj¨® en Valencia (Venezuela) durante 21 a?os. Lleg¨® como jefe de departamento de una empresa y fue ascendiendo hasta conseguir un puesto directivo. En 1987, con 50 a?os, regres¨® a Espa?a al mando de una compa?¨ªa de fibra ¨®ptica. Se jubil¨® a los 62, pero a los 65 retom¨® la actividad. Hoy disfruta de una jubilaci¨®n flexible, que le permite trabajar como ingeniero y asesor de empresas a tiempo parcial, mientras el Estado se ahorra la mitad de su pensi¨®n espa?ola. Respecto a la venezolana, Jorge dice estar "contento porque el tema se haya resuelto, a pesar de que la pensi¨®n sea un poco baja". "Es una alegr¨ªa que me paguen entre el 20 y el 25 de cada mes porque es un complemento a mi pensi¨®n espa?ola", a?ade.
A juicio de Jos¨¦ Carlos Prieto, jefe de secci¨®n de la Consejer¨ªa de Trabajo de Espa?a en Caracas, "se trata de un asunto que llevaba mucho tiempo bloqueado"
pero " poco a poco se va arreglando la situaci¨®n". De hecho, en agosto de este a?o, seg¨²n el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), se han empezado a desembolsar 11,07 millones de d¨®lares (unos 9,4 millones de euros) para pagar las mensualidades desde diciembre de 2005 hasta junio de 2006, incluida la paga de Navidad. Posteriormente, Venezuela abonar¨¢ los meses de julio y agosto. A partir de septiembre, los pagos mensuales ya se realizar¨¢n sin retraso. Tanto Prieto como fuentes del Banco Santander, la entidad encargada de canalizar los pagos en Espa?a, confirman que las pensiones ya se est¨¢n pagando.
Jes¨²s, Enma, Jorge y los 3.137 emigrantes restantes que de momento reconoce el IVSS son s¨®lo el principio de una deuda que comienza a saldarse. Cualquiera que se acoja a los requisitos puede presentar la solicitud y acceder a la pensi¨®n "en un mes m¨¢s o menos", seg¨²n el viceministro Espinosa.
Venezuela fue uno de los destinos preferidos por los espa?oles que tuvieron que emigrar en busca de trabajo. All¨ª viven 141.405, seg¨²n datos de 2005 del Consulado de Espa?a en Caracas. "Aunque puede haber muchos m¨¢s que no est¨¦n censados", estima Prieto. Son muchos los que regresan cada a?o. El pasado volvieron a Espa?a, seg¨²n el Ministerio de Trabajo, 38.321 expatriados.
Enma y su hija Vanessa lo hicieron en 1996; Jes¨²s, dos a?os m¨¢s tarde. En Maracaibo, la segunda ciudad de Venezuela e importante centro petrol¨ªfero, regentaron un negocio de repuestos de coches.
"Aunque no fue del todo bien", recuerda Enma. Jes¨²s emigr¨® con el objetivo de progresar, primero a Suiza, luego a Canad¨¢ y finalmente, a Venezuela, donde se asent¨®. En una de sus vacaciones, regres¨® a su Le¨®n natal, donde conoci¨® y convenci¨® a Enma, para que se casara con ¨¦l en Maracaibo.
Pero Jes¨²s ten¨ªa claro que quer¨ªa terminar sus d¨ªas en Espa?a. Y as¨ª lo hicieron. "Echo mucho de menos aquello", dice Enma, "porque all¨ª pasamos muy buenos a?os". Tres lustros despu¨¦s regresaron para retirarse sin m¨¢s preocupaci¨®n que una hija de 24 a?os, un peque?o huerto y el cobro de su pensi¨®n venezolana. En cuanto se efect¨²e el pago, Enma y Jes¨²s tendr¨¢n un asunto menos del que preocuparse.
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