Cien cuentas embargadas, 83 euros bloqueados
Al menos 12 listas circulan por los bancos con nombres de supuestos terroristas, pero todas las cuentas intervenidas en Espa?a desde el 11-S lo han sido por error. S¨®lo se han bloqueado 83 euros
"Lo siento, no tenemos nada a su nombre", le respondi¨® una funcionaria de Correos de San Mart¨ªn de la Vega, localidad situada a 22 kil¨®metros de Madrid, a Ahmad Mardini, de 55 a?os, cuando el pasado mes de noviembre este sirio nacionalizado espa?ol exhibi¨® su DNI y un n¨²mero de nueve cifras con el que esperaba cobrar 600 euros que le acababa de enviar su hermano desde Kempfeld (Hamburgo). Mardini telefone¨® a su familiar y ¨¦ste le remiti¨® por fax la fotocopia del recibo, la prueba de que hab¨ªa enviado el dinero.
El sirio regres¨® a Correos con el documento, pero la empleada insisti¨® en que no hab¨ªa transferencias para ¨¦l. "Vuelve a retirar tu dinero porque esta gente dice que aqu¨ª no est¨¢", le dijo Mardini a su hermano. Ninguno de los dos imagin¨® que el apellido familiar hab¨ªa ca¨ªdo en la inmensa telara?a de listas de sospechosos-terroristas cuyos nombres circulan en los ordenadores de bancos y operadores financieros de todo el planeta. Unas listas con numerosos errores y a veces con datos parciales e incompletos, seg¨²n una investigaci¨®n de EL PA?S.
Miles de musulmanes no pueden enviar dinero porque su nombre coincide con el de un terrorista
"Muchas veces la informaci¨®n [de las listas] es parcial e insuficiente", admite un funcionario
Javier Rup¨¦rez, director del Comit¨¦ Antiterrorista de la ONU, apoya el uso de las listas
Hay m¨¢s de 12 'listas negras', y la calidad y m¨¦todos de inclusi¨®n y exclusi¨®n est¨¢ siendo cuestionada
Bancos y cajas de ahorro reciben quejas de clientes porque las listas son imprecisas y contienen errores
Cuando el hermano de Mardini, cirujano de profesi¨®n, regres¨® a la sucursal de Western Union y protest¨® porque los 600 euros no hab¨ªan llegado a Espa?a, un empleado le confes¨® "confidencialmente" que la causa era el atentado del 11-S en EE UU: "Su hermano est¨¢ en una lista y no podemos enviarle ese dinero. El ordenador no lo permite. Tiene que conseguir que le saquen de la lista". "?De qu¨¦ lista?", respondi¨® el m¨¦dico.
Ahmad Mardini, natural de Damasco, casado con Mar¨ªa, una zamorana, y padre de tres hijos, lleva 36 a?os en Espa?a. Ha sido inform¨¢tico, camionero, auxiliar de enfermer¨ªa y repartidor. Todo marchaba bien en su familia hasta que fue detenido por error en la primera gran redada contra miembros de Al Qaeda, en noviembre de 2001. Cinco a?os antes hab¨ªa traspasado su tienda de decomisos en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s a Osama Darra y Mohamed Needl, dos ex muyahidin que prestaban apoyo financiero a la yihad y que han sido condenados por la Audiencia Nacional.
Mardini estuvo entonces incomunicado durante cinco d¨ªas en una celda del cuartel policial de Canillas, en Madrid. Le filmaron en v¨ªdeo, tomaron fotograf¨ªas y huellas dactilares y pas¨® un reconocimiento m¨¦dico. Durante los cinco d¨ªas que permite la Ley Antiterrorista ni Mar¨ªa ni sus hijos tuvieron noticias sobre su paradero. Cuando el juez Baltasar Garz¨®n le dej¨® en libertad, descubri¨® que hab¨ªa perdido su trabajo como repartidor de Coca-Cola. "Me dijeron que me seguir¨ªan pagando, pero que no volviera". Mardini contempl¨® at¨®nito c¨®mo aquel v¨ªdeo y su fotograf¨ªa, sonriendo a la c¨¢mara, sal¨ªan en los informativos de varias televisiones junto a las de presuntos terroristas. Para colmo, su cuenta en Caja Madrid permaneci¨® bloqueada por orden judicial. "Una pesadilla, un infierno personal y familiar que me ha costado mucho superar", dice ahora el sirio en su casa de 80 metros en San Mart¨ªn de la Vega, mientras fuma junto a su esposa en una pipa de agua.
Ahmad Mardini no fue imputado ni procesado en la causa que se abri¨® contra la mayor¨ªa de los detenidos de aquella operaci¨®n policial que llev¨® a prisi¨®n en 2001 a los hombres de Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, el jefe de Al Qaeda en Espa?a condenado a 12 a?os de c¨¢rcel. Pero su nombre, apellidos, fecha de nacimiento y direcci¨®n aparecen en una denominada Lista de Control enviada a los bancos y operadores financieros por el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Una lista en la que figuran otras nueve personas detenidas en aquella redada de islamistas, entre ellos Darra y Needl, los ex muyahidin a los que Mardini traspas¨® su tienda.
El caso de Mardini no es una excepci¨®n. La pr¨¢ctica totalidad de las cuentas corrientes embargadas en Espa?a desde el 11-S de 2001 a personas incluidas en las listas internacionales de terroristas elaboradas por la ONU y la Uni¨®n Europea lo han sido por error, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la Direcci¨®n General del Tesoro. "Hemos tenido que desbloquear la inmensa mayor¨ªa de las cuentas congeladas. O eran nombres parecidos o casos de homonimia, como el de una persona que viv¨ªa en Sevilla. Las listas se est¨¢n puliendo y mejorando. Muchas veces la informaci¨®n que contienen es parcial e insuficiente", reconoce un funcionario del Tesoro.
El Ministerio de Econom¨ªa ha declinado facilitar a este peri¨®dico datos sobre los errores cometidos o las cantidades embargadas con el argumento de que se trata de informaci¨®n "confidencial", pero los datos que ofrecen otras fuentes demuestran que el sistema de las listas internacionales provoca centenares de embargos err¨®neos en toda Europa.
Espa?a es un buen ejemplo. Los 36.000 euros congelados a 97 personas, en su mayor¨ªa musulmanes, entre 2001 y 2006 han tenido que ser desembargados ya que sus propietarios no ten¨ªan nada que ver con el terrorismo yihadista. Se trataba de personas con nombres y apellidos id¨¦nticos o similares a las que figuran en la mara?a de listas almacenadas en los ordenadores de los bancos y operadores financieros. Hoy, el balance del dinero requisado por este sistema a terroristas de Al Qaeda en Espa?a asciende a 83,75 euros embargados en 2004. La mayor¨ªa de las cuentas bloqueadas estaban vac¨ªas.
Aunque no han trascendido, las quejas de los afectados ante los bancos, cajas de ahorro y operadores financieros son constantes desde que se comenzaron a aplicar las listas en Espa?a. "Tenemos muchas incidencias porque las listas no son precisas y tienen errores. Hay muchas coincidencias entre personas inocentes con nombres ¨¢rabes y los terroristas", reconocen fuentes de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorro (CECA). Protestas similares se est¨¢n dando en otros pa¨ªses de Europa, en especial en el Reino Unido, el pa¨ªs que m¨¢s embarga, seg¨²n asegura una fuente diplom¨¢tica.
El embargo de cuentas bancarias a presuntos terroristas es un instrumento anglosaj¨®n que se aplica desde antes de los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York. Auspiciado por la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU) se ha extendido desde el 11-S por todo el mundo, incluida la UE. Pero la mara?a de listas, al menos 12, es cada vez m¨¢s compleja y la decisi¨®n de incluir o excluir a los sospechosos depende de distintos criterios, organismos y autoridades.
EE UU cuenta con numerosas listas entre las que destacan la del Departamento de Estado (Specially Designated Global Terrorist, SDGT), 20 folios de presuntos terroristas, y la de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), que depende del Departamento del Tesoro norteamericano y tiene unos 653 folios con m¨¢s de 5.000 nombres de sospechosos, en su mayor¨ªa yihadistas y traficantes de droga mexicanos y colombianos. En la OFAC trabajan 120 funcionarios que velan por "proteger la seguridad de nuestro pa¨ªs".
Las normas de la OFAC son muy estrictas y la primera recuerda a las empresas de servicios monetarios que es "ilegal" facilitar la transferencia de dinero a cualquiera de las personas de su lista "sin importar el monto de la transacci¨®n". "El 11-S, el 11-M en su pa¨ªs y el 7-J en Londres costaron cantidades rid¨ªculas", recuerdan fuentes de esa oficina. La segunda norma pide a los operadores financieros que recolecten toda la informaci¨®n del remitente y beneficiario "antes de que el primero abandone la oficina". Esta informaci¨®n es clave para evitar los "positivos falsos" que detecta el programa inform¨¢tico de interdicci¨®n instalado en los bancos y compa?¨ªas, un sistema que avisa de las transacciones cuestionables que se deben revisar.
La OFAC explica a los operadores financieros las medidas que deben tomar para evitar errores de identificaci¨®n, pero pese a las cautelas los fallos son frecuentes. En EE UU tambi¨¦n hay listas del Departamento de Comercio, la CIA, Pa¨ªses no Cooperativos, Lista Consolidada Canadiense, Participantes Inhabilitados por el Banco Mundial y Archivo de Oficiales bloqueados, entre otras. Cada una de ellas tiene su "guardi¨¢n" al que el operador financiero debe llamar de inmediato si alguna de las miles de personas fichadas como terroristas asoma la nariz por su oficina. El sirio Mardini cay¨®, probablemente, en una de estas listas.
En Europa, adem¨¢s de la elaborada por el Reino Unido y el Banco de Inglaterra, est¨¢n vigentes dos grandes listas, ambas a iniciativa de la ONU, y en todas se han embargado cuentas corrientes por error a centenares de personas, en su mayor¨ªa musulmanes, seg¨²n reconocen algunos de sus responsables. En 1999, tres a?os antes del 11-S, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas elabor¨® la denominada lista de Al Qaeda y los talibanes, que sigue vigente y agrupa en la actualidad a 142 ex miembros del Gobierno talib¨¢n y 212 personas asociadas a Osama Bin Laden y sus sat¨¦lites.
A falta de una definici¨®n de terrorismo de aceptaci¨®n universal esa lista es una n¨®mina de personas y grupos a los que la comunidad internacional considera terroristas. El embargo de los bienes y la prohibici¨®n de viajar a los que figuran en esa lista obliga a actuar a los Estados miembros. Desde su creaci¨®n, 34 Estados han congelado activos por valor de 93,4 millones de d¨®lares, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Comit¨¦ de Vigilancia y Sanciones que preside el embajador argentino C¨¦sar Mayoral.
?C¨®mo, y sobre qu¨¦ criterios un pa¨ªs puede incluir a una persona en esta lista de la ONU? "El principal criterio es ilustrar al Comit¨¦ sobre un claro v¨ªnculo o lazo de esa persona con Al Qaeda y sus grupos asociados. Si algo falta en la solicitud, el Comit¨¦ pide al Estado solicitante que suministre mayor informaci¨®n y clarificaci¨®n", responde Diego Malpede, funcionario de este organismo con sede en Nueva York. Para estar en la lista no hace falta que medie una condena o inculpaci¨®n penal. "Los retrasos en la aplicaci¨®n de las sanciones s¨®lo sirven para que los partidarios de Al Qaeda tengan ocasi¨®n de eludirlas", dicen los informes internos del Comit¨¦.
Pese a que la lista lleva activa ocho a?os la calidad de la informaci¨®n que contiene y los m¨¦todos de inclusi¨®n y exclusi¨®n de nombres est¨¢n en cuesti¨®n. M¨¢s de 50 Estados han solicitado "la necesidad de asegurar el debido proceso y la transparencia en los procedimientos que usa el Comit¨¦" para su elaboraci¨®n. "Cuando Espa?a fue miembro del Comit¨¦ (2003 y 2004) comparti¨® con los Estados miembros su deseo de mejorar la calidad de los nombres en la lista consolidada", asegura Malpede, que declina facilitar los nombres que aporta Espa?a a esta lista y las reclamaciones que ha hecho, porque es informaci¨®n "confidencial".
El debate sigue abierto y Dinamarca, en su condici¨®n de miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, ha pedido un ombudsman (defensor) al que se puedan dirigir los afectados, ya que los Estados reciben centenares de reclamaciones individuales, seg¨²n se?alan distintas fuentes. Gracias a la iniciativa de Alemania, Suecia y Suiza el Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Brown University ha elaborado recomendaciones para la inclusi¨®n y exclusi¨®n de nombres. "Las listas de EE UU, la UE y la ONU son bastante arbitrarias porque se incluye a personas sin consultarles previamente y sin darles la posibilidad de argumentar en su descargo. No pueden recurrir", dice Alejandro Teitelbaum, colaborador del Centro Europe Tiers Monde, con sede en Ginebra.
Juan Antonio Y¨¢?ez, copresidente del grupo que negocia la propuesta de Kofi Annan para una estrategia mundial de lucha contra el terrorismo, destaca que est¨¢ en discusi¨®n c¨®mo mantener al d¨ªa esta lista y c¨®mo asegurar que responda a lo que se requiere. "Se est¨¢n revisando los procedimientos de control. Hay quejas y reclamaciones por la introducci¨®n y eliminaci¨®n de nombres. Hay que asegurarse de que los datos respondan a la realidad, aunque nunca se podr¨¢ evitar del todo que se produzcan errores. Y si los hay tenemos que lograr que se corrijan r¨¢pidamente".
Los jefes de los servicios de seguridad e inteligencia de siete Estados ¨¢rabes y de Pakist¨¢n han solicitado a los responsables de esta lista que se reconsidere su contenido de forma peri¨®dica.
Una resoluci¨®n de la ONU oblig¨® a los pa¨ªses de la UE a crear su propia lista en diciembre de 2001, tres meses despu¨¦s del 11-S. La decisi¨®n de incluir a una persona en esta lista corresponde a cada Estado, pero se debe adoptar por unanimidad del Consejo. No se exige sentencia firme para incluir a una persona o a un grupo en la lista, s¨®lo que exista alguna actuaci¨®n judicial aunque est¨¦ sin concluir. "Espa?a ha sido puesta como ejemplo por los m¨¢s garantistas. S¨®lo incluimos a personas o grupos condenados en sentencia firme", dice un funcionario destinado en Bruselas.
?ngel Losada, director general de Asuntos Internacionales de Terrorismo, se?ala que hay un debate en la UE sobre los m¨¦todos de inclusi¨®n que todav¨ªa no se ha resuelto: "Algunos pa¨ªses, como Holanda, apoyan la necesidad de ampliar estos supuestos a otro tipo de decisiones administrativas, policiales o de inteligencia. Tiene la ventaja de cara a la eficacia preventiva, pero el riesgo de la p¨¦rdida de garant¨ªas. Bajar¨ªa el nivel de credibilidad de la lista". Tanto el Gobierno del PP como el del PSOE han apoyado la inclusi¨®n de personas que hayan sido condenadas en firme.
Se han presentado 17 recursos ante el Tribunal de Justicia de la UE por personas o grupos que cuestionan su inclusi¨®n en las listas de la ONU y la UE y en los dos casos fallados, aunque todav¨ªa sin sentencia firme, la petici¨®n de los recurrentes ha sido desestimada. El Tribunal de Estrasburgo aval¨® que Segi y las Gestoras Pro Amnist¨ªa, ambas ligadas a ETA, sigan en la lista.
Tambi¨¦n ha habido juicios en Turqu¨ªa, Italia, Pakist¨¢n y EE UU. En ning¨²n caso los recurrentes son personas a las que se les ha embargado sus cuentas por error, sino otras que niegan su pertenencia a grupos terroristas y denuncian la vulneraci¨®n de sus derechos fundamentales.
Javier Rup¨¦rez, director del Comit¨¦ Antiterrorista de la ONU, apoya el uso de las listas. "Es un buen instrumento siempre que se administren bien. Hay que ser preciso en su elaboraci¨®n porque se han producido errores y no hab¨ªa un procedimiento para sacar a las personas de la lista. Eso ya est¨¢ previsto y en general est¨¢n siendo positivas".
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ex presidente del Gobierno, propuso la creaci¨®n de una lista ¨²nica. "Ser¨ªa de la ONU y tendr¨ªa toda la autoridad y legitimidad, pero existe el problema de que en el mundo hay diferentes sensibilidades sobre el terrorismo. ?C¨®mo vamos a hacer una sola lista si no sabemos qu¨¦ es el terrorismo? Ese problema deber¨ªa desaparecer, aunque soy el primero en ver las dificultades", esgrime Rup¨¦rez.
Losada destaca la importancia de que las listas sean cre¨ªbles. "Si no se corrigen los errores la presi¨®n a los operadores financieros ser¨¢ muy grande. Las listas se deben mantener y no se deben basar s¨®lo en su eficacia congeladora, sino en el valor pol¨ªtico de aislamiento de los que aparecen en ellas. Que los terroristas no puedan transitar por el sistema econ¨®mico global", aduce.
Nueve meses despu¨¦s de descubrir que figura en una de esas listas negras el sirio Mardini ignora qu¨¦ organismo la redact¨® y c¨®mo y por qu¨¦ se le incluy¨®. "?A qui¨¦n puedo acudir? Desde hace meses el dinero que me env¨ªa mi hermano desde Alemania lo hace a nombre de mi mujer para evitar problemas. Sigo siendo sospechoso de terrorismo. ?No es una locura?", se lamenta.
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