El due?o de un edificio de M¨¢laga deja que se pudra para echar a cinco vecinos

Cuanto m¨¢s se sube por la escalera del n¨²mero cinco de la calle Mariscal el olor ¨¢cido a basura y excrementos se hace m¨¢s estomagante. En los rellanos de este edificio hist¨®rico del centro de M¨¢laga, la ¨²nica iluminaci¨®n entra a trav¨¦s de unas ventanas con cristales rotos, y las ratas y las cucarachas corren a su antojo. El due?o del inmueble se niega a arreglar las zonas comunes y los vecinos han pasado 13 d¨ªas sin agua corriente. La Administraci¨®n cree que el casero busca echar a los cinco inquilinos que quedan para poder especular con el edificio.

El inmueble, de cuatro alturas m¨¢s la planta baja, est¨¢ incluido en el Cat¨¢logo de Edificios Protegidos del ?rea de Urbanismo municipal. Sin embargo, su propietario, Jes¨²s Jim¨¦nez Astorga, ha hecho poco por su conservaci¨®n. El casero asegura que la limpieza y los arreglos de las zonas comunes "no est¨¢n incluidos en los contratos de arrendamiento y por lo tanto les corresponde a los inquilinos". De los cinco vecinos, dos mujeres jubiladas y viudas disfrutan de contratos de renta antigua. Otro inquilino, tambi¨¦n jubilado, dice pagar 218 euros al mes por 15 metros cuadrados.

Una de estas ancianas, que no quiere dar su nombre "por miedo a represalias", habita en una de las viviendas desde que sus padres se mudaron all¨ª en 1937. En ella se visti¨® de novia para casarse y en ella falleci¨® su esposo hace dos meses. Entrar en su casa desde la escalera es como pasar del infierno al paraiso sin escala en el purgatorio. Las habitaciones no tienen ni una mota de polvo, todo est¨¢ perfectamente ordenado y las ¨²nicas manchas visibles, en el techo, las produjo una fuga de agua que mantuvo al edificio sin abastecimiento durante casi dos semanas. "?ste no me echa a m¨ª a menos que me pague una vivienda", desaf¨ªa.

Pisos 'okupados'

Lejos quedan los tiempos en que las 20 casas del bloque estuvieron ocupadas. "Desde que compr¨® el edificio hace diez a?os, el due?o nos ha hecho la vida imposible, y la gente ha terminado por irse, porque adem¨¢s el due?o se negaba a renovar los contratos de alquiler", asegura la jubilada. A medida que las viviendas se iban vaciando, el due?o iba tapiando las puertas para evitar que entraran okupas. Su precauci¨®n fue in¨²til. En la cuarta planta, una joven de acento eslavo, desconocida por los vecinos, declara pasar all¨ª sus "vacaciones" porque le han "robado el dinero". Muchos de los muros de ladrillo han sido derribados.

En el caso de los habitantes ilegales, Jim¨¦nez Astorga tambi¨¦n culpa a sus inquilinos. "Dejan la puerta abierta a todas horas, y se cuela todo el mundo. Ya ha ido la polic¨ªa varias veces", asegura. En una de sus visitas, a petici¨®n de un vecino, el pasado 13 de julio, funcionarios del ¨¢rea de Salud describieron el panorama en un informe: "Manifiesta insalubridad en la totalidad del inmueble. Gran cantidad de basura, heces, enseres y proliferaci¨®n de insectos y roedores. Hedor insoportable". Y remata: "Se hace necesaria la intervenci¨®n urgente de los organismos competentes". El mismo vecino que llam¨® a Sanidad denunci¨® a Jim¨¦nez Astorga ante el juzgado n¨²mero 13 de Malaga por no mantener la limpieza del inmueble. En esa ocasi¨®n, el casero result¨® absuelto.

El ¨¢rea de Urbanismo del Ayuntamiento de M¨¢laga inform¨® el pasado viernes de que intervendr¨¢ ante el "grave estado" del edificio. En concreto, se comprometi¨® a efectuar "el desatoro de la red enterrada de saneamiento, la limpieza general de escombros y desechos, as¨ª como otras obras ya requeridas al propietario en ocasiones anteriores". Por su parte, el Defensor del Ciudadano de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, Francisco Guti¨¦rrez, anunci¨® que enviar¨¢ a la Fiscal¨ªa de M¨¢laga un informe sobre el mal estado del inmueble y apunt¨® que incluso, la Ley de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica de Andaluc¨ªa (LOUA) "incluye la posibilidad de expropiaci¨®n forzosa a aquellos propietarios que no arreglan las viviendas de los inquilinos". Guti¨¦rrez elevar¨¢ su informe al Defensor del Pueblo andaluz, Jos¨¦ Chamizo, "que ya el a?o pasado abri¨® una queja de oficio sobre lo que se viene conociendo en Andaluc¨ªa como asustaviejas, que pretenden aburrir a los inquilinos para especular urban¨ªsticamente".

En C¨¢diz, los asustaviejas surgieron hace a?os, atra¨ªdos por un casco urbano con numerosos inmuebles hist¨®ricos en los que resid¨ªan inquilinos que pagaban rentas antiguas muy por debajo de los precios de mercado, informa Libertad Paloma. La Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos 5 de Abril lleg¨® incluso a firmar un "c¨®digo vecinal contra el acoso inmobiliario" con algunos de los principales promotores de la ciudad, entre ellos, Enrique Arroyo, quien hab¨ªa sido se?alado directamente por los inquilinos del casco hist¨®rico como uno de los principales asustaviejas de C¨¢diz. Era una de las pocas alternativas que encontraron los vecinos para poner de manifiesto unas actitudes, como el chantaje o las amenazas, que a veces no pueden denunciarse por falta de pruebas.