Cuar¨®n imagina "el fin del mundo"
"No es una visi¨®n pesimista del futuro, sino una visi¨®n realista del presente. Aunque no lo crean, soy una persona llena de esperanza y esto contamina siempre mis pel¨ªculas". As¨ª defendi¨® ayer en la Mostra el ecl¨¦ctico Alfonso Cuar¨®n su nueva entrega cinematogr¨¢fica, Los hijos de los hombres, una estremecedora adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de la brit¨¢nica P. D. James, publicada en 1993. La cinta presagia, en un futuro no muy lejano, el fin de la humanidad. "Me parece una historia muy adecuada para reflexionar sobre el mundo actual, con la ciencia-ficci¨®n como elemento convencional. Por eso hemos poblado la historia de iconos e im¨¢genes de los ¨²ltimos conflictos b¨¦licos, que ya forman parte de nuestro subconsciente. La humanidad posee un talento extraordinario para la destrucci¨®n, pero al mismo tiempo es capaz de superar solidariamente los problemas. La pel¨ªcula, en el fondo, no est¨¢ concentrada en el poder devastador del hombre, sino en el poder de sus ideolog¨ªas y de las acciones a su servicio", prosigui¨® el realizador mexicano, ¨²nico representante latinoamericano en la secci¨®n oficial del festival.
En 2027
La trama arranca cuando una extra?a enfermedad gen¨¦tica ha dejado a la poblaci¨®n inf¨¦rtil y al borde de la extinci¨®n. El ciudadano m¨¢s joven acaba de morir a los 18 a?os y reina el caos y la anarqu¨ªa entre los supervivientes. Un acad¨¦mico de Oxford, Theodore Faron (Clive Owen), deber¨¢ enfrentarse al destino y tratar de salvar a la poblaci¨®n de su ocaso final. "Hemos escogido ambientar la historia en el 2027 porque nos permit¨ªa retomar elementos del mundo de hoy con facilidad. Nos centramos en temas clave que han marcado el inicio del siglo XXI, como la masiva emigraci¨®n global, la fertilidad y la contaminaci¨®n ambiental", puntualiz¨®. "Y es que presenciamos un equilibrio socioecon¨®mico mundial cada vez m¨¢s precario y violento. Por eso, los ni?os constituyen la mayor esperanza de las futuras generaciones", dijo.
Cuar¨®n eligi¨® ambientar la historia en la capital brit¨¢nica, puesto que "en medio del invierno gris y fr¨ªo de Londres, es f¨¢cil imaginarse el fin del mundo", brome¨®. Y se vali¨® de ciertos artificios art¨ªsticos para impregnarle el realismo necesario: un estilo de cin¨¨ma verit¨¨, largas secuencias editadas instintivamente y la c¨¢mara en mano que sigue incesantemente al protagonista. "Al rodar las escenas b¨¦licas, no he buscado glorificar la guerra. No quiero exaltar la violencia, sino s¨®lo plasmar la realidad que sucede ante nuestros ojos. De hecho, el protagonista es un antih¨¦roe, completamente pasivo y desarmado. Su ¨²nico motivo para la agresi¨®n es la propia supervivencia. Su dinamismo proviene de su interior. La misi¨®n, que emprende involuntariamente, de salvar al mundo impuesta por su combatiente ex esposa (Julianne Moore), le hace retornar un sentido a su vida. Cr¨¦anme que si esto sucediera realmente, no dudar¨ªa en pedirle ayuda a Clive Owen", concluy¨®, entre risas, refiri¨¦ndose al actor protagonista.
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