A todo agosto le llega su San Mart¨ªn
G¨¹nter Grass
El escritor alem¨¢n, premio Nobel y destacado militante del compromiso del intelectual, hace su descargo de conciencia particular revelando que perteneci¨® a las SS hitlerianas en su juventud, lo que provoca un cierto esc¨¢ndalo. En el seguimiento del asunto por la prensa, sorprende que nadie haya mencionado los casos de numerosos y brillantes intelectuales espa?oles que no tuvieron ning¨²n reparo en fundar el grupo de Burgos y similares para arropar al general Franco en su obsesi¨®n por liquidar toda huella de la Rep¨²blica, pese a que colaboraron en el empe?o con algo m¨¢s de 17 a?os y durante el tiempo suficiente como para conseguir sus objetivos. Al fin y al cabo, Grass era un jovencito que no colabor¨® para nada en la instauraci¨®n definitiva del nazismo, mientras que aqu¨ª lo hicieron, sobre todo, despu¨¦s de que la defensa republicana estuviera cautiva y desarmada.
La piscina mallorquina
Orson Welles dijo alguna vez que lo peor de la caza de brujas emprendida por el senador McCarthy fue que muchos denunciaron a sus amigos para conservar sus piscinas. Se dir¨¢ que no es lo mismo, pero si el pep¨¦, seg¨²n noticias de prensa, fleta autobuses desde diversas ciudades para acudir a una manifestaci¨®n de apoyo al derecho de Pedro Yihad Ram¨ªrez a disfrutar en exclusiva de la piscina p¨²blica colindante con su casita en Mallorca, entonces es que las aguas bajan m¨¢s turbias de lo que parece. Se dijo tambi¨¦n que varios columnistas del diario del mundo mundial acudieron a esa temible manifestaci¨®n en defensa de los intereses de su jefe, que seguramente son los suyos. ?Se imaginan a Jim¨¦nez Losantos vociferando por la libertad de expresi¨®n y de compartir remoj¨®n con el marido de Agatha Ru¨ªz de la Prada? Yo, s¨ª.
Otro converso
Se dir¨ªa que el otro peri¨®dico ha contratado los servicios de Arcadi Espada para arremeter desde cualquier sitio contra sus antiguos compa?eros del primero peri¨®dico, al que ahora da en llamar la "prensa socialdem¨®crata". Lo mismo cree estar escribiendo brillantes esbozos de una ulterior investigaci¨®n period¨ªstica, cuando se trata m¨¢s bien de simples patochadas que no firmar¨ªa un becario. Hace literatura cursi cuando la pluma se le escapa, y no desde?a recurrir al insulto cuando se le demanda (como llamar "la monja alf¨¦rez" a Mar¨ªa Antonia Iglesias a cuenta de su entrevista al abad de Montserrat) o porque as¨ª le viene en gana. A veces, aunque raramente, se sincera. Como cuando afirma que ¨¦l era antes de izquierdas, y que al hacerse de derechas puede decir por fin lo que piensa. El tipo era m¨¢s inteligente, y m¨¢s educado, cuando se reprim¨ªa.
?Y si lo hubiera?
Parece que un consorcio petrol¨ªfero brit¨¢nico anda solicitando los permisos pertinentes para perforar en el litoral mediterr¨¢neo frente a La Albufera en busca del preciado l¨ªquido. El permiso depender¨ªa del correspondiente ministerio madrile?o, pero mientras tanto el Consell valenciano ya ha hecho saber, no se sabe bien con qu¨¦ prop¨®sito, que se opondr¨¢ a cualquier concesi¨®n que lesione ¨¢reas ambientalmente protegidas. A buenas horas. A tan buenas, que no se sabe a que juega el Consell, esta vez por boca del err¨¢tico Gonz¨¢lez Pons. Los ecologistas, por su parte, insisten en que se trata de una barbaridad y de una trampa: se tratar¨ªa de probar en terrenos de los que nada se espera nuevas t¨¦cnicas de sondeo. ?Pero y si, con el inexcusable apoyo de Berlanga, va y aqu¨ª hay petr¨®leo en las cantidades que aconsejan unas cuantas perforaciones? ?Ha considerado el se?or Camps que, de ser as¨ª, podr¨ªa al fin comprar el Ebro entero por unos barriles de nada?
Asuntos internos
Creo recordar que una antigua y cursi habanera dec¨ªa que Torrevieja era un tesoro, y tambi¨¦n un espejo. Nada desgasta m¨¢s a las hip¨¦rboles inmotivadas que el paso del tiempo, ese temible enemigo de las met¨¢foras improvisadas. Ya ven en que ha venido a parar Torrevieja: caos urban¨ªstico, presunto espejo de tesoros de corrupci¨®n, y campo abonado para los desmanes, tambi¨¦n presuntos hasta ahora, de una polic¨ªa local m¨¢s empe?ada en cubrir sus desafueros que en cumplir con sus obligaciones. Que yo sepa, comisiones de investigaci¨®n al margen, s¨®lo los cuerpos de polic¨ªa integran en su organigrama un departamento de asuntos internos, dedicados a esclarecer tanto como a enmascarar las supuestas irregularidades de los agentes del orden. Es una especialidad de la que carece, por ejemplo, el colectivo de barrenderos, ya que se supone que poco da?o pueden causar a otros en el ejercicio normal de sus funciones. Por supuesto que cualquier miserable puede pasarse en su trabajo, por exceso de celo. Pero no todos van armados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.