Un estudio indica discriminaci¨®n de las mujeres en los contratos Cajal
Larry Summers, anterior presidente de la Universidad de Harvard, dijo que la escasez de mujeres en la ciencia de elite es debida a una falta de habilidades cerebrales que los hombres s¨ª tienen. Sin embargo, las aludidas opinan que no es m¨¢s que el reflejo en n¨²meros de un trato discriminatorio. "A veces m¨¢s que machismo es misoginia larvada", afirma Flora de Pablo, profesora de investigaci¨®n del CSIC y presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Investigadoras y Tecn¨®logas. De Pablo ha hecho un an¨¢lisis de los contratos adjudicados en el programa de contratos m¨¢s importante de Espa?a en los ¨²ltimos a?os y la conclusi¨®n a la que ha llegado es que, sin clara justificaci¨®n, la balanza est¨¢ claramente inclinada a favor de los hombres.
El programa de contratos Ram¨®n y Cajal tiene como objetivo incorporar a la fuerza investigadora nacional a j¨®venes cient¨ªficos que en muchos casos est¨¢n fuera del pa¨ªs. En 2002 los aspirantes eran hombres en un 56% hombres y mujeres en un 44%. Los contratos fueron a parar a un 66% de hombres y un 34% de mujeres. En 2005 la situaci¨®n no hab¨ªa cambiado mucho porque las solicitudes proced¨ªan en un 61% de hombres y en un 39 % de mujeres, mientras que las adjudicaciones se repartieron a un 70% de hombres y un 30% de mujeres. "En muchas ¨¢reas, para una mujer fue m¨¢s de dos veces m¨¢s dif¨ªcil que para un hombre conseguir un contrato. Y no hablamos de ¨¢reas muy t¨¦cnicas
se trata de ¨¢reas donde las mujeres hace tiempo que son un alto n¨²mero", escribe De Pablo en un documento que formar¨¢ parte del libro Desequilibrios de g¨¦nero en ciencia y tecnolog¨ªa (Editorial ArCiBel, 2006).
Un argumento para justificar este desequilibrio ser¨ªa una peor cualificaci¨®n de las mujeres. Por lo que se refiere al curr¨ªculo, tal como indica De Pablo "para saberlo con certeza habr¨ªa que volver a evaluar todas las solicitudes
algo poco factible". Sin embargo, recuerda que de media las mujeres tienen mejores expedientes acad¨¦micos que los hombres.
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