Esplendor de la cer¨¢mica de Alcora en el Museo Arqueol¨®gico

El Museo Arqueol¨®gico Nacional acoge una exposici¨®n donde aflora la selecta mitad de su colecci¨®n de cer¨¢mica de Alcora, 155 piezas, de extraordinaria finura, elaboradas en la factor¨ªa castellonense en la etapa de su m¨¢ximo esplendor, entre los a?os de 1727 y 1827. La mirada del visitante halla en esta muestra est¨ªmulos para el recreo y la delectaci¨®n, habida cuenta de la exquisitez de las hechuras exhibidas. La muestra permanece abierta hasta el 29 de octubre.

Los aficionados a la cer¨¢mica encuentran aqu¨ª un vistoso repertorio de modelos, g¨¦neros y motivos tratados por los artesanos de la factor¨ªa levantina. Abarcan desde placas de devoci¨®n hasta vajillas y aguamaniles, m¨¢s j¨ªcaras, juegos de t¨¦ y chocolate, joyeros, espejos..., ornamentados con suprema delicadeza. A trav¨¦s de su artesan¨ªa se descubre el esp¨ªritu de una ¨¦poca, expl¨ªcito en esta manifestaci¨®n artesanal que define una etapa de profundas transformaciones est¨¦ticas.

Las manufacturas de Alcora fueron abiertas en 1727 y funcionaron hasta 1940

A ellas fue sensible Buenaventura de Alc¨¢ntara Xim¨¦nez de Urrea, noveno conde de Aranda, impulsor de la manufactura castellonense por ¨¦l creada en 1726 y mantenida en funcionamiento por sus descendientes hasta 1940. El noble aragon¨¦s trataba de incorporar Espa?a al primer destello industrial europeo generando mercado y beneficio privado con operarios locales para la manufactura seriada de artesan¨ªa suntuaria. Talleres de carpinter¨ªa, pintura, barnices, tornos, moldes y distintos hornos produc¨ªan la cer¨¢mica con la que se decorar¨ªan estancias regias, palaciegas y altoburguesas, frenando importaciones y fijando, adem¨¢s, la poblaci¨®n al territorio.

La evoluci¨®n de la sensibilidad art¨ªstica del barroco al rococ¨® y el neoclasicismo, antesala del gusto ornamental rom¨¢ntico, se aprecia en las piezas expuestas. Su selecci¨®n ha seguido tres criterios: tem¨¢tico y cronol¨®gico, de un lado, adem¨¢s del referido a la sustancia de las piezas realizadas en tres distintas pastas cer¨¢micas: loza, tierra de pipa y porcelana. As¨ª lo comenta Rodrigo Lafuente, adjunto de la comisaria de la exposici¨®n, Carmen Ma?ueco, que prologa tambi¨¦n un cuidado cat¨¢logo.

De la artesan¨ªa surgida de los hornos alcore?os desde el primer cuarto del siglo XVIII cobr¨® m¨¢xima relevancia y prestigio la loza esmaltada: la frescura de sus motivos frutales, infantiles y amorosos se complementaba con la limpieza de sus dise?os, que filtraba el influjo de la cer¨¢mica de otras zonas de Espa?a, entonces ya en declive, como la talaverana.

No obstante, en el ¨²ltimo cuarto de la misma centuria otras piezas, elaboradas con la denominada tierra de pipa y con porcelana, desplazaron a aqu¨¦llas por su m¨¢s c¨¢lida vistosidad.La tierra de pipa se fabricaba en Inglaterra desde mediados del Siglo de las Luces y lleg¨® a Espa?a por v¨ªa cortesana, como la mayor parte de la cer¨¢mica suntuaria, cuya principal mentora fue la dinast¨ªa borb¨®nica, instalada en Espa?a desde 1700. Los motivos se fueron enriqueciendo con repertorios franceses e italianos, ¨¦stos a trav¨¦s del impulso regio de Isabel de Farnesio, esposa italiana de Felipe V. Con posterioridad al despliegue de las labores en tierra de pipa y por la v¨ªa de la refinada Corte de Dresde, en Sajonia, comenz¨® a generalizarse en Europa el empleo de la porcelana fina, de uso conocido en China desde la Edad Media y cuya f¨®rmula se mantuvo en secreto para el Viejo Continente durante centurias.

La porcelana es un material moldeable, trasl¨²cido, impermeable y de gran resistencia, formado por una arena clara refractaria, denominada caol¨ªn, as¨ª como por un componente brillante presente en el granito, el feldespato; junto con el cuarzo, procuran a esta cer¨¢mica en el horneado una firmeza indeformable y una versatilidad que, en tres dimensiones, elastiza el rigor de la materia desde la m¨¢s pulcra m¨ªmesis de la realidad hasta el m¨¢s so?ador de los caprichos. La exposici¨®n es, por su enjundia, una invitaci¨®n al deleite.

Un siglo de cer¨¢mica de Alcora. Museo Arqueol¨®gico Nacional. Serrano, 13. De martes a s¨¢bado, de 9.30 a 20.00. Domingos y festivos, hasta las 15.00. Lunes, cerrado. Entrada gratuita.