Los h¨¦roes an¨®nimos
Dos t¨ªtulo mundiales (Perth 1998 y Fukuoka 2001) y uno ol¨ªmpico (Atlanta 1996). No hay deporte de equipo espa?ol que pueda presentar semejante palmar¨¦s en s¨®lo 10 a?os. Dos platas mundiales m¨¢s (1991 y 1994), otra ol¨ªmpica (1992), una m¨¢s europea (1991) y dos bronces tambi¨¦n continentales (1983 y 1993).
El waterpolo fue la primera selecci¨®n espa?ola en conquistar los dos trofeos m¨¢s preciados para un deportista: el oro ol¨ªmpico y el mundial. Durante una d¨¦cada, el deporte del bal¨®n en la piscina forj¨® un equipo de leyenda liderado por Manel Estiarte, reconocido como el mejor waterpolista de todos los tiempos. ?Cu¨¢l fue el secreto? Desde 1990 se fragu¨® una columna vertebral, con cinco jugadores sobre los que se erigi¨® un equipo de extraordinaria calidad. Desde a?os atr¨¢s, el equipo espa?ol de waterpolo ya dispon¨ªa del mejor artillero, Estiarte, apodado el Maradona del agua, y del meta m¨¢s fiable, Jes¨²s Roll¨¢n, fallecido el pasado mes de marzo. A ellos se les complement¨® la combatividad del boya Jordi Sans, y la garra y eficacia de los todoterrenos, Pedro Toto Garc¨ªa y Salvador Chava G¨®mez.
Fue muy importante el trabajo del croata Dragan Matutinovic, un t¨¦cnico que cambi¨® la mentalidad del equipo, que aprendi¨® a no tenerle miedo a nadie. Pese a los m¨¦todos, a veces inhumanos de Matutinovic, con ocho horas diarias en la piscina, el equipo adquiri¨® la madurez con la que brill¨® durante los 90 de la mano de Joan Jan¨¦, que hab¨ªa sustituido al croata al frente de la selecci¨®n en 1994.
Con Jan¨¦ el equipo alcanz¨® los mejores resultados. El waterpolo alcanz¨® la ¨²ltima gloria en 2001, en Jap¨®n, imponi¨¦ndose en la final a Yugoslavia, el viejo rival.
La preparaci¨®n de Espa?a en el Mundial de Fukuoka fue minuciosa. Jan¨¦ program¨® una estrategia exitosa. Minusvalor¨® el Europeo, un mes y medio antes del Mundial, para llegar frescos a Jap¨®n. Dos semanas antes del inicio de la competici¨®n, a la que acudieron 16 selecciones, realiz¨® una estad¨ªa en Hiroshima para aclimatarse al horario nip¨®n y preparar el Mundial con Jap¨®n como sparring.
Sin Estiarte, Sans y Garc¨ªa, en la selecci¨®n campeona ol¨ªmpica y del mundo quedaba a¨²n una base antigua de la columna vertebral: G¨®mez y sobre todo, Roll¨¢n, ya considerado el mejor portero del planeta. Junto a ellos, otra generaci¨®n que se fue incorporando durante la d¨¦cada prodigiosa, como los catalanes Ballart, Pedrerol y Hern¨¢ndez. Y tres madrile?os m¨¢s: los hermanos Iv¨¢n y Dani Moro, y S¨¢nchez Toril. El waterpolo, cuya cuna siempre fue Catalu?a, encontr¨® en los madrile?os el complemento id¨®neo de un equipo campe¨®n, cuya media de edad rondaba los 28 a?os.
"Aportaron el descaro que faltaba en el talento de los catalanes. Ellos ten¨ªan dos cabezas y cuatro brazos", recalca el ex seleccionador Jan¨¦, cuyo equipo de trabajo s¨®lo estaba formado por cinco personas. Por aquel t¨ªtulo, los 13 jugadores de la selecci¨®n, que alternaban el waterpolo con sus estudios o el trabajo, se repartieron una prima de 20 millones de las antiguas pesetas, unos 120.000 euros.
El ¨¦xito del waterpolo no se ha traducido en el n¨²mero de licencias -con 10.000 en la actualidad- ni en la difusi¨®n. La regeneraci¨®n de la selecci¨®n se inici¨® tras los Juegos de Atenas 2004, con el nombramiento de Rafael Aguilar como seleccionador. Desde entonces, no hay t¨ªtulos. En el Europeo que se ha disputado esta semana en Belgrado, s¨®lo Molina e Iv¨¢n P¨¦rez sobreviven al equipo campe¨®n de 2001, en un conjunto con una media de edad de 25,9 a?os.
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