La Brasil de Vinicius profundiza en su mediocridad
El pentacampe¨®n empata 1-1 ante una Uruguay en crisis, abunda en sus peores resultados de siempre y cae al quinto puesto de la clasificaci¨®n mundialista de Sudam¨¦rica
Los valientes aficionados que se acercaron al estadio de Fonte Nova de Bah¨ªa podr¨¢n concluir que Rodri salv¨® al f¨²tbol del Bal¨®n de Oro m¨¢s barato de la historia. Ah¨ª en el c¨¦sped, entristecido y sin inspiraci¨®n, vieron a Vinicius investido con el t¨ªtulo de comandante de la selecci¨®n de Brasil que peor ha jugado unas eliminatorias mundialistas. Cinco victorias, cuatro derrotas y tres empates en 12 partidos son un balance inaudito para el equipo m¨¢s legendario que existe. Este martes Brasil se aturdi¨® contra la l¨¢nguida Uruguay de Bielsa, equipo que oscila entre la par¨¢lisis y el mot¨ªn. Si Venezuela no hubiera perdido ante Chile y si Bolivia no hubiera empatado con Paraguay, sobre Brasil se habr¨ªa desencadenado el drama en forma de amenaza real de quedar fuera del Mundial de 2026, el de acceso m¨¢s abierto que se ha organizado jam¨¢s. De momento, el empate los entierra debajo de Argentina, Uruguay, Ecuador y Colombia, quintos con 18 puntos, uno m¨¢s que Paraguay, que le pisa los talones en un formato en el que se clasifican seis donde antes entraban solo cuatro.
Se enfrentan dos organismos desequilibrados. A Brasil le falta ingenio en el ataque. A Uruguay le falta casi de todo, especialmente centrocampistas con sentido organizador y voluntad de acci¨®n. Ante un rival indeciso, Dorival, tercer seleccionador interino consecutivo en a?o y medio, dej¨® en el banquillo a Paquet¨¢, su interior m¨¢s creativo, para instalar a Raphiha en la mediapunta, en el puesto vacante de Neymar. Elevar a la categor¨ªa de impulsor creativo a un extremo que siente el f¨²tbol corriendo al espacio resulta estrafalario. Pero Dorival no se detuvo ah¨ª y coloc¨® en la punta a Igor, delantero del Botafogo, hombre de pies pesados, porque ni siquiera convoc¨® a Gabriel Jes¨²s, el magn¨ªfico delantero del Arsenal. As¨ª se plante¨® el partido en Fonte Nova.
Los fondos del estadio aparecieron vac¨ªos. Considerando la magnitud del duelo, la trascendencia para la clasificaci¨®n y la carga hist¨®rica, la ausencia de p¨²bico result¨® chocante. Marquinhos, el capit¨¢n, pidi¨® a la torcida que no abandone al equipo. Pero la torcida no hizo caso. Con raz¨®n. Los aficionados no est¨¢n de humor para pagar por ver al Bal¨®n de Oro imposible, ni tampoco a Raphinha disfrazado de Neymar, por m¨¢s desmarques de ruptura que tire en el Bar?a de Flick.
Uruguay marc¨® un hito en Bah¨ªa. Nunca un equipo de Bielsa presion¨® con menos energ¨ªa. La actitud contemplativa de los jugadores uruguayos coincidi¨® con el malestar declarado de varios miembros de la plantilla, que denunciaron la falta de empat¨ªa del entrenador. Reculados en su ¨¢rea, al abrigo de Olivera y Gim¨¦nez, jugaron caminando y esperando pacientemente a que Pellistri o Bentancur se inventaran alguna escapada. Frente a este pelot¨®n est¨¢tico destac¨® la falta de ideas de Brasil, por m¨¢s que voluntarioso Raphinha intentara filtrar balones con fortuna irregular, por m¨¢s que Savinho lograra desequilibrar con su regate. Brasil se apag¨® en la medida en que su juego bascul¨® hacia Vinicius. Convertido en figura por los medios de comunicaci¨®n, aclamado por su federaci¨®n y enaltecido por su entrenador, el hombre intent¨® regate tras regate sin poder liberarse de su marcador y solo provoc¨® una falta, al borde del ¨¢rea, en un arranque de potencia que Ugarte fren¨® con torpeza. Raphina estrell¨® el tiro en la barrera.
Dos goles sin imaginaci¨®n
La primera parte concluy¨® con un solo remate a puerta de Brasil: Igor de cabeza tras un c¨®rner. El partido languidec¨ªa ante el estadio semivac¨ªo cuando Sarachhi lanz¨® a Araujo con un pase en profundidad. Una carrera bast¨® para descuadrar a toda la defensa brasile?a. Tan hundidos estaban que Valverde no tuvo mayores inconvenientes para recibir un bal¨®n en la frontal del ¨¢rea y reventarlo con su famoso pie de mula. Fue el 0-1 y Dorival reaccion¨® a la desesperada: puso a Vinicius de punta de referencia y carg¨® al equipo de balas. Meti¨® a Martinelli, a Paquet¨¢, a Luis Henrique¡ Probablemente, algunos de sus mejores atacantes, demasiado tarde. Cuando el partido flu¨ªa lento como un r¨ªo hacia el embalse, acelerar result¨® imposible.
Los uruguayos se defendieron despejando balones y cortando pases como ¨¢rboles en una plantaci¨®n. Firmes y apenas agitados por el viento. El zumbido de las gradas y los pases de sus oponentes no los abrumaban. Contemplaban el paisaje con indiferencia. Hab¨ªan encontrado la homeostasis. Brasil se estremeci¨® cada vez que tuvo que defenderse pero Ugarte y sus compa?eros prefirieron dejar que el tiempo transcurriera sin gastar energ¨ªa en visitar el campo contrario. Como dijo Valverde despu¨¦s: ¡°Pudimos atacar m¨¢s, para tomar aire, pero no lo hicimos¡±. Pasada la hora de partido, una pelota rechazada sobre el ¨¢rea de Uruguay acab¨® en la volea de Gerson y el empate. Otro tiro desde fuera del ¨¢rea. Otro gol sin mediar jugadas imaginativas.
Quedaba media hora para la conclusi¨®n. Tiempo de sobra para una revuelta. Brasil ten¨ªa jugadores de un nivel alt¨ªsimo en la cancha. Pero carec¨ªa de orden y, sobre todo, de coherencia. El pobre Vini Jr metido entre los centrales y los pivotes visitantes, sudoroso, melanc¨®lico ante la falta de espacios e incapaz de tirar una sola vez a puerta, sigui¨® sin marcar en estas eliminatorias. Para el recuerdo dej¨® la imagen del tap¨®n en el embudo de una selecci¨®n que hace historia por la mediocridad de su juego y por la pobreza de sus resultados. Si la clasificaci¨®n solo permitiera cuatro plazas, como anta?o, Brasil tendr¨ªa un pie fuera de la Copa del Mundo.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
3
ECU
|
19 | 12 | 6 | 4 | 2 |
4
COL
|
19 | 12 | 5 | 4 | 3 |
5
BRA
|
18 | 12 | 5 | 3 | 4 |
6
PAR
|
17 | 12 | 4 | 5 | 3 |
7
BOL
|
13 | 12 | 4 | 1 | 7 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
ARG
|
25 | 12 | 8 | 1 | 3 |
2
URU
|
20 | 12 | 5 | 5 | 2 |
3
ECU
|
19 | 12 | 6 | 4 | 2 |
4
COL
|
19 | 12 | 5 | 4 | 3 |
5
BRA
|
18 | 12 | 5 | 3 | 4 |
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.