Comentario de textos
?Por fin volvemos al cole, yupi! Con ello quiero decir que hasta los que no somos yuppies empezamos el curso, pero no con alegr¨ªa, sino con inevitabilidad y lo que ello implica: que al fin se despejar¨¢n algunas inc¨®gnitas, lo que no tiene por qu¨¦ constituir un motivo de alegr¨ªa en s¨ª, pero a lo mejor lo constituye. O no. Pero de cara a eso es como se van afilando las lenguas y van soltando periodos, cl¨¢usulas, oraciones, que merecen alguna atenci¨®n. Hombre, no siempre son voluntarias, como le ocurre al candidato que alguien ha lanzado para ocupar el organismo de mediaci¨®n entre los sindicatos y la patronal, que tiene un nombre de lo m¨¢s apropiado: Puntonet. Y es apropiado tanto por lo moderno que suena como porque ya con ello ofrece garant¨ªas de comunicaci¨®n. Dec¨ªa que no tiene la culpa porque cuando iba a la escuela seguro que su apellido pasaba desapercibido, aunque sonase un poco a catal¨¢n. Lo que ocurre es que el tiempo le ha alcanzado, que es lo que les ocurri¨® a los que se llamaron hace un siglo Rayos X o Triatl¨®n. Con todo, la gracia est¨¢ en el propio invento gubernamental (de aqu¨ª) que presidir¨¢ seguramente el se?or Puntonet y que pretende mandar al pasado el viejo concepto de lucha sindical sustituy¨¦ndolo por el de mediaci¨®n, eufemismo que supone en el fondo un cambio de realidad para conseguir una donde ya no quepan huelgas porque todo se habr¨¢ decidido en una mesa.
Y ¨¦sa es otra, la revalorizaci¨®n del concepto de mesa. Ya no concebimos la pol¨ªtica sin mesas, y no porque todav¨ªa no estemos unos cuantos que pensamos que sobran las mesas que nos quieren armar habiendo parlamentos, sino porque, a base de insistir, est¨¢n consiguiendo que la gente no vea m¨¢s que mesas por todas partes. Como lo oyen. Ya no pedimos un plato de patatas fritas, sino una mesa de patatas fritas. Y si preguntan c¨®mo queremos ir a Par¨ªs ya no decimos que en cig¨¹e?a, sino en mesa. Lo que nos lleva al concepto expresado por Ibarretxe el otro d¨ªa, consistente en que se ten¨ªa que armar la mesa con sus mimbres de ¨¦l, o sea con aquel viejo plan Ibarretxe, que visto lo visto resulta que era un cesto.
Pero, fuera de bromas, el uso de los mimbres tiene mucha m¨¢s miga de lo que parece. Una vez descartado que postulara los mimbres para hacer poltronas como se hacen sillones -aunque sus mimbres est¨¢n pensados para que ¨¦l siga en una (poltrona)-, la propia palabra remite a lo rural, a esa Euskadi id¨ªlica en la que todos estar¨ªamos haciendo cestos de mimbre y de casta?o y saltando por nuestras praderas cual cabritillas y muy cabritillos. Todo ello sin mencionar que pueden ser de mimbre las cestas donde se llevan algo tan fr¨¢gil como los huevos. Tan fr¨¢gil y con tanto futuro, pues los huevos, adem¨¢s de dar tortillas, dan pollos y pollas, es decir, garantizan el porvenir.
El mensaje de Ibarretxe con los mimbres ser¨ªa: confiad en m¨ª que aporto algo tan antiguo y tradicional como el mimbre para construir un futuro de mil pares de huevos, o sea, tradicional como un d¨ªa de mercado. Frente al mensaje de los mimbres, el diputado general de Guip¨²zcoa, Gonz¨¢lez de Txabarri, lanzaba un mensaje m¨¢s apocal¨ªptico, el de las minas. Pero lo hac¨ªa para completar el mensaje del lehendakari. En efecto, Txabarri hablaba de minas para exponer gr¨¢ficamente el concepto de voladura del llamado proceso. Ahora bien, mientras los mimbres los pon¨ªa el PNV, las minas las pone el PSOE en la medida en que no atiende a la situaci¨®n de los presos, que son el explosivo de la jugada. As¨ª, frente a la construcci¨®n -los mimbres, el PNV- se dar¨ªa un proceso de destrucci¨®n provocado por el PSOE. ?Puede haber un discurso m¨¢s sutil? No me gustar¨ªa dar por terminado este comentario de textos sin hacer alusi¨®n al comportamiento del preso de ETA I?aki Bilbao -?por qu¨¦ no Bilbo?-, que m¨¢s que una mina, es decir, un explosivo latente, fue y es una bomba. ?O es que pens¨¢bamos que el mundo etarra era algo distinto? Lo bueno es que, pese a ello y como est¨¢n, hay muchos que los siguen considerando mimbres. ?Cu¨¢ndo dejar¨¢n de hacer el membrillo?
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