El presunto esp¨ªa b¨²lgaro

Hristo Stoichkov apareci¨® ayer por la tarde por el Camp Nou como Pedro por su casa. Faltar¨ªa m¨¢s: es su casa. Con ¨¦l, una decena de paisanos, o sea, de b¨²lgaros. Frank Rijkaard acaba de comunicar que hoy no juega M¨¢rquez -entra en las rotaciones- y la plantilla del Levski de Sof¨ªa inciaba el entrenamiento. Hristo, a la carrera, daba explicaciones. "Son amigos, Ha venido mucha gente. Para nuestro pa¨ªs es todo un acontecimiento". No le falta raz¨®n: la ¨²ltima vez que el Levski jug¨® en Barcelona fue en marzo de 1976. Neeskens, ahora entrenador, les meti¨® un gol. Gan¨® el Bar?a por 4-0. Hristo ten¨ªa entonces diez a?os y a¨²n no era la estrella que fue en el CSKA, eterno enemigo del Levski. Tampoco so?aba con jugar en el Bar?a. Pero jug¨® en el dream team y gan¨® el Bal¨®n de Oro. O sea, que preguntarle qui¨¦n quiere que gane hoy es hacerle una faena.Y es que, pese a vivir en Barcelona, Hristo es el actual seleccionador de Bulgaria.

Tan veloz como era buscando pases de Guardiola, con el ocho a la espalda y la porter¨ªa en el entrecejo, Hristo recorri¨® ayer las entra?as del Camp Nou. Por el camino, tres gru?idos a varios reporteros. "Me llevo fatal con los periodistas b¨²lgaros. Se enfadaron porque no les dej¨¦ viajar en nuestra avi¨®n. Bueno, viajan dos. Me tratan fatal", explic¨® para no dejar dudas de su car¨¢cter. No lo niega: "?Te acuerdas de c¨®mo trataban a Clemente? Pues lo mismo".

Vive en un cuerpo a cuerpo constante con los medios, que no se cortan. "Hristo tiene dos caras", titul¨® ayer un rotativo de Sof¨ªa acusando a Stoichkov de pasar informaci¨®n a Rijkaard: "Te juro que no me tomo un caf¨¦ con ¨¦l desde el d¨ªa del sorteo para que no digan. Pero da igual, se lo inventan todo", explica. Y a?ade. "Ellos me odian y yo no les hago ni caso", matiza Hristo, que se pas¨® la tarde a la carrera: ahora de compras con las mujeres, ahora al campo con el presidente de la federaci¨®n b¨²lgara, ahora un programa de televisi¨®n... "No paro. Ma?ana [por hoy] tengo dos comidas. Una oficial, con el presi [Joan Laporta, presidente del Barcelona] y otra con amigos b¨²lgaros que han venido a ver el partido".

Llegados a ese punto, el periodista empieza a preguntar: "Oye, y el Levsky...". "Son buenos. Se han cargado al Chievo, al Auxerre. Hay ocho jugadores que est¨¢n conmigo en la selecci¨®n, cuatro en la sub-21. Son peleones. trabajadores y valientes. Tienen un entrenador muy majo, que sabe de f¨²tbol y...". Suena el telefono. "Es el presidente, Batkov. Un fen¨®meno. Lo siento, te llamo". Y se va.