Cachorro de le¨®n

Oficialmente, todo es alegr¨ªa en el Olympique de Lyon (OL). El equipo de Jean Pierre Aulas, rival ma?ana del Madrid en la Champions, ha arrojado un saldo econ¨®mico esperanzador. A 30 de junio de 2006, el club franc¨¦s obtuvo un beneficio neto, despu¨¦s de impuestos, de 15,9 millones de euros tras manejar una cifra de negocios de 116 millones en el ejercicio. Ahora, Aulas, un dirigente inquieto, hablador y pizpireto ha anunciado que el OL puede salir a Bolsa a finales de a?o.

El OL lleva ganados cinco campeonatos consecutivos de Francia, desde 2002 en adelante, y ha arrancado la presente campa?a en cabeza, aunque en clara disputa con su hom¨®nimo de Marsella, el club m¨¢s popular del pa¨ªs. Tal es su dominio que incluso siete de sus jugadores formaron parte de la convocatoria para los ¨²ltimos encuentros de la selecci¨®n bleu, en plena reestructuraci¨®n, ante Georgia e Italia en la fase clasificatoria de la Eurocopa. Una situaci¨®n que no se produc¨ªa desde la ¨¦poca del Marsella de Angloma, Papin, Amor¨®s, Deschamps y compa?¨ªa.

El presidente, Aulas, trat¨® de fichar a Rib¨¦ry, Camoranesi, Baptista, Joaqu¨ªn... No lo logr¨®

Tuvo que volver los ojos al mercado interior: Alou Diarra, Toulalan, Schillaci y K?llstr?m

En el estadio de Gerland, pues, todo es satisfacci¨®n. Ni siquiera la partida de Mamadhu Diarra al Madrid ha sembrado dudas en las tribunas. El malinense Diarra no era un tipo muy celebrado en Lyon. A pesar de su ingente trabajo de recuperaci¨®n, su infinita colecci¨®n de kil¨®metros y su capacidad de llegada, la grada se rend¨ªa a sus ¨ªdolos: el brasile?o Juninho Pernambucano, sobre todo; el portero Coupet -a¨²n m¨¢s celebrado tras su enfrentamiento con Barthez en el ¨²ltimo Mundial- o el delantero portugu¨¦s Tiago. Diarra pasaba m¨¢s inadvertido hasta que el Madrid puso el dinero sobre la mesa y el internacional africano encar¨® un pulso de fuerza con su club para forzar su salida. Al final, 26 millones a las arcas del OL, que, sin embargo, sinti¨® una herida en su orgullo m¨¢s all¨¢ de la apat¨ªa de sus seguidores respecto al caso.

El Lyon es un club relativamente moderno -fue creado en 1950, hace apenas 56 a?os- en un campeonato, el franc¨¦s, que se ha distinguido por su capacidad de formaci¨®n y exportaci¨®n. Medio mundo est¨¢ lleno de futbolistas y entrenadores franceses, del mismo modo que media ?frica muestra su progresi¨®n en los estadios tricolores.

Cansado de ganar en Francia, el equipo de Aulas lleva los ¨²ltimos a?os intentando dar el salto de calidad en Europa y convertirse en un miembro distinguido del club de los campeones. Francia s¨®lo tiene uno, el Marsella, que venci¨® al Milan en 1993, y, hoy por hoy, el OL es el eterno candidato para transferir los ¨¦xitos de la selecci¨®n al enfrentamiento entre los clubes.

Para ello necesitaba asentar a sus mejores futbolistas y no lo ha conseguido. La temporada pasada fue ?ssien quien acab¨® en el Chelsea por 32 millones. Ahora Diarra ha seguido sus pasos, a la Liga espa?ola, ratificando la extraordinaria capacidad del club de la ciudad culinaria para fabricar ese tipo de medios centro que instaur¨® Vieira y que en cierto modo segu¨ªa las pautas de la nueva escuela brasile?a: tipos indestructibles f¨ªsicamente y no exentos de toque.

Tras la ofensa del Madrid, Aulas quis¨® dar un golpe de tim¨®n y rastre¨® el mercado. Ante todo, quer¨ªa evitar la imagen de un club d¨¦bil, asequible para los grandes tiburones europeos, y se puso manos a la obra. Antes hab¨ªa sido el asalto a Rib¨¦ry, la emergente estrella francesa del Marsella y... no pudo ser. Despu¨¦s, Camoranesi, de la Juve; Baptista, del Madrid; Joaqu¨ªn, del Betis; Vogel, del Milan; Z¨¦ Roberto, Barnetta, Senna... Y ninguno pudo ser. Incluso lleg¨® a ofrecer los 26 millones recibidos del Madrid por Diarra para fichar a Trezeguet. Y tampoco pudo ser. De pronto, el OL alteraba su condici¨®n de equipo vendedor por la de tibur¨®n al amparo de su suculenta cuenta corriente. Pero...

Al final, volvi¨® a ser Francia su ¨²nico mercado con los fichajes de Alou Diarra (Lens) para mantener el apellido -hay a¨²n un tercer Diarra en la Liga francesa-, Toulalan (Nantes), Schillaci (Monaco) y el sueco K?llstr?m (Rennes).

M¨¢s de lo mismo en un club al que no le ha ido mal en el mercado interior, pero que no acaba de dar el salto de calidad que le conduzca a una final o a un t¨ªtulo europeo. Al cabo, Aulas vendi¨® a diez jugadores por 50 millones y compr¨® a cuatro por 26,5.

El negocio va viento en popa. Actualmente, el OL sigue liderando la Liga francesa. Pero su orgullo ha salido da?ado por el fallido intento de ser el primero en invertir el triste sino de sus clubes. Francia sigue sin ser un destino atractivo para las estrellas del f¨²tbol