Retos actuales para las revistas cient¨ªficas espa?olas
La generalizaci¨®n del uso del ingl¨¦s como lenguaje cient¨ªfico internacional, la edici¨®n electr¨®nica avanzada e interactiva, la venta de paquetes de suscripciones (negociados con universidades, redes de centros o incluso pa¨ªses) y el movimiento Open Access son nuevas estrategias de comunicaci¨®n, edici¨®n, visibilidad y venta de las revistas cient¨ªficas que suponen un gran reto para la continuidad de muchas de ellas. La situaci¨®n es especialmente cr¨ªtica en Espa?a, ya que hasta ahora s¨®lo las grandes compa?¨ªas editoriales multinacionales (Elsevier, Highwire Press, Nature Publishing Group, etc¨¦tera), que cuentan con estructuras muy din¨¢micas y profesionalizadas, se est¨¢n beneficiando ?y en qu¨¦ medida! de la nueva situaci¨®n. As¨ª, las actuales reglas del juego pueden llevar al colapso editorial de las revistas cient¨ªficas espa?olas por la necesidad de importantes inversiones en nuevas tecnolog¨ªas y, sobre todo, en personal especializado para poder competir. La reciente publicaci¨®n por parte del Institute for Scientific Information de Filadelfia de su esperado 2005 Journal Citation Reports es un momento oportuno para que, al menos una vez al a?o, nos acordemos de nuestras abandonadas y, a veces, menospreciadas revistas cient¨ªficas espa?olas.
Las revistas profesionales propias son uno de los pilares fundamentales de la ciencia de un pa¨ªs y las que nos pueden hacer ser m¨¢s respetados y tenidos en cuenta en el exterior. Una naci¨®n del prestigio acad¨¦mico y cient¨ªfico del Reino Unido tiene 6.565 revistas, mientras que Espa?a posee 739 y, de ellas, s¨®lo 66 con alg¨²n tipo de edici¨®n electr¨®nica asociada (desconocemos su calidad pero probablemente sean, en su inmensa mayor¨ªa, webs de tipo est¨¢tico) seg¨²n la base de datos Ulrichs. Y recu¨¦rdese en este sentido que la gran obra neurobiol¨®gica de Santiago Ram¨®n y Cajal se apoy¨® en la existencia de monograf¨ªas y de una revista propia ?editadas y costeadas muchas veces por ¨¦l mismo! que eran traducidas con rapidez a otros idiomas. Afortunadamente, hoy d¨ªa, con las nuevas tecnolog¨ªas de edici¨®n electr¨®nica, poder conseguir que los buenos cient¨ªficos internacionales se vean tentados a enviar sus mejores publicaciones a revistas espa?olas -con todos sus beneficios econ¨®micos y de prestigio para el pa¨ªs- es un sue?o al alcance de la mano, si consigui¨¦ramos contar con el apoyo p¨²blico y privado adecuado para profesionalizar lo que ha sido hasta ahora una actividad pr¨¢cticamente filantr¨®pica.
Al mismo tiempo, nos vemos en la obligaci¨®n de llamar la atenci¨®n de los bibliotecarios y de la Administraci¨®n en general sobre el hecho de que promocionar el acceso libre en Internet a las revistas cient¨ªficas espa?olas, el patrocinio institucional de publicaciones Open Access en revistas extranjeras, la compra de paquetes de suscripciones a las grandes multinacionales de la edici¨®n o el excesivo predominio de los intercambios de revistas sobre las ventas (?algunas revistas publican el mismo n¨²mero de ejemplares que de intercambios!) pueden ser acciones muy negativas para la mejora de la calidad y la competitividad de nuestra prensa cient¨ªfica. En este sentido, adem¨¢s, se da un hecho ins¨®lito que no s¨®lo es injusto sino inmoral: excluir habitualmente a las revistas cient¨ªficas espa?olas de las suscripciones por parte de las bibliotecas nacionales. Por dar alg¨²n ejemplo, el de nuestra revista, que acaba de firmar acuerdos de suscripci¨®n electr¨®nica con todas las bibliotecas universitarias de Irlanda y los centros de investigaci¨®n del c¨¢ncer del Reino Unido, ha conseguido ya suscripciones de casi un centenar de bibliotecas acad¨¦micas norteamericanas y cuyos autores de art¨ªculos son, en m¨¢s de un 95%, extranjeros... pero ?tiene s¨®lo tres suscripciones de bibliotecas acad¨¦micas espa?olas! Algo as¨ª como permitir que el Bar?a juegue la Champions con sus propios medios, impedirle que participe en la liga espa?ola y que en ¨¦sta compitan s¨®lo equipos extranjeros.
Por el contrario, la v¨ªa fundamental de ayuda a las revistas cient¨ªficas espa?olas en el agresivo terreno de las publicaciones profesionales es darles primero soporte en el mercado interior (incluy¨¦ndolas tambi¨¦n en las ayudas espa?olas a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo) y, despu¨¦s, en el internacional. Hay que aportarles, adem¨¢s, los recursos humanos necesarios y los medios tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzados para que puedan crearse modernas empresas editoriales especializadas, incluidas las spin-off de tipo acad¨¦mico. La infravaloraci¨®n en premios de productividad (por ejemplo: sexenios), en solicitudes de proyectos de investigaci¨®n o en concursos de los art¨ªculos publicados en revistas cient¨ªficas espa?olas es tambi¨¦n otro importante escollo que ha llevado al rechazo de ellas por nuestros mejores investigadores y, en consecuencia, por sus bibliotecarios (que, en ¨²ltima instancia, son los agentes financiadores esenciales de las revistas). ?No desperdiciemos de este modo la gran ilusi¨®n y el entusiasmo que hay en estos momentos entre todos los que trabajan en prestigiar la ciencia en Espa?a a trav¨¦s de su prensa profesional!
Juan Ar¨¦chaga (juan.arechaga@ehu.es) es vicepresidente de la Asociaci¨®n de Revistas Cient¨ªficas Espa?olas (www.revicien.es) y director de la revista espa?ola The International Journal of Developmental Biology (www.intjdevbiol.com).
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