Riquelme dimite
El medio argentino renuncia a la selecci¨®n por los efectos de las cr¨ªticas a su juego en su madre
Maradona ha vuelto a engullir a su heredero. Juan Rom¨¢n Riquelme, el ¨²ltimo de los futbolistas destinados a ocupar su puesto en la selecci¨®n argentina, ya no es el 10 de la albiceleste. No aguanta las comparaciones. Las cr¨ªticas. O, mejor dicho, no lo hace su madre. "La tuve que internar dos veces, porque le hacen mucho mal las cr¨ªticas. Yo lo entiendo, pero ella no", explic¨® el jugador del Villarreal al renunciar a jugar con su selecci¨®n. "Lo que importa es la salud. Mi madre es mi madre y no se compara con la camiseta de la selecci¨®n", continu¨® Riquelme, de 28 a?os, despu¨¦s de conocer por su hermana que su madre hab¨ªa vuelto a ser ingresada en un hospital con una crisis nerviosa. "Antes que el f¨²tbol est¨¢ mi familia. Mi responsabilidad es cuidarla todo lo que pueda. Aunque le explique que es normal que hablen de m¨ª, es mi madre".
"Tuve que ingresarla en el hospital dos veces. Antes que el f¨²tbol est¨¢ mi familia"
Riquelme, que debut¨® con Argentina ante Colombia el 16 de noviembre de 1997, ha jugado 36 partidos con su selecci¨®n, logrando 8 goles. Su relaci¨®n con el equipo nacional siempre ha sido tormentosa. M¨¢s desde el Mundial de Alemania 2006, cuando fue el centro de alabanzas exageradas (tras la victoria por 6-0 contra Serbia) y de cr¨ªticas desaforadas (tras la eliminaci¨®n de Argentina ante Alemania en los cuartos de final). La raz¨®n: Jos¨¦ Perkerman, el mago de los equipos inferiores, decidi¨® organizar la selecci¨®n absoluta en torno al jugador del Villarreal. Dijo que era "el l¨ªder silencioso". Por eso recuper¨® a Cambiasso, su escudero en la selecci¨®n que gan¨® el Mundial sub 20 de Malaisia 1997, bajo la direcci¨®n del propio Pekerman. Por eso le dio el mando de la selecci¨®n. Y por eso, un d¨ªa, seguro de s¨ª mismo, proclam¨®: "Riquelme es Argentina".
Ya no lo ser¨¢ nunca m¨¢s. Riquelme, de natural introvertido y taciturno, un hombre al que sus t¨¦cnicos definen como "especial", en todos los sentidos, ha aguantado que el Bar?a no lo quisiera. Que el Villarreal, del que es santo y se?a, cayera eliminado en las semifinales de la Champions ante el Arsenal porque ¨¦l hubiera fallado un penalti. Y que Argentina, su Argentina, se despidiera del Mundial antes de los previsto cuando ¨¦l era la estrella. S¨®lo dos cosas han acabado par¨¢ndole sus pies: los nervios de su madre y el recuerdo de Maradona, que ayer pidi¨® "respeto" para uno de sus supuestos herederos. Ahora Riquelme se ha ido. Y el diario Ol¨¦ se pregunta: "?Y ahora por qui¨¦n nos peleamos?"
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