Por un beso de la ex flaca yo dar¨ªa lo que fuera...

Oigo en la televisi¨®n que los organizadores de la pasarela Cibeles han rechazado a un 30% de las modelos por su bajo peso. Tambi¨¦n han prohibido los maquillajes "demasiado demacrados". Y han tomado estas medidas, seg¨²n oigo tambi¨¦n, para "luchar contra la anorexia". ?Qu¨¦ tranquila me quedo! Espero que pronto proh¨ªban a Fernando Alonso adelantar a m¨¢s de 120 kil¨®metros por hora, para de este modo luchar contra la conducci¨®n temeraria.

Cuando era adolescente, vi de cerca lo terrible que es la anorexia, porque una de mis compa?eras de clase la sufri¨®. Nunca olvidar¨¦ la desesperaci¨®n que nos causaba o¨ªrle decir que se ve¨ªa gorda cuando en realidad era un cad¨¢ver. No olvidar¨¦ que sus rodillas llegaron a ser m¨¢s gruesas que sus muslos, ni lo mal que lo pasaba su madre (a la que todos los listillos culpaban de la enfermedad de la ni?a "por ser demasiado exigente"). Y no olvidar¨¦ aquel fin de a?o en el que por fin quiso comer, gracias a una enfermera de Sant Joan de D¨¦u, que brome¨® con la posibilidad administrarle las 12 uvas por v¨ªa intravenosa. Esta compa?era del colegio, que conoce bien lo que es esta enfermedad mental, seguramente se est¨¢ riendo al leer que la delgadez de las modelos incita a la anorexia. Ojal¨¢ fuera tan f¨¢cil.

Las modelos son m¨¢s delgadas que la media. Pues s¨ª. Y tambi¨¦n m¨¢s altas que la media. S¨ª. Y hasta m¨¢s patosas al caminar. ?sta es la causa por la que se dedican a desfilar y nosotros no. La ropa de dise?ador moderno les queda mejor a ellas que a nosotros. Pero es injusto decir que con su delgadez incitan a la anorexia. ?Por qu¨¦ s¨®lo ellas? La protagonista de la serie Ally McBeal tambi¨¦n est¨¢ muy delgada y nadie le proh¨ªbe trabajar (y ser¨ªa una gran noticia).Y las bailarinas. Y las gimnastas.

A m¨ª me parece que si una modelo mayor de edad quiere pesar s¨®lo 50 kilos, tendremos que respetarla. Y si se quiere perforar el l¨®bulo frontal, tambi¨¦n. Otra cosa son las menores de edad, pero es que las menores de edad no deber¨ªan trabajar. Cuando nos advierten de que las tallas de estas chicas no son para mujeres reales, me troncho. Naturalmente. Y los anuncios de cera para depilar siempre te muestran c¨®mo aplicar el producto en una pierna sin pelos. De eso se trata.

Tengo una amiga gorda. Ella afirma que en p¨²blico queda muy bien ser pelota con las gordas y cruel con las delgadas, pero que en privado es justo al rev¨¦s. Le doy la raz¨®n. En p¨²blico se puede insultar a una delgada llam¨¢ndole "anor¨¦xica" o "esquel¨¦tica", que no pasa nada. En cambio, llamar "bul¨ªmica" a una gorda te pone en un aprieto. Siguiendo con este doble rasero, recuerdo que se estren¨®, no hace mucho, una obra de teatro que llevaba por t¨ªtulo Las mujeres de verdad tienen curvas. ?Vaya, hombre! Suger¨ªa que las que no tienen curvas no son mujeres de verdad. Pero nadie protest¨®. Si la obra se hubiese llamado Las mujeres de verdad est¨¢n en los huesos, ?no se habr¨ªa armado la de Dios? Si las modelos de la pasarela Cibeles incitan a la anorexia, la obra de teatro Las mujeres de verdad tienen curvas incita a la bulimia. Tambi¨¦n habr¨ªa que prohibirla ipso facto. Y es una pena porque, para m¨ª, verla fue una experiencia inolvidable. Dorm¨ª como nunca.

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