Valiente e insondable

Para unos fue una mujer ambiciosa, agria, caprichosa y feroz. Para otros, vulnerable, insegura, t¨ªmida y profundamente valiente. Para la mayor¨ªa de los que la conocieron era terca, independiente, brillante, dulce, cari?osa y muy orgullosa. "Es dif¨ªcil hablar del complej¨ªsimo mundo de Pilar Mir¨®", se?ala el periodista I?aki Gabilondo. "Fue la m¨¢s fuerte de los d¨¦biles y la m¨¢s d¨¦bil entre los fuertes. Una mujer insoportable, extraordinaria, importante y profundamente incomprendida", a?ade. Una mujer con un enorme poder de seducci¨®n, que, seg¨²n describe otra periodista, Nativel Preciado, consist¨ªa en "tratar a quienes conoc¨ªa por primera vez como sus amantes y a sus amantes como si los acabara de conocer".

Gonzalo Mir¨®: "?Por qu¨¦ no escribes un libro sobre mi madre y as¨ª me entero de qui¨¦n fue?"

Ana Bel¨¦n: "Era tremendamente vulnerable, algo que present¨ªamos todos"

Hace unos a?os, el ¨²nico hijo de la directora de Beltenebros, el hoy medi¨¢tico Gonzalo Mir¨®, se acerc¨® a uno de los viejos amigos de su madre, Diego Gal¨¢n, con un extra?o encargo: que le explicara en un libro qui¨¦n hab¨ªa sido de verdad su madre. Fallecida a los 57 a?os, en octubre de 1997 (su hijo ten¨ªa entonces 17), Pilar Mir¨® dej¨® en su casa de las afueras de Madrid cajas llenas de notas y apuntes ¨ªntimos. Nadie hab¨ªa tenido acceso a esa documentaci¨®n. "?Por qu¨¦ no escribes un libro sobre mi madre y as¨ª me entero de qui¨¦n fue? Si aceptas el envite te dejo todos sus papeles". "Tard¨¦ d¨ªas en contestarle. Lo rumiaba en el insomnio. ?Leer los secretos ¨ªntimos de Pilar? ?Indagar en su vida?", se pregunta el autor en el pr¨®logo de Nadie me ense?¨® a vivir (Plaza & Jan¨¦s).

Gal¨¢n acept¨® acercarse al "fantasma" de su vieja amiga, una mujer en el fondo bastante impenetrable que amaba por igual el cine de vaqueros y las pel¨ªculas "cursis" como Mujercitas. "El resultado", asegur¨® ayer el cr¨ªtico Jaume Figueras en la presentaci¨®n de la biograf¨ªa, "es un libro fiel y ¨¢spero". "Un libro", a?ade la actriz y cantante Ana Bel¨¦n, "que nos acerca a una mujer tremenda, para lo bueno y para lo malo. Amada y odiada al extremo. Una mujer tremendamente vulnerable, algo que de alguna manera todos present¨ªamos".

"Yo no sab¨ªa que era una mujer tan fr¨¢gil", afirma Diego Gal¨¢n, "y tampoco sab¨ªa que ten¨ªa una obsesi¨®n tan grande con la muerte". En uno de sus diarios, ella apunta: "Deber¨ªa buscarme a m¨ª misma, perdida en mi trabajo, sola, intentando sobrevivir...".

"Recuerdo", contin¨²a Ana Bel¨¦n, "que cuando dirig¨ª mi primera y ¨²nica pel¨ªcula, C¨®mo ser mujer y no morir en el intento, me dio un consejo, que no dejara que nadie cambiara mis ideas y que si quer¨ªa un gato azul que nadie me trajera uno amarillo". La actriz destaca la valent¨ªa de un mujer que se defendi¨® en un mundo de hombres -"y que se vio obligada a pensar como uno de ellos"-, y apunta tres "posibles" defectos de la cineasta: la intolerancia, la susceptibilidad y la fascinaci¨®n con el poder.

Joaqu¨ªn Leguina defiende la faceta "pol¨ªtica" de la que fuera directora general de Cine y de RTVE, acusada de malversaci¨®n de fondos p¨²blicos por la compra de "vestuario para su uso personal con cargo al presupuesto del Ente P¨²blico", seg¨²n se?ala la acusaci¨®n en el juicio que empez¨® en junio de 1992. Mir¨® qued¨® absuelta de los cargos pero el linchamiento y "la hipocres¨ªa", matiza Leguina, quedaron ah¨ª.

"Pilar tuvo que aprender la terrible lecci¨®n de guardarse de los suyos", dice Gabilondo. "De los amigos que no fueron buenos amigos", a?ade Leguina, "como, por ejemplo, Felipe Gonz¨¢lez".

"Cuando Pilar sali¨® de la pol¨ªtica", contin¨²a Leguina, "le pregunt¨¦: ?Y ahora qu¨¦ har¨¢s? Ella me respondi¨®: pel¨ªculas. ?Pel¨ªculas sobre qu¨¦?, le pregunt¨¦. Sobre una mujer que se toma venganza, dijo. Fue as¨ª como naci¨® Tu nombre envenena mis sue?os".

Emma Su¨¢rez fue la actriz fetiche de los ¨²ltimos a?os de la directora. Trabaj¨® con ella en El perro del hortelano y Tu nombre envenena mis sue?os. "Recuerdo que cuando a¨²n no la conoc¨ªa la llam¨¦ a su casa y, como no respond¨ªa, le dej¨¦ un mensaje en el contestador. Entonces, descolg¨® y me dio un corte: ?Llamabas para hablar o para dejar un mensaje? Cre¨® una tensi¨®n innecesaria que luego, poco a poco, suaviz¨® con una largu¨ªsima conversaci¨®n. Yo la echo mucho de menos, trabajar con ella marc¨® para siempre mi vida. Era una directora muy meticulosa. Una mujer que dirig¨ªa a los actores y que adem¨¢s disfrutaba mucho dirigi¨¦ndoles. Algo que ya no es muy frecuente".