Wolfowitz, el azote anticorrupci¨®n
Paul Wolfowitz ha hecho suya la bandera de la lucha contra la corrupci¨®n desde que accediera a la presidencia del Banco Mundial en junio de 2005. Por eso, el punto estrella de esta agencia de desarrollo, que celebra este fin de semana junto con el FMI su asamblea anual, ser¨¢ la discusi¨®n de una estrategia de gobierno y contra la corrupci¨®n.
Pero el celo del que fuera hasta el a?o pasado segundo del Pent¨¢gono e ide¨®logo de la intervenci¨®n militar de EE UU en Irak, ha causado inquietud. Desde que asumi¨® su cargo, Wolfowitz ha bloqueado pr¨¦stamos por importe de 1.000 millones de d¨®lares a diversos pa¨ªses en desarrollo por presuntas irregularidades cometidas. Hasta tal extremo ha llegado que el Gobierno brit¨¢nico ha amenazado con cancelar una aportaci¨®n de 74 millones de euros al Banco Mundial. Otros pa¨ªses, como Francia o Italia, tambi¨¦n han expresado su preocupaci¨®n.
Edificios que se caen
Wolfowitz defendi¨® ayer su postura y neg¨® que el Banco Mundial estuviera recortando sus pr¨¦stamos. Pero fue claro: "Sencillamente, no podemos permitirnos cerrar los ojos cuando encontramos corrupci¨®n en los proyectos. No s¨®lo significa que el dinero que deber¨ªa ir a construir cl¨ªnicas, escuelas o a facilitar viviendas para los m¨¢s pobres est¨¦ sirviendo para enriquecer a individuos corruptos; a veces significa que hay edificios que se derrumban o que se suministran f¨¢rmacos nocivos a mujeres embarazadas. No son ejemplos hipot¨¦ticos. Son reales", a?adi¨®.
Wolfowitz, en realidad, encarna la filosof¨ªa de la Administraci¨®n estadounidense ante la ayuda al desarrollo: a toda costa se debe defender que el dinero de sus contribuyentes se emplee con eficacia. El presidente del Banco Mundial se mostr¨® ayer partidario de que la instituci¨®n vuelva a dedicarse a la financiaci¨®n de infraestructuras, actividad que abandon¨® a mediados de la d¨¦cada pasada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.