En Berl¨ªn, el poder no desgasta
El popular alcalde socialdem¨®crata Wowereit se presenta ma?ana a la reelecci¨®n con la vista puesta en la pol¨ªtica nacional alemana
El socialdem¨®crata Klaus Wowereit, de 52 a?os, ha sabido dar la vuelta a la m¨¢xima de que el poder desgasta. Si en 2001 gan¨® las municipales con el 29,7% de los votos, hoy las encuestas le aseguran un 32%, lo que le permitir¨¢ elegir socio de coalici¨®n entre el ex comunista PDS y los Verdes. Si la elecci¨®n fuera directa, Wowereit alcanzar¨ªa un 64%.
No lo ha conseguido destac¨¢ndose por su gesti¨®n, sino dej¨¢ndose ver en cada sarao que se organizaba en la ciudad. El alcalde, que unos d¨ªas antes de asumir el cargo proclam¨® a los cuatro vientos "soy marica y est¨¢ bien as¨ª", alcanz¨® el cl¨ªmax de la autoescenificaci¨®n cuando, en una fiesta, bebi¨® champ¨¢n en el zapato rojo de tac¨®n de aguja de la cabaretista D¨¦sir¨¦e Nick, a quien dio un beso de tornillo ante las c¨¢maras. Tras el revuelo que aquello provoc¨®, hace casi dos a?os, Wowereit se ha vuelto m¨¢s moderado y piensa en un posible salto a la pol¨ªtica nacional.
A m¨¢s de 60.000 millones de euros asciende la deuda de la ciudad-estado, y a 2.475 millones, un 12% de su presupuesto, los intereses pagados en 2006. Berl¨ªn es una ciudad sin industria, cuya mitad occidental vivi¨® durante d¨¦cadas por encima de sus posibilidades, alimentada por el resto del pa¨ªs. El 17,4% de sus habitantes est¨¢ en paro y el 7,7% vive de la ayuda social. Pero lo m¨¢s preocupante es que de 3,4 millones de berlineses, s¨®lo 1,3 millones -el 40%- viven de su trabajo o de sus propias rentas. El resto es mantenido por el Estado o por sus familiares.
Pero Wowereit huye de las malas noticias. A las situaciones de crisis env¨ªa a sus senadores (ministros) y s¨®lo se deja ver en actos festivos. Wowi, apodo que explota en su beneficio, es el rey del buen rollito. Cae bien y la poblaci¨®n m¨¢s progresista le ve como un importante s¨ªmbolo de la lucha por los derechos de los homosexuales. Berl¨ªn atrae a bohemios, artistas y estudiantes de todo el mundo gracias a los bajos precios de la vivienda, y es la capital de la m¨²sica, el teatro, el arte, el dise?o y la moda. Cada vez m¨¢s turistas visitan la ciudad (14,6 millones en 2005), y el mayor aumento lo registran los espa?oles: un 51,8% m¨¢s.
El margen de maniobra en el senado (Gobierno) de Berl¨ªn es m¨ªnimo, ya que se trabaja con cifras negativas: otro candidato no podr¨ªa hacer mucho m¨¢s.
M¨¢s dificultades tendr¨¢ el partido socialdem¨®crata en Mecklemburgo Antepomerania, el otro Estado federado en el que gobierna con los ex comunistas y el que tiene el mayor ¨ªndice de paro de la rep¨²blica, que tambi¨¦n celebra elecciones ma?ana. El primer ministro, Harald Ringstorff, lo tiene dif¨ªcil frente a una pujante democracia cristiana y a una cada vez m¨¢s probable entrada de los neonazis en el Parlamento. Tambi¨¦n en Berl¨ªn, los neonazis parecen estar m¨¢s agresivos que nunca. Pero all¨ª tienen a Wowi para animar la fiesta y olvidar las penas.
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