La izquierda, unida por fin
ICV y EUiA han superado en esta legislatura una tradici¨®n que incluye tres rupturas del grupo parlamentario en 25 a?os
La coalici¨®n formada por Iniciativa Verds (ICV) y por Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) para las elecciones auton¨®micas de 2003 ha superado con ¨¦xito la legislatura que ahora termina y ha renovado el pacto para la siguiente. Y no s¨®lo porque ha formado parte del primer Gobierno catal¨¢n de izquierdas que ha habido en Catalu?a desde 1939. Por ¨¦xito se entiende, en este caso, haber logrado llegar unida hasta el final de la legislatura. Puede parecer poco. O puede parecer que cab¨ªa darlo por supuesto. Pero dada la intensa y agitada historia de divisiones de la que provienen ambas partes, es mucho. Y m¨¢s todav¨ªa si se atiende a que en estos tres a?os no se ha registrado ninguna crisis de relaci¨®n y la confianza entre los dos socios ha aumentado hasta el extremo de que un tercero, Entesa de Progr¨¦s Municipal, ha decidido incorporarse a la coalici¨®n.
EUiA ha mejorado posiciones en las listas tras el aumento de la confianza mutua
Es la primera vez que eso sucede en una trayectoria que comprende tres tormentosas rupturas y otras tantas recomposiciones entre los mismos protagonistas en tan s¨®lo 25 a?os.
El aumento de la confianza mutua se ha traducido en la mejora de las posiciones de EUiA en las candidaturas de la coalici¨®n. En 2003 hubo un solo candidato de EUiA en puesto de elecci¨®n segura, Jordi Miralles, su coordinador general. Ahora van dos, el propio Miralles, n¨²mero tres en la candidatura de Barcelona, y Merc¨¨ Civit, la responsable de la Secretar¨ªa de la Mujer de CC OO de Catalu?a, en el octavo puesto. En las listas de Tarragona, Lleida y Girona, los candidatos de EUiA ocupan lugares de improbable elecci¨®n.
La demostraci¨®n de confianza va acompa?ada del compromiso de que los dos partidos est¨¦n "suficientemente representados" en todos los ¨¢mbitos del Gobierno y la "pluralidad" en las Cortes.
El positivo clima interno permite que alguno de los dirigentes califique la coalici¨®n de "pareja de hecho que funciona". Se trata, sin embargo, de una convivencia que contrasta vivamente con la historia de m¨¢s de 20 a?os de divisiones. La ¨²ltima fue la provocada en 1997 por la pretensi¨®n del entonces l¨ªder de Izquierda Unida, Julio Anguita, de tener su propia organizaci¨®n en Catalu?a. Eso dio lugar a la ruptura con ICV, que dej¨® a Iniciativa como partido de ¨¢mbito exclusivamente catal¨¢n, y la ruptura del grupo parlamentario.
Pero era la tercera vez que aquel grupo parlamentario se romp¨ªa. En 1989 hab¨ªa habido otra ruptura, cuando la pretensi¨®n de Rafael Rib¨®, entonces secretario general del PSUC, de impulsar la evoluci¨®n de los partidos comunistas aliados, el propio PSUC y el Partit dels Comunistes de Catalunya (PCC), hacia el radicalismo democr¨¢tico de izquierda y subsumirlo en Iniciativa choc¨® contra quienes no toleraban renunciar a la marca y la ideolog¨ªa comunistas. Se fueron los diputados comunistas ortodoxos, que luego ser¨ªan parte esencial de EUiA.
Y antes, en 1981, se hab¨ªa producido la primera fragmentaci¨®n. Cuatro de los 25 diputados que ten¨ªa el PSUC se fueron para crear el citado PCC, de tendencia prosovi¨¦tica. Dicho en el lenguaje de la ¨¦poca, rechazaban la deriva socialdem¨®crata del partido. Aquella crisis marc¨® el inicio de la dispersi¨®n de la enorme fuerza acumulada en los ¨²ltimos a?os del franquismo por el PSUC.
En cada una de estas divisiones, la rama desgajada del tronco ha comprobado dolorosamente que no pod¨ªa acceder a la representaci¨®n parlamentaria por s¨ª sola. El PCC fracas¨® en las elecciones auton¨®micas de 1984 y en las de 1992. Los anguitistas en 1999, al precio de restar al conjunto de la izquierda unos 40.000 votos. Estos fracasos la han llevado a formar alianzas con la parte surgida del tronco del PSUC, siempre como socio menor.
Estas dos d¨¦cadas de pugnas fratricidas sobre el ideario comunista y su renovaci¨®n han derivado en Catalu?a hacia la configuraci¨®n de Iniciativa Verds como una fuerza de radicalismo democr¨¢tico que, definida como ecologista e integrada en el Partido Verde Europeo, dispone de un equipo dirigente capaz de agrupar a formaciones que se sit¨²an a la izquierda del partido socialista. La novedad de la legislatura que finaliza radica en que los otros partidos del cada vez m¨¢s peque?o universo pol¨ªtico en que ha venido a parar la intrincada historia del comunismo catal¨¢n, el PCC y el PSUC-Viu, han asumido esta situaci¨®n y desean la pacificaci¨®n. Buena parte de este ¨¦xito se debe a la renovaci¨®n generacional en los reducidos grupos dirigentes. Muchos de ellos desean una evoluci¨®n de este tipo en IU, pero creen que no ser¨¢ posible mientras la renovaci¨®n generacional no llegue tambi¨¦n a la c¨²pula del PCE.
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