Asuntos Irreales

GASPAR LLAMAZARES PROCLAMA: "No se puede legislar sobre inmigraci¨®n a golpe de telediario". Ser¨¢ porque lo diga ¨¦l. Hace a?os que en Espa?a se legisla a golpe de telediario. En inmigraci¨®n y en muchas cosas. La mayor¨ªa de los inmigrantes entra en Espa?a a trav¨¦s de fronteras y aeropuertos, pero lo m¨¢s llamativo son los que llegan en cayuco a las costas canarias. Es lo m¨¢s llamativo porque las im¨¢genes encierran una brutalidad sobrecogedora, pero tambi¨¦n porque son de color negro, son m¨¢s distintos a nosotros y se les ve m¨¢s. Son m¨¢s medi¨¢ticos. Son m¨¢s incorporables a la escenificaci¨®n del "drama de la inmigraci¨®n", terminolog¨ªa que se usa ya en el debate pol¨ªtico.

Cada vez resulta m¨¢s claro que los gobiernos deben enfocar su acci¨®n pol¨ªtica en dos campos: uno, la realidad; otro, la imagen que proyectamos los medios. Estos dos campos, a veces coinciden y a veces no, y quiz¨¢ fuera interesante que el Gobierno tuviera un Ministerio de Asuntos Irreales. Si hubiera una persona dedicada a coordinar la escenificaci¨®n pol¨ªtica para actuar en los medios de comunicaci¨®n, los ministros podr¨ªan centrarse en la realidad. No es que sea una propuesta original. La verdad es que, m¨¢s o menos, ya funcionan as¨ª los equipos pol¨ªticos. Los cargos p¨²blicos m¨¢s destacados son los "actores", a ellos les corresponde escenificar, y quienes trabajan son los secretarios de Estado, los subsecretarios, etc¨¦tera. Pero ser¨ªa m¨¢s claro, y m¨¢s eficaz, si adem¨¢s de la vicepresidenta del Gobierno, hubiera una vicepresidencia para Direcci¨®n de Actores. (Desde aqu¨ª me propongo).

El modelo pol¨ªtico-actor por excelencia era Ronald Reagan, y las risas europeas se o¨ªan al otro lado del Atl¨¢ntico

Caldera, no salgas; Sevilla, no seas triste; Zapatero, sigue as¨ª, no digas nada; etc¨¦tera. Despu¨¦s ya habr¨ªa gente operando en la realidad.

Al Ministerio de Asuntos Irreales no s¨®lo le corresponder¨ªa gestionar los debates medi¨¢ticos: tambi¨¦n se encargar¨ªa de la mayor¨ªa de los debates pol¨ªticos (me lo pienso mejor: retiro mi candidatura; demasiado trabajo). Mariano Rajoy propone unas medidas sobre inmigraci¨®n. El Gobierno acepta discutirlas y firmar un pacto. El PP lo rechaza porque llega tarde. Conclusi¨®n: el PP rechaza lo que propone. ?Por qu¨¦ no se crean dos grupos de trabajo en paralelo? Uno, que se ocupe de la realidad: qu¨¦ hace falta hacer, qu¨¦ medidas se toman, en qu¨¦ estamos de acuerdo, en qu¨¦ no, etc¨¦tera. El otro grupo se ocupar¨ªa de la escenificaci¨®n: c¨®mo se presenta el acuerdo ante la opini¨®n p¨²blica, qui¨¦n admite errores, qui¨¦n admite que ha cambiado de posici¨®n, etc¨¦tera.

Ya se sabe que la pol¨ªtica es tambi¨¦n escenificaci¨®n. Lo que es m¨¢s pesado de aguantar es que la pol¨ªtica sea solamente escenificaci¨®n. El modelo pol¨ªtico-actor por excelencia era Ronald Reagan, y las risas europeas se o¨ªan al otro lado del Atl¨¢ntico: Spitting Image caricaturizaba a Ronald Reagan de manera feroz. Cada ma?ana, al despertar, el mayordomo le serv¨ªa el desayuno y a?ad¨ªa: "Su cerebrito, se?or presidente". Le abr¨ªa la cabeza y le colocaba un cerebro del tama?o de una canica. Veinticinco a?os despu¨¦s, los pol¨ªticos europeos que no responden al patr¨®n "actor" podr¨ªan contarse con las orejas de Van Gogh. Y tal vez sobrara.