Muerte a la transparencia
El asesinato a tiros del vicegobernador del Banco de Rusia, Andr¨¦i Kozlov, supone un duro golpe al intento de sanear el sistema bancario ruso
"Muchos lo odiaban: a los que privaba de sus licencias, a los que no aceptaba en el sistema de seguros de los dep¨®sitos de la poblaci¨®n... Era una persona dura, contraria a hacer compromisos", ha comentado sobre Andr¨¦i Kozlov, el asesinado vicegobernador del Banco Central, un colega suyo. Todos los que estos d¨ªas hacen declaraciones sobre Kozlov destacan sus esfuerzos por crear un nuevo sistema bancario transparente en Rusia y su lucha contra el lavado de dinero y los esquemas ilegales que muchos bancos ponen a disposici¨®n de los importadores con el fin de minimizar sus aranceles y los pagos por el IVA. La muerte de Kozlov, que fue asesinado a tiros el jueves, es un golpe sensible a las reformas econ¨®micas, opinan los especialistas.
La carrera de Andr¨¦i Kozlov fue realmente brillante y mete¨®rica. A los 30 a?os de edad se convirti¨® en el vicegobernador del Banco Central m¨¢s joven en la historia de Rusia. Su carrera como financiero la hizo gracias al mercado de valores, cuando ¨¦ste comenzaba a formarse, inmediatamente despu¨¦s de la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Fue uno de los que ech¨® los cimientos de la econom¨ªa de mercado en Rusia, participando en la redacci¨®n de las leyes sobre las sociedades an¨®nimas, el mercado de valores, la deuda estatal, los bancos y la actividad bancaria.
Kozlov era considerado el padre de los bonos del tesoro, con los que el Gobierno ruso form¨® de hecho una pir¨¢mide financiera que finalmente se derrumb¨®, provocando la bancarrota del pa¨ªs en 1998. Olga Rom¨¢nova, compa?era de Kozlov en sus a?os estudiantiles en el Instituto de Finanzas de Mosc¨², dice al respecto al diario Kommersant: "Andr¨¦i mismo se considera el padre de los bonos del tesoro, no lo ocultaba ni se avergonzaba de ello. Porque ¨¦l ide¨® un instrumento, un martillo, y no es culpa del martillo el haber ca¨ªdo en manos de salvajes". Rom¨¢nova reconoce que corr¨ªan rumores de que Kozlov era "profesionalmente da?ino" e incluso que era un corrupto, pero los que le conocen, asegura, saben que no es as¨ª.
Pero precisamente aquellos negros d¨ªas de 1998 pueden ser la causa de su asesinato, opinan algunos. As¨ª, el peri¨®dico Komsom¨®lskaya Pravda escribe que numerosos clientes de bancos problem¨¢ticos siguieron su consejo y en agosto de aquel a?o transfirieron sus dep¨®sitos al estatal Banco de Ahorros. El resultado fue que las cuentas en este banco permanecieron largo tiempo congeladas y, cuando las limitaciones fueron levantadas, los que ten¨ªan cuentas en d¨®lares recibieron sus ahorros en rublos y al cambio de nueve rublos por d¨®lar, mientras que el valor real del d¨®lar se acercaba a los 20 rublos. Adem¨¢s, la fiscal¨ªa general estableci¨® que Kozlov, siendo vicegobernador del Central, "pose¨ªa cuentas en rublos y d¨®lares en varios bancos comerciales, adonde llegaba el dinero obtenido con los bonos del tesoro". Verdad es que, a pesar de esas millonarias cuentas, Kozlov no fue acusado de delito alguno.
Kozlov se opuso resueltamente a la bancarrota de 1998 y consideraba que hab¨ªa que apoyar a los grandes bancos con cr¨¦ditos, a¨²n en perjuicio de la estabilidad macroecon¨®mica. Al no conseguir imponer su opini¨®n, Kozlov dimiti¨® en septiembre de aquel a?o "por no estar de acuerdo con la decisi¨®n de congelar los pagos de las obligaciones contra¨ªdas por el Estado".
Hace cuatro a?os Kozlov regres¨® al Banco Central y comenz¨® a formar un nuevo sistema bancario, transparente y basado en la ley. Y a luchar sin cuartel contra los que no quieren respetar las nuevas reglas: baste decir que s¨®lo este verano, priv¨® de sus licencias a 33 bancos comerciales. Por eso, la mayor¨ªa de los expertos piensa que es ah¨ª donde hay que buscar a los que encargaron su asesinato.
Kozlov hab¨ªa cumplido s¨®lo 41 a?os en enero pasado. Era aficionado al f¨²tbol y a la vida sana: no fumaba ni beb¨ªa. Deja una viuda y tres hijos: dos varones, y una ni?a de ocho a?os.
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