Indigesti¨®n de conspiradores
Tras dos a?os de fiesta conspirativa, el diario El Mundo y el PP tuvieron un mi¨¦rcoles negro el pasado 13 de septiembre, al conocerse c¨®mo su principal testigo de cargo, el ex minero asturiano Jos¨¦ Emilio Su¨¢rez Trashorras, se las gasta a sus espaldas. Acusado por el juez de aportar los explosivos utilizados por la banda islamista en el 11-M, Su¨¢rez Trashorras se enfrenta a una pena de 3.000 a?os de c¨¢rcel. Y cuando se aproxima un momento procesal importante (el desenlace de su recurso contra el auto de procesamiento esta misma semana, base del juicio oral, el pr¨®ximo a?o), el acusado daba una larga entrevista al citado peri¨®dico, a partir del 4 de septiembre.
La entrevista, seg¨²n la informaci¨®n aportada por ¨¦ste diario el mi¨¦rcoles 13, comenz¨® a gestarse en febrero de 2005. En esas fechas, un delincuente que ser¨¢ juzgado en breve por tr¨¢fico de drogas en Asturias (Jos¨¦ Ignacio Fern¨¢ndez D¨ªaz, Nayo) acusaba en las p¨¢ginas del mismo diario a su ex secuaz Su¨¢rez Trashorras de vender explosivos a ETA. Su¨¢rez Trashorras, en una conversaci¨®n con sus padres en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, rumiaba: "Mientras el peri¨®dico El Mundo pague, si yo estoy fuera, les cuento la Guerra Civil espa?ola. Desde que nac¨ª. Desde la Guerra Civil hasta ahora. Si te vienen con un chequecito cada... ?Por qu¨¦ piensas que lo hizo Nayo?"
?ste es el testigo de cargo del peri¨®dico citado y del primer partido de la oposici¨®n. No deb¨ªa de ser una sorpresa. Su¨¢rez Trashorras hab¨ªa declarado ante el juez cuatro veces, y no hab¨ªa vacilado, siguiendo los consejos de su letrado, en cambiar su testimonio. Su disposici¨®n en la conversaci¨®n con sus padres a contar lo que fuese, si le ven¨ªan "con un chequecito", seg¨²n la grabaci¨®n, era normal. Por dos razones: seg¨²n dec¨ªa ¨¦l mismo, por dinero y, tambi¨¦n, para mejorar su situaci¨®n penal. Si un abogado necesita crear dudas razonables ante el desenlace del recurso contra su procesamiento y, m¨¢s a largo plazo, cuando su cliente se siente en el banquillo, ?por qu¨¦ no utilizar los servicios de un diario?
La informaci¨®n publicada por EL PA?S, pues, permit¨ªa completar el verdadero perfil del hombre que, presuntamente, hizo llegar el explosivo del 11-M. Aquel lado oscuro y s¨®rdido que la presentaci¨®n comprensiva y magn¨¢nima del personaje por El Mundo y el PP trataba de mitigar.
Si, entre marzo de 2005 y septiembre de 2006, el citado diario pag¨® o no eso es un secreto entre las dos partes contratantes, un secreto que ¨¦ste peri¨®dico no presume de conocer. En cambio, el secreto que s¨ª revel¨® fue de gran importancia: la falta absoluta de escr¨²pulos del entrevistado.
La transacci¨®n de las dos partes se rigi¨® por la estricta l¨®gica comercial. El Mundo necesitaba m¨¢s madera (como Buster Keaton en El maquinista de La General) y Su¨¢rez Trashorras confesaba unas apetencias de dinero y ten¨ªa necesidad de distorsionar la realidad ante la justicia. Las revelaciones de este peri¨®dico provocaron la indigesti¨®n del "autor intelectual" de la teor¨ªa conspirativa, el diario El Mundo. En cuanto a su director, Pedro J. Ram¨ªrez, si es capaz de desfigurar en sus p¨¢ginas un programa donde tuvo sobrado tiempo para explicarse, ?qu¨¦ no ser¨¢ capaz de manipular y distorsionar para hacer buena la intoxicaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ?ngel Acebes, Eduardo Zaplana y Mariano Rajoy (que expresaba en El Mundo el 13 de marzo de 2004, jornada de reflexi¨®n mediante, la "convicci¨®n de que ETA" era responsable de la masacre)? Eso s¨ª: ?el director del diario que publica la novela de la conspiraci¨®n por entregas "nunca ha dicho que ETA interviniese en el 11-M ni que el PSOE participase" en la citada conspiraci¨®n! Faltaba m¨¢s.
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