Xavier Valls, pintor

A la edad de 83 a?os, acaba de fallecer en Barcelona el pintor Xavier Valls. El artista, residente en Par¨ªs desde hace 58 a?os, sol¨ªa pasar el verano en Barcelona, en donde precisamente hace un mes le diagnosticaron un fat¨ªdico c¨¢ncer de colon.

Xavier Valls naci¨® en el barcelon¨¦s barrio de Horta en 1923, y era el hijo menor de Mag¨ª Valls, integrante del consejo de redacci¨®n del diario cat¨®lico catal¨¢n El Mat¨ª. Sus primeros pasos art¨ªsticos corrieron al lado del escultor suizo catal¨¢n Charles Collet, uno de los impulsores de l'Escola Massana de Barcelona, quien le introducir¨ªa a Manolo Hugu¨¦, Joaquim Sunyer, Pau Roig, Miquel Vill¨¤ i Josep Llorens i Artigas. Durante la posguerra, Valls estuvo muy pr¨®ximo a los pintores Albert R¨¤fols Casamada y Maria Girona, con los que ir¨ªa desarrollando una figuraci¨®n esquem¨¢tica y arcaizante, a la vez que fundaba con Josep M. de Sucre, Collet y otros el Cercle Maillol en el reci¨¦n creado Instituto Franc¨¦s de Barcelona. Gracias a una beca del citado instituto el joven artista pudo realizar una estancia en Par¨ªs en 1948 y decidi¨® instalarse definitivamente en la capital francesa, en donde conocer¨ªa al pintor Luis Fern¨¢ndez, y tambi¨¦n a Balthus -de quien publicar¨ªa la necrol¨®gica en EL PA?S- y Alberto Giacometti, a la vez que colabor¨® con Fernand L¨¦ger en la elaboraci¨®n de algunos vitrales. En esta ¨¦poca, Valls particip¨® -siendo premiado- en los renovadores Salones de Octubre organizados en Barcelona y pieza clave del renacer del arte moderno en nuestro pa¨ªs. En la III Bienal Hispaoamericana de Arte, celebrada en Barcelona en 1955, Valls obtuvo el premio al mejor bodeg¨®n. En Par¨ªs, participaba igualmente en los salones de la Jeune Peinture, los Ind¨¦pendents i el de Automne. Paulatinamente, su pintura iba evolucionando partiendo de Seurat y Morandi para desarrollar con los a?os una obra extremadamente personal que har¨ªa su eclosi¨®n en el inicio de la d¨¦cada de 1960 y continuar¨ªa hasta la actualidad. Se trata de una pintura muy construida, est¨¢tica y delicada, con matices po¨¦ticos, que busca una luz tamizada que la hace misteriosa, situada voluntariamente al margen del tiempo y el arte de vanguardia. Las naturalezas muertas, interiores y paisajes de Xavier Valls, de reiterada iconograf¨ªa, respiran una atm¨®sfera metaf¨ªsica y pl¨¢cida a base de formas rotundas y geom¨¦tricas, suavizadas por una pincelada sutil y un colorido p¨¢lido y arm¨®nico.

Valls ha obtenido ¨¦xito especialmente en Par¨ªs exponiendo en la Galer¨ªa Henriette Gom¨¦s y, luego, en la prestigiosa Claude Bernard, en la que permanecer¨ªa hasta el final. En 1981, el Mus¨¦e Ingres de Montauban tambi¨¦n le organiz¨® una gran retrospectiva y el Gobierno franc¨¦s le nombr¨® Chevalier des Arts et des Lettres en 2000.

En el Estado espa?ol, Xavier Valls ha sido objeto de dos exposiciones retrospectivas: una en Madrid, organizada por la Direcci¨®n General de Bellas Artes en 1982, y otra en el Museu d'Art Modern de Barcelona, en 1985. Ha obtenido el Premio C¨¢ceres (1979), la Medalla de Oro al M¨¦rito de las Bellas Artes (1993), y figuran obras suyas en la colecci¨®n permanente del Museo Reina Sof¨ªa de Madrid, en el espacio dedicado al realismo de la segunda mitad del siglo XX, y de la Colecci¨®n Arte Contempor¨¢neo del Museo Patio Herreriano de Valladolid, entre otras instituciones. Adem¨¢s, a lo largo de los a?os ha presentado su producci¨®n en las galer¨ªas madrile?as Theo y Juan Gris, que edit¨® la monograf¨ªa Escuchando a Xavier Valls escrita por Miguel Fern¨¢ndez-Braso (Ediciones Guadalimar. Madrid, 2001) y en las barcelonesas Syra, Vayreda y Artur Ramon. Recientemente, public¨® un curioso volumen de memorias escrito en catal¨¢n, La meva capsa de Pandora (Quaderns Crema. Barcelona, 2003), que enumeraban sus gestas y no dejaban de esconder un cierto resentimiento para con los suyos.