Obituarios
Tengo una afici¨®n enfermiza: recorrer cada d¨ªa los obituarios de celebridades en la prensa local y for¨¢nea y cotejar los comentarios a su muerte con lo que signific¨® aquello que en su d¨ªa les hizo merecer hoy un espacio individualizado en la prensa, con o sin foto, seg¨²n su relevancia.
El mismo d¨ªa son noticia por esta causa Oriana Fallaci y Jos¨¦ Antonio Nieves Conde.
Oriana Fallaci era una mujer singular. Durante la guerra luch¨® en la resistencia italiana. Luego practic¨® un periodismo novedoso, inteligente e incisivo que ha hecho escuela. En las entrevistas llevaba h¨¢bilmente al entrevistado a terrenos resbaladizos y lograba esc¨¢ndalos ef¨ªmeros e intrascendentes. M¨¢s tarde escribi¨® libros con opiniones sin duda sinceras y meditadas, pero expuestas de la manera atrevida y pintoresca que le hab¨ªan contagiado sus v¨ªctimas. Odiaba sin matices al Islam, al que pint¨® como un despliegue de culos en oraci¨®n, y a los musulmanes en su doble faceta de terroristas e inmigrantes. Como no era f¨¢cil atacar a una mujer con talento y agallas que adopta una postura pol¨ªtica, moral o intelectualmente inaceptable, se le hicieron los oportunos reproches y se la traslad¨® al departamento de exc¨¦ntricos inefables, donde ha permanecido hasta su muerte, ocurrida en Florencia a la edad de 76 a?os.
Jos¨¦ Antonio Nieves Conde fue un director de cine formado en las filas falangistas. Un drama rural de factura competente y con la luz dura y contrastada que suele identificarse con la cr¨ªtica social le confiri¨® un lugar en la ¨¢rida asignatura del cine espa?ol no refrendado por el resto de su obra anterior y posterior. Tambi¨¦n rod¨® Balarrasa, las aventuras de un cura que rozan el surrealismo involuntario. Se retir¨® en los albores de la democracia y ha muerto a los 94 a?os.
Mis dos muertos de estos d¨ªas dejan de herencia algunos datos para interpretar la letra peque?a de la historia y el legado de una habilidad t¨¦cnica de la que pueden beneficiarse estudiantes y estudiosos de sus oficios respectivos. En resumidas cuentas, dos personajes que hoy merecen un recuerdo y un respeto retroactivo, aunque los haya devaluado el tiempo, como estos alimentos que han de consumirse frescos y se han desustanciado por la congelaci¨®n y la descongelaci¨®n.
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