Salvada por el m¨®vil
Una ni?a de EE UU logra conectar con su madre tras 10 d¨ªas de secuestro
A poco m¨¢s de un kil¨®metro. As¨ª de cerca estaba de su hogar Elizabeth Shoaf cuando la polic¨ªa la rescat¨® el pasado s¨¢bado de un zulo en medio de un bosque en Lugoff, Carolina del Sur. Vivi¨® 10 d¨ªas de cautiverio, hasta que utilizando el tel¨¦fono m¨®vil de su secuestrador -que se hab¨ªa quedado dormido- consigui¨® mandar un mensaje a casa: "Hola mam¨¢, soy Lizzie". La se?al del m¨®vil permiti¨® localizar el lugar exacto donde se encontraba la adolescente.
Todav¨ªa en la memoria el caso de la austriaca Natascha Kampusch, la suerte de Elizabeth Shoaf estaba ayer en todas las televisiones de Estados Unidos. Aunque Shoaf fue algo m¨¢s afortunada que la peque?a Kampusch. Ambas fueron secuestradas cuando se dirig¨ªan a sus colegios. Ambas sufrieron jornadas de angustia encerradas en un zulo. Pero la joven estadounidense vio la oportunidad de escapar a los 10 d¨ªas de ser raptada. Kampusch tard¨® ocho a?os en poder abandonar la madriguera en la que hab¨ªa sido confinada. El secuestrador de Kampusch se lanz¨® debajo de un tren cuando se percat¨® de que su presa hab¨ªa escapado. Vinson Filyaw, de 36 a?os, era detenido por la polic¨ªa en Carolina del Sur. Viv¨ªa a unos cientos de metros del hogar familiar de la v¨ªctima. Su cabeza ya ten¨ªa precio por haber cometido un delito sexual. Ahora se enfrenta a cargos por secuestro, posesi¨®n de artefactos incendiarios y por hacerse pasar por un agente de polic¨ªa, estratagema que utiliz¨® para conseguir atraer la atenci¨®n de Shoaf.
El secuestrador hizo creer a Elizabeth que el zulo donde se encontraba estaba rodeado de explosivos
"Me dijo exactamente d¨®nde estaba, qu¨¦ carretera hab¨ªa que tomar y qu¨¦ desv¨ªos seguir, me dijo que llamara a la polic¨ªa, que estaba encerrada en un agujero", explicaba ayer a la cadena de televisi¨®n CNN la madre, Madeline Shoaf. "En cuanto vi el mensaje sab¨ªa que ten¨ªa que ser ella, nadie m¨¢s tiene mi m¨®vil", relataba.
El zulo estaba excavado a cinco metros de profundidad y cubierto con trozos de contrachapado, disimulado entre el bosque. La comparaci¨®n m¨¢s cercana llevar¨ªa a la fotograf¨ªa de un b¨²nker militar. Y eso fue lo que el hombre fr¨ªo y calculador que es para la polic¨ªa Filyaw quiso hacer creer a la joven: que estaba rodeada de explosivos, que el terreno circundante estaba minado para que desechase cualquier pensamiento de fuga. Dentro del agujero la situaci¨®n era terrible. Exist¨ªa una letrina excavada a mano, estanter¨ªas fabricadas con ramas y un hornillo de acampada. "Hab¨ªa pornograf¨ªa por todos lados", inform¨® el sheriff del condado, Steve McCaskill.
Elizabeth Shoaf no presentaba da?os en el momento de su rescate. Ayer segu¨ªa en observaci¨®n en el hospital. Para el sheriff, "encontrar a Elizabeth sana y salva ha sido un gran alivio. Pero tambi¨¦n es un gran alivio cuando atrapas a criminales de este tipo".
Un criminal entre rejas y el retrato robot de otro ha sido distribuido por los medios de comunicaci¨®n. La polic¨ªa del Estado de Misuri ha puesto en busca y captura a una mujer joven, corpulenta, de pelo negro y que portaba una gorra de b¨¦isbol en el momento en que secuestr¨® a una ni?a de ocho d¨ªas. El pasado viernes, esta mujer llamaba a la puerta de Stephanie Ochsenbine, de 21 a?os, con la excusa de necesitar usar el tel¨¦fono. Una vez dentro, la sospechosa ahora buscada apu?al¨® en la garganta a la joven madre y se llev¨® a la ni?a, Abigale Lynn Woods.
En el momento del ataque estaba tambi¨¦n en la casa otro hijo de los Ochsenbine, Connor, de un a?o. El marido y padre de ambos ni?os se encontraba trabajando. Stephanie Ochsenbine estuvo inconsciente durante bastante rato. Hasta que el peque?o Connor fue en busca de ayuda.
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