El Priorat, centro de arte
Una de las peculiaridades del vino del Priorat es, precisamente, el tipo de tierra donde crecen las cepas. Esta tierra pizarrosa de color gris¨¢ceo llamada llicorella, que aparentemente podr¨ªa ser un engorro, da un car¨¢cter especial a ese vino. Pero, adem¨¢s de vino, las profundidades de esta comarca est¨¢n llenas de minerales, que en el caso de Bellmunt del Priorat dieron esplendor al pueblo. La Mina Eug¨¨nia, de donde se extrae la galena (sulfuro de plomo), se abri¨® a mediados del siglo XIX y dio trabajo a centenares de obreros que ven¨ªan de toda Espa?a, hasta que se cerraron, en 1972. Un total de 14 kil¨®metros de galer¨ªas enterradas a 620 metros de profundidad y todo un conjunto minero-metal¨²rgico en medio de un paisaje de bosque, vi?as y olivos. En este entorno ¨²nico y fant¨¢stico, que puede recordar el decorado de una pel¨ªcula del Oeste, se empieza a cocer el primer centro -oficial- de arte contempor¨¢neo de Catalu?a ubicado en un entorno rural. Me dir¨¢n ustedes que qui¨¦n se acercar¨¢ a visitar una exposici¨®n incomprensible o a presenciar una performance de alguien que come botones tan lejos del mundanal ruido de la urbe. Pues precisamente ¨¦sa es una de las gracias del proyecto y, como dicen sus promotores, todo lo que parecen inconvenientes -lejos de Barcelona, ubicado en unas minas- aqu¨ª se convierten en ventajas: los actuales centros de arte no dejan de repetir los mismos esquemas, mientras que el entorno de las minas de Bellmunt ofrece algo ¨²nico, que los promotores del proyecto piensan aprovechar. Otra ventaja: el museo de las minas tiene 10.000 visitantes al a?o, un p¨²blico que incrementar¨ªa la visita al centro de arte, porque se prev¨¦ ¨ªntimamente ligado a las minas.
Francesc Vidal y Montse Cortadellas llevan ya m¨¢s de 30 a?os trabajando en arte contempor¨¢neo: m¨¢s de 30 revistas, monogr¨¢ficos, acciones, postal-art... Siempre se han movido en silencio, conscientes de que vivir a 100 kil¨®metros de Barcelona no favorece que te tengan en cuenta. Sin embargo, a ellos les importa un r¨¢bano y siguen insistiendo porque saben que los mejores artistas del pa¨ªs siempre avalar¨¢n sus propuestas. Ahora se han lanzado a esta nueva locura que sobrepasa, sobre todo en dinero, a cualquiera de sus viejos sue?os. Bajo el nombre de Associaci¨® Comissariat, que integra a otros artistas del Camp de Tarragona, presentaron un suculento proyecto a la Generalitat, cuyos responsables, seg¨²n parece, quedaron sorprendidos y maravillados. El informe de los expertos es excelente y todo apunta a que el centro de arte ver¨¢ la luz. S¨®lo hay un problema, quiz¨¢ gordo: no hay nada firmado y el resultado de las elecciones puede hacer zozobrar el proyecto y dar a sus creadores un susto de muerte.
Lo primero que el visitante ve cuando se acerca a la Mina Eug¨¨nia, a 400 metros de Bellmunt, es un espectacular edificio modernista de tres plantas rodeado de pinos y vides. Construido en el a?o 1905, fue residencia veraniega de los amos de las minas y albergaba tambi¨¦n las oficinas y el laboratorio de la empresa. Ahora es propiedad del Ayuntamiento y hace a?os que est¨¢ cerrado, pero los habitantes de Bellmunt lo utilizan para organizar comilonas. Aqu¨ª se ubicar¨ªa el centro de arte, con extensi¨®n a las antiguas dependencias de las minas, unos pabellones de piedra en restauraci¨®n. "Esto es mucho mejor que el Macba", comenta Francesc seriamente. Hay que verlo para darle la raz¨®n. Por eso este verano han presentado su propuesta en uno de estos pabellones, acompa?ado tambi¨¦n de un v¨ªdeo de Marcelo Exp¨®sito. Gemma Barcel¨®, directora del Museu de les Mines, nos acompa?a en el recorrido. Bajamos a las profundidades de la tierra y luego al edificio que albergar¨ªa el futuro centro. Les pregunto qu¨¦ piensan los vecinos de Bellmunt de todo esto y Francesc me responde que ellos, por suerte, nunca han sido unos intelectuales y el concepto de arte moderno no se limita a programar exposiciones de cuatro piedras que nadie entiende o un concierto de m¨²sica industrial. "Hay que ir poco a poco. Una actuaci¨®n de Sisa puede encajar perfectamente". En el programa que presentaron se prev¨¦ organizar debates, m¨²sica, poes¨ªa, actividades permanentes, monogr¨¢ficos, ediciones en papel o en cualquier formato, una p¨¢gina web, talleres, archivo de documentaci¨®n, una colecci¨®n permanente... Algunas dependencias se destinar¨¢n a acoger temporalmente a artistas, creadores, investigadores que se impliquen en la realidad social del territorio.
Y todo esto me lo cuentan paseando por las habitaciones ahora desconchadas, oscuras y con un murci¨¦lago volando, pero el entusiasmo de esta gente me las transforma en salas llenas de vida, de luz. Subimos hasta la azotea: vemos las minas y los campos de vides a nuestros pies. Hay unos pinos fant¨¢sticos donde se podr¨ªa instalar una terraza. Tambi¨¦n esperan que alguien se anime a montar un restaurante al estilo de los que est¨¢n triunfando en el Priorat. Todo est¨¢ por hacer, pero ellos ya programan actividades, aunque sea sin fondos, no en balde tienen muchos amigos. Si las pr¨®ximas elecciones no dejan amn¨¦sicos a los que hasta hoy han dado el visto bueno, creo que dentro de poco veremos el Priorat Centre d'Art en Bellmunt. Am¨¦n.
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