Hallado en Etiop¨ªa el esqueleto de una ni?a de hace 3,3 millones de a?os
La 'Ni?a de Dikika' andaba como los humanos, pero tambi¨¦n se colgaba de los ¨¢rboles
En lo que ahora es un ¨¢spero desierto en Etiop¨ªa y que hace 3,3 millones de a?os ser¨ªa una zona h¨²meda y arbolada, unos paleont¨®logos han hallado el esqueleto f¨®sil casi completo de una ni?a de unos tres a?os de edad de una especie antepasada del hombre. La Ni?a de Dikika, como la llaman sus descubridores, ten¨ªa rasgos de los chimpanc¨¦s pero caminaba ya sobre dos patas como los humanos. Es un esqueleto de la especie Australopitecus afarensis y suscita el entusiasmo de los cient¨ªficos porque es una aut¨¦ntica mina de informaci¨®n sobre el desarrollo de esos remotos hom¨ªnidos.
El registro f¨®sil de la evoluci¨®n humana tiene que correr hacia adelante m¨¢s de tres millones de a?os, hasta un ni?o neandertal de hace s¨®lo unos miles de a?os, para encontrar un esqueleto infantil tan completo como el de la Ni?a de Dikika, recuerda el especialista Bernard Wood. No es el primer resto infantil de hace millones de a?os pero s¨ª el m¨¢s antiguo. Uno los primero f¨®siles de hom¨ªnido hallados en ?frica (1924) fue el cr¨¢neo de un australopiteco muy joven, pero de aquel ni?o de Taung, no queda m¨¢s que el cr¨¢neo incompleto.
Los primeros f¨®siles de la ni?a se encontraron en la regi¨®n et¨ªope de Dikika en 2000. Pero el paleont¨®logo Zeresenay Alemseged y sus colegas siguieron rescatando huesos hasta 2003. Luego han tenido que dedicar miles de horas de trabajo en el laboratorio para extraer los fr¨¢giles restos del bloque de sedimento duro como cemento en que estaban incrustados. Ahora tienen casi todo el esqueleto (excepto la pelvis, la zona baja de la espalda y parte de las extremidades) y lo presentan en la revista cient¨ªfica Nature, junto con sus primeras conclusiones.
Alemseged (del Instituto Max-Planck alem¨¢n) y su equipo de expertos de Europa y EE UU, concluyen que la Ni?a de Dikika ten¨ªa unos tres a?os al morir. Lo deducen por el desarrollo de su dentici¨®n (en comparaci¨®n con el patr¨®n de los chimpanc¨¦s). Por las caracter¨ªsticas de los dientes determinan tambi¨¦n el sexo.
La especie de 'Lucy'
Los paleont¨®logos conocen bien la especie a la que pertenece, A. afarensis, por otros f¨®siles hallados en ?frica, entre los que destaca el famoso esqueleto casi completo de una hembra adulta: Lucy, tambi¨¦n encontrada en Etiop¨ªa, a mediados de los a?os setenta, e igualmente de hace aproximadamente 3,3 millones y medio de a?os. Pero "ahora tenemos, por primera vez pruebas s¨®lidas que nos proporcionan una imagen clara de c¨®mo eran las cr¨ªas de estos remotos ancestros humanos", recuerdan los cient¨ªficos que encontraron a la Ni?a de Dikika. La ni?a tendr¨ªa una capacidad cerebral de unos 275 a 330 cent¨ªmetros c¨²bicos y de adulta habr¨ªa llegado a unos 400, muy cerca de la capacidad de un chimpanc¨¦, mientras que en un humano el cerebro ronda los 1.350 cent¨ªmetros c¨²bicos.
La hom¨ªnida vivi¨® en un entorno de arboledas y claros, superficies herb¨¢ceas y abundante agua de un lago o un delta, explica tambi¨¦n en Nature otro equipo que ha estudiado la paleogeolog¨ªa de la zona. Junto a los f¨®siles humanos han aparecido restos de hipop¨®tamos, cocodrilos y serpientes.
Uno de los aspectos m¨¢s interesantes del esqueleto de la ni?a se refiere a la locomoci¨®n. Los A. afarensis "sin duda son b¨ªpedos, y b¨ªpedos eficientes", explica el paleont¨®logo espa?ol Juan Luis Arsuaga. "Pero las proporciones entre brazo y pierna y entre brazo y antebrazo son primitivas, se nota que han tenido antepasados con rasgos como los de los chimpanc¨¦s".
Los cient¨ªficos discuten desde hace un tiempo si esos brazos simiescos de los A. afarensis ser¨ªan una herencia ya in¨²til del pasado evolutivo o los utilizar¨ªan para desenvolverse colgados de los ¨¢rboles. Alemseged y sus colegas se inclinan por la primera opci¨®n. Tambi¨¦n Arsuaga: "Creo que no s¨®lo caminaban con las dos piernas, sino que adem¨¢s usaban los brazos para desplazarse por las ramas de la arboleda", dice, "no hay que olvidar que parte de su dieta, muchos frutos maduros, estaban en los ¨¢rboles". Lo "sorprendente", contin¨²a, "es que cabr¨ªa esperar en estos hom¨ªnidos un om¨®plato parecido al del chimpanc¨¦ o en todo caso al humano, y resulta que no, que el de Dikika se parece al del gorila, que es el menos arb¨®reo de los simios actuales".
Otra pieza del nuevo esqueleto infantil que llama la atenci¨®n de los especialistas es el hioides, un hueso de la garganta que es la ¨²nica parte que fosiliza el aparato fonador. En los escas¨ªsimos hioides de hom¨ªnidos que se han encontrado, los cient¨ªficos buscan alguna pista sobre los sonidos que producir¨ªan los hom¨ªnidos y ahora se plantean si el hioides de la Ni?a de Dikika, muy parecido al de los chimpanc¨¦s, aportar¨¢ alguna luz sobre los gritos de esos antepasados remotos del hombre.
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