Un retrato de la nueva "esclavitud" de la mano de sus protagonistas
Ai Qin Lin no ha trabajado de mariscadora, ni estaba en la bah¨ªa inglesa de Morecambe el 5 de febrero de 2004 cuando 23 ilegales chinos murieron mientras rastreaban la arena en busca de berberechos. Pero ha sufrido en propia carne el drama de la esclavitud moderna, la inmigraci¨®n ilegal, y tiene dotes para la interpretaci¨®n. Por eso la eligi¨® Nick Broomfield para protagonizar Ghosts, pel¨ªcula a caballo entre la realidad y la ficci¨®n. "He interpretado lo que sent¨ª en la vida real. Como la protagonista soy madre soltera y so?aba con viajar a Inglaterra para mejorar la vida de mi familia. Tambi¨¦n, como ella, sobreviv¨ª con trabajos basura y tard¨¦ a?os en volver a China".
Broomfield dio con ella gracias a un cura de la iglesia china que ayuda a los inmigrantes a lograr permisos para trabajar en Londres. Le ofreci¨® un primer papel que la joven rechaz¨®, pero cuando la volvi¨® a entrevistar para el personaje protagonista Ai Qin Li se decidi¨® a hacer una incursi¨®n puntual en el mundo del cine. Igual que Zhan Yu, due?o de un restaurante, y Zhe Wei, que inicialmente trabajaba como investigador para recabar datos que dieran coherencia a la pel¨ªcula.
El cineasta se ha rodeado as¨ª de un reparto no profesional. Ha preferido cargar el filme de experiencias vitales que de maestr¨ªa interpretativa. "Quer¨ªa utilizar sus emociones para recrear el drama de la esclavitud moderna", explic¨® ayer. "Mi prop¨®sito era realizar una pel¨ªcula que fuera lo m¨¢s verdadera o real posible". La casa en la que viven hacinados los protagonistas de la pel¨ªcula no es un montaje; es la vivienda de un grupo de inmigrantes chinos. Y el beso que Ai Qin Lin le da a su hijo en la pantalla despu¨¦s de a?os tambi¨¦n es real.
Agitar el debate
"Espero que la pel¨ªcula sirva para agitar el debate sobre la inmigraci¨®n. Hay gente que desconoce lo que est¨¢ sucediendo a un kil¨®metro de su casa", dijo ayer el director. "Tambi¨¦n aspiro a que sea un reconocimiento de la codependencia; tenemos a tres millones de inmigrantes", continu¨®. "Hablar de inmigraci¨®n es hablar en t¨¦rminos de globalizaci¨®n, Banco Mundial y grandes multinacionales. Por eso no hay una soluci¨®n f¨¢cil. Lo primero ser¨ªa suprimir la palabra ilegal pegada a la de inmigrante. Y luego, el consumidor, que es el ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena que comienza con la mano de obra barata, deber¨ªa sentirse implicado. Pero hasta que no haya una legislaci¨®n no hay nada que hacer".
Broomfield carga contra las mafias y las empresas de alimentaci¨®n en la pel¨ªcula. En la vida real, tambi¨¦n contra el Gobierno brit¨¢nico que "se ha negado a asumir cualquier responsabilidad" tras la tragedia de Morecambe. Las familias de los fallecidos a¨²n est¨¢n pagando las deudas que los inmigrantes contrajeron antes de su fatal viaje al Reino Unido.
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