"El cine ha triunfado siempre sobre todos sus adversarios"
Qu¨¦ mayor gloria pod¨ªan esperar los hermanos Lumi¨¨re que la invasi¨®n de los hogares de todo el mundo por pantallas de home cinema?". Con esta ret¨®rica pregunta lanzada al aire, el cineasta Fernando Trueba (Madrid, 1955) quiere destacar la indestructible salud de una industria y un arte nacidos hace algo m¨¢s de un siglo y que han resistido los embates de la televisi¨®n, del v¨ªdeo, del DVD y de las sucesivas revoluciones tecnol¨®gicas que terminan, s¨®lo de momento, con Internet. Sabe de lo que habla el mayor de los Trueba porque a su experiencia pr¨¢ctica como director, con una docena de pel¨ªculas de diversos g¨¦neros y un oscar por Belle ¨¦poque (1994) en su casillero, une su condici¨®n de te¨®rico del cine, de estudioso de un fen¨®meno que sigue apasionando a las multitudes, la magia de contar historias en im¨¢genes. "El cine", comenta, "no ha parado de triunfar sobre sus adversarios, que, al final, se han de nutrir de ¨¦l y lo acaban financiando porque lo necesitan. El gran triunfo del cine es que hablamos de home cinema, es decir, de que los hogares se han convertido en salas. Adem¨¢s, creo que nunca desaparecer¨¢n las salas, m¨¢s o menos tal y como hoy las conocemos".
Trueba publicar¨¢ el pr¨®ximo mes de octubre una versi¨®n corregida y aumentada de Mi diccionario de cine (C¨ªrculo de Lectores/Galaxia Gutenberg), aparecido hace casi una d¨¦cada, entre otras cosas, para incluir m¨¢s im¨¢genes y m¨¢s entradas. Ahora bien, el nuevo volumen recoge tambi¨¦n las enormes transformaciones que el mundo audiovisual ha sufrido en estos a?os. "De todos modos", explica el cineasta, "hay que recordar que el cine ha sobrevivido a la llegada del sonido, a la invenci¨®n de la televisi¨®n, al v¨ªdeo, a la pirater¨ªa, a los efectos especiales. Al fin y al cabo, el paso del tiempo termina siendo el m¨¢s importante cr¨ªtico de cine, y una pel¨ªcula s¨®lo empieza a encontrar su sitio cuando ya han pasado al menos 25 a?os. Por eso, entre otras cosas, soy partidario de actualizar mi diccionario cada d¨¦cada".
A juicio del cineasta, el mayor cambio experimentado por el cine a partir de la era digital consiste en que rodar una pel¨ªcula se ha convertido en un proyecto alcanzable para mucha gente, para cualquiera, en una palabra. "Antes", opina, "el coste econ¨®mico de una pel¨ªcula significaba una barrera econ¨®mica y t¨¦cnica que era casi infranqueable. En cualquier caso, lo b¨¢sico para dirigir cine es la mirada, y por ello resulta tan importante aquello que se cuenta como la forma de contarlo". Trueba duda unos instantes cuando se le pregunta si el buen cine perdura a trav¨¦s de las generaciones, pese al siglo transcurrido desde su invenci¨®n. "Pienso que el humor de Chaplin o de los Marx sigue atrayendo a los j¨®venes de hoy. Es cierto que quiz¨¢ haya que dedicar un cierto esfuerzo con los chavales porque hoy no se toman tiempo para mirar las cosas con calma. En realidad, la mayor¨ªa de la gente no mira, ni oye, ni lee, ni escribe. Entretanto, el buen cine va a su bola y a veces funciona y tiene ¨¦xito en la taquilla y otras veces, no".
En este original e irreverente diccionario, escrito con mucha iron¨ªa, donde se destrona a mitos como Marlon Brando y se ensalza a directores favoritos de Trueba como Billy Wilder o Luis Garc¨ªa Berlanga, el autor subraya el papel del director, que "ha de tocar todos los palos de una pel¨ªcula, desde el gui¨®n a la interpretaci¨®n, pasando por la fotograf¨ªa o la m¨²sica". "Todo aquel que quiera hacer cine", a?ade, "debe conocer las dos facetas b¨¢sicas de director y de guionista, porque si el realizador no sabe c¨®mo est¨¢ concebida la historia se convierte en un puro t¨¦cnico".
No se puede decir que Fernando Trueba no predique con el ejemplo en tocar todas las teclas del cine, hasta el punto de que est¨¢ rodando en Chile una adaptaci¨®n de la novela El baile de la Victoria, de Antonio Sk¨¢rmeta; ha terminado un gui¨®n junto con Jean-Claude Carri¨¦re sobre la Francia ocupada por los nazis y prepara proyectos de cine de animaci¨®n y de documental.
Actores, directores, 'oscars'...
Conociendo al personaje resulta casi gratuito decir que la selecci¨®n de voces del diccionario de Fernando Trueba es absolutamente subjetiva y caprichosa en el buen sentido de la palabra. Se trata de su visi¨®n del cine tras una vida entera dedicada a esta manifestaci¨®n art¨ªstica como cr¨ªtico, guionista, productor y director. Aqu¨ª reflejamos algunas entradas como muestra del tono del diccionario.- BRANDO (Marlon). Brando es el prototipo del actor que est¨¢ siempre por encima del personaje, por encima de la historia, por encima de la pel¨ªcula. Torturador de directores, es el inventor del actor con poder, al menos en su versi¨®n moderna. Ir a ver una pel¨ªcula con ¨¦l es como ir a ver un concierto donde el director y la orquesta tocan una partitura y el solista va por libre y, a¨²n peor, est¨¢ bebido.- OSCAR. Yo sue?o mucho, pero nunca so?¨¦ que me dieran un Oscar. (...) Tengo muchos mitos, pero el Oscar nunca estuvo entre ellos. Mis mitos suelen ser personas que, en un momento u otro, han influido en tu forma de ver el mundo o de enfocar tu trabajo, gente cuyas obras han hecho tu vida mejor o m¨¢s llevadera.- NEGRO. 1. Hasta hace muy poco, Sidney Poitier. 2. En los ¨²ltimos a?os: color habitual del amigo del protagonista.- SECUNDARIOS. Los actores secundarios son, en realidad, los actores. Los protagonistas, los galanes, las estrellas o cualquiera que sea el nombre que les demos, no son sino seres privilegiados que, debido al misterio de c¨®mo los rostros absorben la luz y a la insaciable sed de belleza f¨ªsica de los humanos, consiguen cobrar salarios muy superiores al del presidente del Gobierno. (...)- Z. 1. ?ltima letra del alfabeto. 2. Pel¨ªcula de Costa-Gavras que puso de moda el g¨¦nero "pol¨ªtico" a principios de los setenta. 3. Marca que dejaba el Zorro all¨¢ por donde pasaba. 4. Antiguamente, matr¨ªcula de Zaragoza, ciudad conocida por su culto al cine y a la amistad.
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