'Las uvas de la ira'
EL PA?S presenta ma?ana, s¨¢bado, por 8,95 euros una de las grandes obras maestras de John Ford
Si a¨²n existiera La clave, el programador lo tendr¨ªa muy f¨¢cil para encontrar una pel¨ªcula que arropara inmejorablemente un debate sobre la Gran Depresi¨®n de los a?os treinta: Las uvas de la ira, de John Ford. No es f¨¢cil que haya otro filme que refleje con m¨¢s fuerza, delicadeza y lirismo el mayor trauma colectivo de la sociedad norteamericana de entreguerras.
La primera vez que vi esta pel¨ªcula entr¨¦ al cine con toda clase de recelos. No s¨¦ a qu¨¦ ilustre cr¨ªtico norteamericano le hab¨ªa le¨ªdo un comentario bastante displicente. Al salir, pens¨¦ que quiz¨¢ aquel hombre la hab¨ªa visto con un terrible dolor de muelas. Las uvas de la ira es una de las m¨¢s grandes de uno de los m¨¢s grandes. La impresionante filmograf¨ªa de John Ford contiene, al menos, media docena de pel¨ªculas de oro y, desde luego, ¨¦sta es una de ellas.
El gui¨®n, de Nunnally Johnson, procede de la c¨¦lebre novela hom¨®nima de John Steinbeck. Es la cr¨®nica del infierno sufrido por una familia de Oklahoma que ve c¨®mo es expulsada de su hogar y de sus tierras y emprende un viaje hacia California con la esperanza de encontrar una vida mejor. John Ford no dud¨® en aceptar el encargo. La pel¨ªcula le permit¨ªa retratar a una familia de gente sencilla y derrotada sometida a pruebas extremas. Eso era algo que le chiflaba.
M¨¢s que po¨¦tica o nost¨¢lgica, Las uvas de la ira es una pel¨ªcula emocionante y melanc¨®lica. Eso s¨ª, la emoci¨®n y la melancol¨ªa son de primera clase. La mirada de Ford registra c¨®mo se rompen los sue?os de estos pobres diablos pero lo hace sin tropezar nunca con el sentimentalismo barato o la cursiler¨ªa. Y, como melodrama social, resulta soberbio en su equilibrio: John Ford captura el esp¨ªritu de una ¨¦poca y denuncia una horrible situaci¨®n socioecon¨®mica pero elude cualquier tipo de regodeo demag¨®gico. Si yo fuera un director con inquietudes sociales, antes de mover un solo dedo, por puro respeto, me aprender¨ªa de memoria Las uvas de la ira.
Es muy probable que la novela de John Steinbeck haya envejecido peor que la pel¨ªcula. John Ford posee algo que explica por qu¨¦ su cine resiste tan bien el paso del tiempo: es ese dominio antienf¨¢tico del lenguaje del cine, esa sublime ligereza. Como dice de ¨¦l Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre, no se puede ser m¨¢s claro ni m¨¢s moderno. A veces, para justificar la sabidur¨ªa narrativa de Ford, se alude a las decenas de pel¨ªculas que pudo rodar antes de comenzar a dirigir obras maestras. Pero si eso fuera cierto, John Ford no ser¨ªa ¨²nico. Si el talento se pudiera aprender habr¨ªa miles de personas que escribir¨ªan como Raymond Chandler, actuar¨ªan como Cary Grant, pintar¨ªan como Goya o jugar¨ªan al f¨²tbol como Diego Armando Maradona. John Ford era un genio por lo que lo son la mayor¨ªa de los genios: porque hace parecer f¨¢cil lo que para el resto resulta imposible.
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