?Mira lo que tengo!
"Si desea comprar arte porque busca una pintura de un colorido que haga juego con el de las paredes, ?no siga leyendo!". Adam Lindemann hace esta advertencia nada m¨¢s empezar Coleccionar arte contempor¨¢neo, un libro orientativo para los "aut¨¦nticos" coleccionistas, como ¨¦l mismo.
La nueva ebullici¨®n que se est¨¢ dejando sentir en el mercado del arte internacional en los ¨²ltimos cuatro o cinco a?os hace prever el advenimiento de nuevos aficionados al arte o simples especuladores que piensen en una buena inversi¨®n. Tambi¨¦n estar¨¢n los que decidan empezar una colecci¨®n en serio y no saben bien c¨®mo hacerlo. Lo que Lindemann expone a trav¨¦s de entrevistas con cuarenta personajes relevantes del mundo es lo complejo y sutil que puede ser la valoraci¨®n de las obras de los artistas actuales y el sentido real que tiene el formar una colecci¨®n.
COLECCIONAR ARTE CONTEMPOR?NEO
Adam Lindemann
Traducci¨®n de Loc Team, SL
Taschen. Madrid, 2006
299 p¨¢ginas. 24,99 euros
"?Qu¨¦ es lo que hace tan emocionante, tentador y sexy el poseer arte?", se pregunta el autor. "?Es el ver que la Jackie (de Warhol) de 1964 que tengo colgada pasa de 65.000 d¨®lares a 200.000 en un par de a?os? Para m¨ª, la respuesta es s¨ª y no, por supuesto. Lo emocionante es la oportunidad de disfrutar a diario de la obra, el regodeo eg¨®latra de la posesi¨®n (el factor 'mira lo que tengo') y, quiz¨¢ lo m¨¢s importante, el acto de elegir y adquirir".
Para empezar, el coleccionismo es una especie de enfermedad mental, una obsesi¨®n. Alguien que probablemente comenz¨® de ni?o juntando cromos pero que adem¨¢s trapicheaba con ellos para conseguir otros mejores. "El coleccionista de arte es la expresi¨®n m¨¢xima de esa estructura mental. Si se apasiona con esto o lo otro, pronto surge la necesidad de tener m¨¢s, pero no por la necesidad de acumular, sino de construir algo. Se trata de algo que va mucho m¨¢s all¨¢ que de conseguir 'el mejor", opina el galerista Marc Glimcher (PaceWildentstein, Nueva York).
Lindemann ha reunido un interesante conjunto de entrevistas con cr¨ªticos de arte, galeristas, asesores art¨ªsticos, coleccionistas, expertos de casas de subastas, directores de museos y comisarios. La elecci¨®n de los personajes ha sido muy cuidadosa. Realmente, la ¨¦lite en torno a este tema. No ha querido incluir a los artistas porque, en su opini¨®n, ser¨ªa quiz¨¢ demasiado sesgado y aleatorio.
Con un sentido pr¨¢ctico
muy bien aplicado, Lindemann relata su propia experiencia y sus inicios en el coleccionismo de arte contempor¨¢neo y luego se?ala a cada uno de los invitados a este compendio los principales temas de inter¨¦s que puede desarrollar: los primeros pasos, conocer los mecanismos de los mercados primarios y secundarios (no es igual en todos los pa¨ªses); las ferias de arte, qu¨¦ artistas elegir (se dan nombres), c¨®mo comprar y cu¨¢ndo hacer donaciones a museos.
Entre los participantes en el libro figuran marchantes como Larry Gagosian (Nueva York), Sadie Coles (Londres), M¨¢rcia Fortes (S?o Paulo), Max Hetzler (Berl¨ªn), Emmanuel Perrotin (Par¨ªs) o Iwan Wirth (Z¨²rich); el cr¨ªtico David Rimanelli; coleccionistas como el franc¨¦s Fran?ois Pinault, el brit¨¢nico Charles Saatchi, Francesca von Habsburg (la hija del bar¨®n Thyssen-Bornemisza), el mexicano Eugenio L¨®pez o el brasile?o Bernardo Paz; directivos de Christie's, Sotheby's y Phillips de Pury & Co. y los directores del Guggenheim, PS1, MOMA y la Serpentine Gallery, adem¨¢s de Samuel Keller, director de la feria Art Basel.
Cada uno de los entrevistados da respuestas distintas a las mismas cuestiones. Pero esas discrepancias resultan tan ¨²tiles como las coincidencias. En general, todos recomiendan dedicarse a esto s¨®lo si se es un verdadero apasionado. "El dinero es lo opuesto al arte", dice la baronesa Marion Lambert, coleccionista de fotograf¨ªa. "Las personas que compran arte para invertir, tarde o temprano, caen de bruces".
No se trata de dar una gu¨ªa unidireccional, sino incluso de enfrentar posiciones. Como en el caso de Charles Saatchi, a quien otros acusan en este mismo libro de especulador inescrupuloso. El ¨²nico inter¨¦s de Saatchi, en opini¨®n de uno de los galeristas neoyorquinos, es "colocarse por encima de los artistas y disfrutar viendo c¨®mo arruinan sus vidas. Intentar monopolizar el mercado comprando docenas o cientos de obras y luego, en el momento adecuado, sacarlas a subasta; se quedan con lo bueno y luego el mercado cae en picado".
A lo que el propio publicista brit¨¢nico responde: "Si hubiera conservado todas las obras que he comprado a lo largo de mi vida, me sentir¨ªa como Kane sentado en Xanad¨² rodeado de su bot¨ªn. Me basta con saber que tuve y exhib¨ª muchas obras maestras de los tiempos modernos".
Las ferias de arte, Internet y la efervescencia del mercado est¨¢n cambiando la escena art¨ªstica y acusan los efectos de la globalizaci¨®n. Ya no hay una capital del arte, hay muchas. Entrar en el exclusivo c¨ªrculo de los grandes coleccionistas no s¨®lo requiere mucho dinero, sino estudiar a fondo a los artistas y obras que le puede interesar coleccionar, estar bien aconsejado y atender a determinados eventos sociales. (El libro tambi¨¦n incluye un directorio de ellos). Los puntos de vista reunidos en este volumen son ¨²tiles no s¨®lo para los coleccionistas noveles, sino para los que se interesen por los vericuetos y nombres obligados en la escena del arte actual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.