Ciutat Vella concentra los locales cerrados por incumplir las normas

La ofensiva del Ayuntamiento de Barcelona contra los locales de ocio nocturno que incumplen la normativa tiene su principal objetivo en Ciutat Vella. Un total de 45 establecimientos del distrito han tenido que cerrar sus puertas, aun de forma temporal, en lo que va de a?o. La mayor¨ªa de los locales clausurados desarrollaban una actividad sin la licencia adecuada o bien originaban un exceso de ruido.

Iv¨¢n Rubio es el due?o del bar Coppelia, cerca del Port Vell. En julio, tuvo que bajar las persianas durante 15 d¨ªas tras haber acogido a un grupo de chicos para que tocasen m¨²sica en directo. Pese a que la m¨²sica era "muy suave", Iv¨¢n cometi¨® un error que ¨¦l mismo reconoce: "Le dimos publicidad". Al poco tiempo, un vecino le denunci¨® y los inspectores comprobaron que el citado bar ejerc¨ªa en realidad de bar musical. "Llegaron para cerrarlo con antidisturbios cuando hab¨ªa clientes dentro, ?fue excesivo!", protesta. Aun as¨ª, admite que incumpli¨® las normas.

Realizar una actividad distinta a la que est¨¢ prevista en la licencia es una de las razones m¨¢s habituales para clausurar un local. Un restaurante que hace las veces de pub, un bar musical que es una discoteca encubierta... Las opciones son m¨²ltiples. Lo dice el jefe de servicios t¨¦cnicos de Ciutat Vella, Helio Lozano, quien adem¨¢s admite que en este distrito el ritmo de actuaciones es "bastante fuerte". Lozano dice que la mayor¨ªa de las veces se act¨²a "a instancia de parte". Es decir, los inspectores acuden por la acusaci¨®n de alg¨²n vecino molesto.

Planes de uso "restrictivos"

Algunos empresarios de locales afectados dicen que llevan tiempo solicitando una nueva licencia de actividad. Sin embargo, en la mayor parte de Ciutat Vella y Gr¨¤cia eso es imposible. En ambos distritos rige un plan de usos muy restrictivo respecto a la concesi¨®n de permisos para inaugurar bares musicales, salas de fiesta, pubs o discotecas. "No se trata, como se cree, de una ofensiva contra el ruido, porque en la mayor¨ªa de los casos hay problemas con las licencias. La soluci¨®n pasa por aprobar planes menos restrictivos", juzga el secretario general de la Federaci¨®n Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon), Fernando Mart¨ªnez.

Un portavoz del distrito de Ciutat Vella afirma que, de los cinco ¨²ltimos locales cerrados, cuatro (El Cangrejo, Tiberis, Gur¨² BCN y el mismo Coppelia) fueron clausurados por desarrollar una actividad diferente a la especificada en la licencia, y uno solo (El Ministerio) por molestias a los vecinos, aunque tambi¨¦n "por hacer actividad de after hours". El a?o pasado se cerraron en toda Barcelona unos 70 locales. El Ayuntamiento no dispone de datos de 2006, seg¨²n un portavoz.

Lozano explica que el exceso de ruido -que molesta al vecindario y vulnera la normativa- es la segunda raz¨®n que lleva a cerrar locales. Las causas, seg¨²n el t¨¦cnico, no son excluyentes, sino complementarias: "Cuando un restaurante pasa a hacer de bar musical, genera m¨¢s ruido, y eso molesta". Todo lo contrario opina el representante de la patronal del sector: "S¨®lo el 15% de las quejas por ruidos en Barcelona se refieren a locales de ocio nocturno. Y de esta cifra, la mitad es por las entradas y salidas a los establecimientos". En este punto, Mart¨ªnez es contundente: "No se puede culpar al empresario de todo lo que ocurre en la v¨ªa p¨²blica".

En Gr¨¤cia, otro de los epicentros de la marcha nocturna y juvenil, el ritmo tambi¨¦n se ha acelerado. En 2004 se cerraron nueve locales. El a?o pasado, 10. Y este a?o van ya 19. El ¨²ltimo, el KGB, que est¨¢ obligado a permanecer sin actividad 73 d¨ªas y a abonar una multa de 10.000 euros. Seg¨²n el concejal del distrito, el republicano Ricard Mart¨ªnez, este aumento obedece a una "mayor agilidad jur¨ªdica" y, sobre todo, a un cambio en el tipo de establecimientos. Mart¨ªnez se muestra preocupado porque, sorprendentemente, entre los establecimientos cerrados se cuentan "alguna fruter¨ªa y alguna carpinter¨ªa".

El concejal apost¨® por hacer compatible el derecho de las personas a descansar -por lo visto, los empleados de la fruter¨ªa mov¨ªan cajas a deshoras- con el mantenimiento de este tipo de actividad econ¨®mica, "muy arraigada" en el barrio. A?ade que un "exceso de celo" en la aplicaci¨®n de la normativa puede ser contraproducente y apuesta por que los locales "se adapten" para que la convivencia con los vecinos sea positiva.

En el mismo tono conciliador, el secretario general de la Fecalon asegura que ha propuesto al nuevo alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, un "pacto por la noche". En otras palabras, un plan integral para ordenar el ocio nocturno de Barcelona.