La campa?a electoral arranca en las Cortes

Ara va de bo, o eso podemos creer. Joan Ignasi Pla ha decidido que el pr¨®ximo martes presentar¨¢ por fin la moci¨®n de censura contra el presidente Francisco Camps, con lo que iniciar¨¢ formalmente un episodio parlamentario que llevaba trazas de convertirse en un culebr¨®n, como lo describir¨ªa el portavoz del Grupo Popular, Seraf¨ªn Castellano, por una vez atinado a nuestro parecer. Ahora habr¨¢ que esperar a que el PP, como partido mayoritario en las Cortes, administre a su conveniencia la fecha del debate, en realidad de los debates, pues en funci¨®n de aquel emplazar¨¢ el de pol¨ªtica general, dise?ado reglamentariamente para su mejor lucimiento y, tal como pretende, para remachar m¨¢s si cabe a la oposici¨®n.

Resulta aventurado pronosticar el resultado de esta pirotecnia parlamentaria que se nos echa encima, en el sentido de qu¨¦ partido o protagonista puede salir m¨¢s lesionado o airoso, dando por cierto que la continuidad del actual Consell es inabordable debido a la mayor¨ªa hegem¨®nica de los conservadores. Aqu¨ª de lo que se trata es de ganar la batalla medi¨¢tica, propagand¨ªstica, y en este aspecto no parece dudoso que los socialistas est¨¢n cobrando el mayor r¨¦dito. Da la impresi¨®n de que han resucitado con esta acometida imprevista que, provisionalmente al menos, restablece en su papel al principal partido de la oposici¨®n, tanto tiempo v¨ªctima de su propio encogimiento y del escaso eco que provoca su actividad.

A prop¨®sito de este desasistimiento medi¨¢tico, parece oportuno subrayar la airada reacci¨®n del PSPV ante la radio y televisi¨®n p¨²blicas auton¨®micas por lo que ha juzgado una marginaci¨®n informativa, una suerte de "censura" a su moci¨®n, pues RTVV no ha dicho una palabra sobre la misma hasta 19 d¨ªas despu¨¦s de haberse anunciado. No es, ni mucho menos, el m¨¢s grave de los silencios o tergiversaciones del mentado ente, pero bueno es que los socialistas lo haya sufrido una vez m¨¢s en sus carnes para que, si un d¨ªa estuviese en su mano, enmienden en lo posible la deslealtad del tinglado radio-televisivo p¨²blico para con sus principios fundacionales, esto es, aquello de la objetividad, la transparencia y etc¨¦tera. Los socialistas han prometido democratizar ese medio y ser¨¢ cosa de ver c¨®mo se lo hacen.

Claro que en punto a promesas el PP no se est¨¢ quedando corto en estos momentos, con lo que delata que no es tan indiferente como pretende aparentar a la moci¨®n que le acosa. Al margen de que convocar¨¢ a su conveniencia el pleno de Cortes en que se debata, ya est¨¢ movilizando todos sus recursos para diluir de antemano los posibles efectos. A tal fin, y como si se hubiese abierto el periodo electoral -como de hecho acontece-, no pasa d¨ªa sin que el partido del Gobierno se cuelgue una medalla, ya sea con el proyecto de ley de servicios sociales, la propuesta de mayores inversiones millonarias en sanidad y ense?anza, el desbloqueo del concierto econ¨®mico con la universidad o la reducci¨®n de la deuda p¨²blica mediante una f¨®rmula que evoca la contabilidad creativa. Lo determinante es nutrir de noticias o tan solo historias al pregonero para que el adversario no resuelle.

Una batalla medi¨¢tica, ¨¦sta, en la que no se cejar¨¢ hasta las mismas v¨ªsperas del escrutinio en el pr¨®ximo mes de mayo. Pero antes, los dos principales contendientes habr¨¢n de pasar la prueba de los debates anotados: el de la moci¨®n y el de pol¨ªtica general. Una prueba en la que tanto uno como otro deber¨¢n revalidar sus capacidades pol¨ªticas y dial¨¦cticas en este encuentro ag¨®nico en el que el presidente Francisco Camps habr¨¢ de vender las bondades de su Gobierno en un escenario de prosperidad general, mientras que su antagonista blandir¨¢ la cr¨ªtica sobre un fondo de corrupci¨®n y desmadre urban¨ªstico aliviado por el reciente sesgo del discurso verde. Lo que fuere y resulte de estas justas ret¨®ricas o singulares m¨ªtines nos indicar¨¢ el cariz de la ya desatada campa?a por el voto e incluso su desenlace. De ah¨ª, obviamente, las prevenciones con que ambos partidos est¨¢n abordando el ineludible e inminente choque.