La extrema sensibilidad de Pedrosa
Neum¨¢ticos al margen, las caracter¨ªsticas del espa?ol sobresalen en pista seca y le anulan con lluvia
Todos los pilotos de MotoGP miran al cielo en Motegi. Tambi¨¦n Dani Pedrosa, que arranca noveno, lejos de Loris Capirossi, que logr¨® su segunda pole position del curso. El espa?ol es un piloto cuya trazada es depurada, muy pulida, cuando circula en condiciones normales. A este corredor s¨®lo se le presentan apuros cuando descargan las nubes. Su extrema sensibilidad se entumece y sus movimientos se entorpecen, al mismo tiempo que sus registros var¨ªan de forma desproporcionada.
"Para rodar con agua, unos pilotos modifican varios par¨¢metros, mientras que otros no tocan casi nada", aclara Manuel Olivencia, t¨¦cnico de suspensiones de Pedrosa. Cuando Mick Doohan corr¨ªa con lluvia no cambiaba casi ning¨²n aspecto de su moto, lo mismo que le ocurre hoy a Colin Edwards. Otros, como Nicky Hayden, el l¨ªder del Mundial que acaba de renovar con Honda por dos a?os, la cambian de arriba abajo. "Con lluvia, normalmente, se modifican las suspensiones para que el conjunto sea m¨¢s blando. La fuerza que ejerce el piloto sobre cualquier elemento de la moto es menor que la que aplica con la pista seca", explica Olivencia. "La presi¨®n sobre el freno siempre ser¨¢ m¨¢s suave en mojado porque, de aplicar la misma que en seco, los neum¨¢ticos resbalar¨ªan".
Las modificaciones en las suspensiones, los hidr¨¢ulicos y el amortiguador trasero -se baja la moto de atr¨¢s- ayudan a que el conjunto efect¨²e la tracci¨®n sin problemas aunque el asfalto est¨¦ mojado. Otro aspecto que se altera es la respuesta del motor, que, mediante la electr¨®nica, se suaviza. Y los neum¨¢ticos, que se sustituyen por otros rayados que evacuan mejor el agua. Todo se realiza a rajatabla en el taller de Pedrosa. ?Qu¨¦ le ocurre entonces al tricampe¨®n cuando llueve? Puede que sufra lo mismo que en su d¨ªa Valentino Rossi, acostumbrado a rodar por los suelos cuando ca¨ªan cuatro gotas y que, poco a poco, le fue cogiendo el gusto a correr con el asfalto cristalino. Como el heptacampe¨®n del mundo, la sensibilidad que demuestra el corredor espa?ol encima de una moto est¨¢ fuera de lo com¨²n. Pedrosa percibe cualquier impulso por peque?o que sea. Lo nota todo. No es casualidad que Pedrosa modifique el pat¨ªn o la deslizadera en funci¨®n del tiempo. Esta pieza, de madera o pl¨¢stico, seg¨²n el gusto del piloto, es la que se sit¨²a en la rodilla y resbala por el asfalto cuando la moto est¨¢ inclinada en las curvas; cuando llueve, Pedrosa sobrepone dos; una encima de la otra, debido a su corta longitud de pierna, para poder notar en todo momento su situaci¨®n y la de la moto con respecto al suelo.
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