"S¨®lo Valverde me da miedo"
El belga Tom Boonen, actual campe¨®n, reconoce que su gran rival para la carrera de hoy en Salzburgo es el l¨ªder del equipo espa?ol
Juan Antonio Flecha, uno de los nueve del equipo espa?ol, se hizo el viernes una foto con Eddy Merckx y no pudo evitar, nunca puede, en el fondo, destapar su memoria mitol¨®gica y recordar a todos los presentes que ¨¦l, Juan Antonio Flecha Gianoni, dio el primer grito de su vida, esto es, nac¨ªa, en Argentina, en el mismo momento en el que, a miles de kil¨®metros entre las nubes, el can¨ªbal belga exhalaba su ¨²ltimo aliento victorioso en una carrera, esto es, consegu¨ªa su ¨²ltima victoria, el 19 de septiembre de 1977 en Kluisbergen. "Alucinante", repite Flecha, el entusiasta. "En Kluisbergen, al pie del viejo Quaremont, un sitio que me produce escalofr¨ªos de s¨®lo citarlo".
Mal asunto. En el atlas de lugares m¨ªticos del ciclismo dibujados en el cerebro de Flecha, la subida a Elixhausen -poco m¨¢s de un kil¨®metro, a ocho kil¨®metros del final del circuito de 22,1 al que dar¨¢n 12 vueltas los corredores hoy por la ma?ana-, el punto fuerte del Mundial de Salzburgo, despierta recuerdos del Leberg, el monte n¨²mero 12 del Tour de Flandes, la carrera que es el sol en el universo ¨¦pico de Flecha, la carrera que es, oportunamente, el jard¨ªn privado de Tom Boonen, el actual campe¨®n del mundo, el enemigo n¨²mero uno de Alejandro Valverde.
"S¨ª", contin¨²a Flecha, frunciendo el ce?o por primera vez. "Esto puede ser un peque?o Tour de Flandes para muchos, para Boonen, seguro, pero no para m¨ª. Para m¨ª, Flandes, es el ¨¦xtasis, lo s¨¦ todo, lo controlo todo, s¨¦ lo que tengo que hacer en cada momento, sue?o corriendo; en cambio, el Mundial es una agon¨ªa, estoy despistado, no conozco las claves, no s¨¦ por d¨®nde saldr¨¢n los rivales". Para Boonen, desgraciadamente, el Mundial, como lo demostr¨® hace 12 meses en Madrid, es tambi¨¦n ¨¦xtasis. "Voy sin cadena", dice el belga. "Estoy seguro de que en este circuito nadie me soltar¨¢, puedo subir el repecho con el plato grande. S¨®lo Valverde me da miedo". Rec¨ªproco.
Es cosa de los viejos vivir de la memoria de los hechos lejanos, as¨ª que en este p¨¢rrafo Flecha queda fuera de juego. Para darle esperanzas a Valverde entra en acci¨®n Alcide Cerato, ex ciclista, millonario, empresario de pompas f¨²nebres en Mil¨¢n, uno de los muchos t¨¦cnicos italianos. Habla Valverde, que ha sido dos veces segundo en el Mundial y una vez sexto, en Verona 2004 despu¨¦s de lanzar el sprint victorioso de Freire, y que quiere cerrar este a?o triunfante, el a?o de su Lieja y su Flecha, de su ProTour y de su segundo puesto en la Vuelta a Espa?a, siguiendo la senda de Abraham Olano 95, de Freire 99, 2001, 2004, de Astarloa 2003, terminarlo vestido de arcoiris, qu¨¦ distinci¨®n. Habla Valverde, de 25 a?os, que carga en la chepa, permanentemente, a su derecha, a Carlos Sastre, el capit¨¢n de la selecci¨®n, en la izquierda, el hombre importante Samuel S¨¢nchez. Habla y dice que el circuito no es duro, que el repecho no es tan fiero como lo hab¨ªan pintado, que no s¨¦, no s¨¦.... Responde Cerato, de 67 a?os, caro Alejandro, recuerda a Coppi. "Fausto", dice Alcide, a quien le tiembla la voz. "Al comienzo de una carrera era incapaz de dejar a nadie en el puerto m¨¢s duro que se te pueda ocurrir, pero a partir del kil¨®metro 240, de la sexta hora, siempre que se lo propon¨ªa le val¨ªa con el paso elevado sobre un ferrocarril para romper el hilo invisible que parece unir a los ciclistas rueda tras rueda".
En Salzburgo no hay paso sobre el ferrocarril, sino t¨²nel bajo las v¨ªas, pero, claro, Cerato hablaba en met¨¢fora. Y en el mismo sentido, se habla de un puente f¨¦rreo ideal, del m¨ªnimo falso llano que sigue a la coronaci¨®n de Elixhausen. All¨ª, cuando todos, en fila, sin aliento, se sienten con un suspiro de alivio, en el kil¨®metro 260 de los 268,4 totales, se levantar¨¢ del sill¨ªn, seguramente, Vinok¨²rov. Ser¨¢ el ataque terrible que pueda dejar cortado el hilo de Boonen, el ataque que tambi¨¦n seguir¨¢n Bettini, Valverde. Buen gui¨®n. Pero si la realidad lo desmiente, siempre queda la posibilidad de que Valverde, a quien Boonen dej¨® segundo en Madrid, se tome la revancha en la ¨²ltima recta.
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