Las cosas normales
ESPA?A HA ESTADO en la cumbre de pa¨ªses no alienados, pero s¨®lo un poquito, de tapadillo y rogando que nadie se diera cuenta. A veces hacemos estas cosas en nuestra pol¨ªtica exterior. No se sabe c¨®mo debio ser el encargo del Presidente del Gobierno al ministro de Asuntos Exteriores: "Moratinos, misi¨®n urgente. V¨¢monos a Cuba sin que se note". Esto ha provocado la cr¨ªtica de Mariano Rajoy. Al l¨ªder del PP le parece que Espa?a debe estar "con los pa¨ªses normales". Mariano Rajoy quiz¨¢ no se da cuenta, pero cuando dice que Espa?a debe estar con los pa¨ªses normales es para echarse a temblar, porque lo normal, en el planeta Tierra, es ser un pa¨ªs pobre, morirse de hambre o de malaria y, encima, no tener donde caerse muerto. A Mariano Rajoy quiz¨¢ le parezca que los pa¨ªses normales son EE UU, Gran Breta?a, Jap¨®n, Francia o Canad¨¢. Pero esos no son pa¨ªses normales. Esos son los pa¨ªses m¨¢s ricos, que no es lo mismo. Si Mariano Rajoy contara los pa¨ªses del planeta y pusiera a un lado los ricos y a otro lado los pobres, se dar¨ªa cuenta de que lo normal es ser pobre. Nos pongamos como nos pongamos. Lo normal es ser pobre y morirse de hambre. Lo que no es normal es morirse de sobrepeso, que es lo que pasa en el mundo rico.
Cuando Mariano Rajoy dice que Espa?a debe estar con los pa¨ªses normales es para echarse a temblar
Con todo, Mariano Rajoy utiliza el termino "normal" para muchas cosas. Todos los d¨ªas habla de "la gente normal". "Somos el partido de la gente normal". "Lo que hace Zapatero no es normal". "Las personas normales no estan de acuerdo con Zapatero". "Hay que hacer pol¨ªticas para la gente normal". Con toda probabilidad es una estrategia de comunicaci¨®n. Alguien sugiere a Rajoy que sit¨²e la expresi¨®n "normal" junto a las siglas PP, para colocar la expresi¨®n "radical" junto a las siglas PSOE o junto al nombre de Zapatero. Tal vez sea eficaz, pero calificar a las personas, a los pa¨ªses, a las opciones sexuales o a las ideas de "normales" sugiere que hay ideas, pa¨ªses y opciones sexuales "anormales". Como es seguro que esa no es la intenci¨®n de Rajoy, habr¨¢ que confiar en que cualquier d¨ªa de ¨¦stos, alomoj¨®, dejar¨¢ de emplear la expresi¨®n "normal".
Despu¨¦s tenemos otra consideraci¨®n: alguna vez he hecho el ejercicio de salir a la calle en hora punta, en el centro de Barcelona o de Madrid, y contar el tiempo que pasa antes de que me cruce con alguien con el aspecto de ?ngel Acebes, Eduardo Zaplana y Mariano Rajoy. A veces quince minutos, a veces media hora, a veces solo los ves en los escaparates. A veces uno se enga?a a s¨ª mismo, y le parece que lo que le rodea es lo normal. No, hijo, no. En alg¨²n momento hay que desenga?arse: el patr¨®n de la humanidad no es uno mismo, y los demas son ejemplares defectuosos de ser humano. No es as¨ª. No hay gente normal y gente anormal, ni ideas normales e ideas anormales, paranormales o subnormales. Hay ideas distintas y personas distintas. Lo mayoritario no es lo normal. Es lo mayoritario. Una vez uno asume eso, tiene muchos n¨²meros para ser, no s¨®lo una persona tolerante, sino incluso, un dem¨®crata. ?nimo.
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