"El desembarco no tuvo mayores dificultades"

El teniente Beltr¨¢n S¨¢nchez Gonz¨¢lez, de 35 a?os, se encontraba a finales de agosto en su casa de Puerto Real (C¨¢diz) cuando le llamaron su madre y su hermano para contarle que hab¨ªan escuchado por televisi¨®n que los infantes de Marina se iban a L¨ªbano. Beltr¨¢n telefone¨® a su capit¨¢n y ¨¦ste le confirm¨® la noticia: sus vacaciones se hab¨ªan terminado. No le desagrad¨®. "Lo que m¨¢s me gusta de las misiones internacionales es que pones en pr¨¢ctica lo que aprendes", explica. Pero matiza de inmediato: "Eso no significa que a los militares nos gusten los conflictos".

S¨¢nchez es un oficial at¨ªpico: ingres¨® como soldado en 1988 y ascendi¨® sucesivamente a sargento y alf¨¦rez. Nunca ha dejado, sin embargo, de pertenecer a la Infanter¨ªa de Marina, de la que le fascinaban desde ni?o los desembarcos en la playa. A pesar de que ¨¦l naci¨® en Madrid.

La acogida a las tropas espa?olas por parte de la poblaci¨®n local, agrega, ha sido cordial, "no s¨®lo porque los ni?os nos saludaran, lo que es habitual, sino porque ning¨²n adulto les recrimin¨® su gesto". Respecto a los riesgos a los que se enfrenta el contingente, menciona "los Uxo's [munici¨®n sin explotar, seg¨²n su acr¨®nimo en ingl¨¦s] y el tr¨¢fico ca¨®tico, ambos al mismo nivel". Tambi¨¦n cabe, admite, el riesgo de alguna escaramuza o de un rebrote del conflicto entre Hezbol¨¢ e Israel, pero en ese caso "no tenemos m¨¢s opci¨®n que mantenernos neutrales".

Como jefe de 25 militares, reconoce que uno de los problemas de estas misiones es encontrar el equilibrio entre trabajo y tiempo libre. Tan perjudicial es el aburrimiento como el agotamiento. Espera que, cuanto antes, concluya la fase preparatoria y el batall¨®n est¨¦ en condiciones de iniciar la actividad real. Su ¨²nica frustraci¨®n es que, probablemente, para entonces ya haya que pensar en marcharse, pues el relevo est¨¢ previsto para principios de noviembre.

"Hasta que no llevas un tiempo de rodaje sobre el terreno no empiezas a ser realmente eficaz", se lamenta Beltr¨¢n, quien asume que esta vez s¨®lo estar¨¢ un mes y medio lejos de casa. La buena noticia es para su madre y tambi¨¦n para su novia.